Capítulo 1 (Quiero ser yo misma)

94 4 0
                                    

Cansada por las clases del día hoy me dejo caer en mi acolchonada cama. La cabeza me está por explotar de aprenderme los versos de tantos poemas que nos otorgó el odioso profesor de literatura. Tantas letras me marearon, las muñecas de las manos se me entumecieron y ahora me duelen por escribir y escribir párrafos que nunca logré a comprender.

Estoy echa un caos.

Y aunque no me gusten las clases debo de ir y aprender todo lo que me enseñan en las clases particulares, papá siempre me dice: En ti depende el honor de nuestra familia. Esa frase la tengo muy grabada en mi mente que cuando padre me la dirá yo lo interrumpo terminándola por él.

El ser hija única te da un papel importante. Desde pequeña te dan ese cargo de ser el orgullo de la familia, el ser inteligente para subir de clase social y así los demás alaben tus logros. Todo en ti depende el futuro de la familia, siempre me lo recuerdan.

A pesar de que mi padre es un gran médico, y gracias a él tenemos una vida cómoda, él desea que siga sus pasos y continúe con el gran camino del éxito para poner en alto el apellido de la familia Petrov, así como mi padre siguió los pasos de su padre, el abuelo Arnold. Además, mi madre es una reconocible costurera; muchas damas vienen a comprar vestidos y zapatos por sus únicos, creativos y elegantes diseños. Mamá es una de las mejores de la cuidad.

Desde pequeña mi madre me ha vestido de la mejor manera, con grandes vestidos colorados y ampones, ella dice que el verme bien habla bien de mí. Mamá se encarga de hacer la ropa de los tres, según ella, tener ropa única es digno de reconocimiento.

Somos una familia de clase social media alta, pero mis padres quieren que yo me encargue de subir el estatus de la familia a la clase alta.

De mí no puedo decir mucho, lo único que debo hacer es estudiar, ese el ejemplo que mis padres me dan todos los días; para ellos lo más importante es que yo estudie y sea exitosa, según ellos, es por mi bien.

Muchas platicas y enseñanzas de los que debo hacer y lo que no debo hacer.

Para mis padres, lo que han logrado en sus vidas debe permanecer y crecer y yo soy la siguiente generación en encargarse de crecer el estatus de la familia.

Estoy cansada de hacer, escuchar y pensar en lo mismo.

Necesito relajarme y borrarme esos miles de palabras que se repiten en mi mente una tras otras, el repetir constantemente se quedó pegado en mi cabeza que me comienza a doler la cabeza.

Decido por levantarme y darme una ducha. Terminando me dirijo a mi guardarropa y me pongo a analizar cuál será el próximo color del vestido a utilizar. Elijo un vestido color azul cielo de manga corta, el corsé tiene pequeños detalles de flores blancas con perlas y el tul largo del vestido tiene pequeñas mariposas blancas, algo hermoso y sencillo que al verlo me trae paz. Justo lo que quiero, esto me ayudará a relajarme y olvidarme de la difícil vida que debo seguir.

Termino de rizar lo pequeños castaños cabellos rebeldes que salen de mi cabeza, unto un poco de bálsamo color rojo en los labios y sin pensarlo, siendo cautelosa salgo corriendo de casa para adentrarme a caminar por las calles de Oxford Street. Caminar me ayuda a tener mi momento sola libre de reglas que seguir, justo lo que necesito. Mientras camino, observo los pequeños establecimientos del mercado recordando cada uno de ellos.

Los diecisiete años que he vivido aquí he logrado grabarme las calles, así que, sin ningún problema camino hacia mi lugar favorito. La cabaña.

Con precaución, me adentro a los grande y extensos terrenos deshabitados que nadie reclama. Nadie los reclama porque según la gente esta encantado o muchos cuentan historias sobrenaturales, cosas que yo no creo porque no me ha pasado, ni he visto nada anormal.

Oscuro y puro corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora