Caídos y sucios están los pétalos de aquella rosa seca que dejaste morir, que aún te observa pasar de un lado a otro y no la levantas.
Los días más grises de ese amanecer que nunca vimos juntos, de ese abrazo perdido que no se sintió, simplemente no pasó. Codiciosas aún siguen mis ganas de poderte ver tan cerca y sentirte vivo tal cual aún mis sueños te recuerdan. Qué absurdo sería pensar que podemos hacer de esto un buen recuerdo cuando ni siquiera pudimos compartirlo.
Nos desconocemos uno del otro que casi no recordamos las fechas de cumpleaños, conocí una vieja amiga llamada orgullo que me ha impedido llamarte mientras tú sigues sin mirar los pétalos. La brisa del tiempo te ha ayudado a olvidar qué tan importantes fuimos y qué cobardes somos de volver a ser quienes éramos, mi memoria joven no te recuerda solo se hace cada vez más pequeña al pronunciarte.
Ahora que los años empiezan a caer quisiera regar esa flor que aunque no tengo, te mira, he perdido la forma de pensarte y tú haz querido de mí un saludo que no me enseñaste.
Tu lejanía sigue invadiendo mi forma de crecer y captura mi sonrisa impidiéndome seguir, somos tan fuertes que ambos podemos vivir con eso, quisiera contradecirme pero no te he visto en tiempo y hasta ahora, sentiría felicidad si trataras de verme como yo te veo. Nos ha costado estar cerca y querer vernos, hablarnos y querer comunicarnos que me he preguntado qué será de ellos cuando me pregunten de ti.
Tranquilo, aún te amo y mi fuerza me dará la estocada final para saber buscarte y mostrártelos, no es fácil interpretar la vida desde acá. Pero sonrió en la forma en que sonríes si dices que tal cual soy, fuiste. Qué ironía pero esta vez no quiero ser como tú, solo quiero enseñarte cómo siempre quise que fueras, pero supongo que a nosotros nos toca así para aprender a remediarlo.
No tengo agua suficiente, la verdad no sé si quiera crecer de esa forma con la que le pisoteas los pétalos y aunque sé que ciego estás, de nada vale verla. Nos crecimos tan rápido de la misma manera que nos separamos. Recuerdo poco ya casi nada, pero cuando te veo no siento nada, te llevaste mi esencia y yo tus ganas, pero ya tendremos tiempo de perdonarnos. Empezaré de cero de la forma que sé y te invitaré a verme cuando ellos existan para enseñarte la imagen que siempre quise ver de ti, te vestiré de recuerdos cuando ya estés viejo y vivas junto a mí hasta el final de tus días y aunque para ese entonces estemos muy viejos, recordaré la forma casi borrosa con la que te recuerdo. Seguirás allí y te sentaré a mi lado para que veamos juntos el correr de los tiempos, al lado de los míos que serán tuyos de los que ahora ni siquiera pienso.
Solo esperaré el momento cuando mi amiga se vaya y poder buscarte, porque sé que no recuerdas, estarás allí mirando todo, esas sonrisas perdidas que nos prohibimos y sembraré de nuevo esas flores que antes te gustaban ver. No quiero cansarme de decírtelo pero aunque no crea en ti, te amaré por siempre y estaré aquí sentado junto a ti esperando a que voltees a verme y digas aquí estoy hijo.
"No importan los tiempos perdidos ni los recuerdos extraviados, solo resta querer volver a empezar"
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Short StoryRecopilación de historias reflexivas cortas que evocan los años de personas con mucho que decir para otros. Un total de ochenta y siete historias en honor al año de muerte de una persona especial que motivó a escribir para inmortalizar a otros.