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Sus manos escurren un líquido negro y espeso que a poco se lava con la lluvia que cae sobre su cabeza.

Mira aquel fiel cuchillo dorado y marfil que desprendía un brillo divino.

¿Este era el demonio 246 o 247? No lo recuerda bien, ha matado varios desde que obtuvo su primera arma divina a los 10.

Suspira pesadamente, mañana tiene clase a las 6 en la universidad, si llega a casa pronto todavía podría dormir dos horas.

Puede manejarlo, luego tiene dos horas libres donde puede dormir un poco más, entonces con algo de café y fuerza de voluntad puede lograrlo.

Sus pies se detienen al escuchar a un animal llorar, Chuuya camina hacia el sonido y ve en un callejón lleno de basura a un perro entre una caja de cartón temblar bajo la lluvia.

La verdad es que el pelirrojo adora a los animales, recuerda con diversión esa vez a los 11, cuando llego con una familia de ardillas a casa, en defensa de Chuuya, los animales, por alguna razón, lo adoran.

Chuuya lo mira y el can parece notar su presencia viéndolo también.

Chuuya se acerca con cuidado para no asustarlo, el pelaje café está empapado y tiene unos ojos castaños ligeramente rojizos.

—Hola amiguito— Dice Chuuya, ve como el perro reacciona positivamente a su presencia y Chuuya acaricia ligeramente su cabeza, luego de limpiarse la sangre de demonio —Veo que tú también quedaste atrapado bajo la lluvia—

El animal se frota contra la mano de Chuuya como añorando en calor de esta y el pelirrojo sonríe.

—Parece que te agrado ¿Quieres ir a casa conmigo?—

Chuuya ve al perro abalanzarse hacia él moviendo la cola y lamiendo animadamente su rostro.

—Lo tomaré como un sí— Chuuya se levanta —Vamos—

El camino a casa es silencioso, Chuuya cubre al perro de la lluvia levantando ligeramente su abrigo. Es de cuero negro, hecho de piel de dos demonios que intentaron matarlo cuándo tenía 9, su tutor se lo preparo como regalo de 16 desde ese entonces.

"La piel de demonio hará más difícil que te encuentren, Chuuya" le dijo cuando se lo dio "Quiero que lo tengas ahora que serás más independiente"

—Cuando lleguemos a casa te daré un baño con agua tibia, algo de carne y dormirás en una cama cálida y cómoda, es lo que un perrito tan lindo como tú merece—

༺♡༻

Chuuya termina de secar el pelaje del can con una toalla, mañana luego de sus clases ira a comprar cosas como un cepillo y un collar.

—Tienes un cabello muy suave y bonito— Elogia cariñosamente, realmente adora a los perros, sus dedos pasan cuidadosamente por el pelaje del animal.

El perro ladra con alegría en respuesta.

Un poco después un plato con bistec cortado en trozos es puesto frente el perro.

El can come alegremente y Chuuya solo lo mira con una sonrisa.

—Debiste de estar muy hambriento— Comenta con algo de tristeza.

Al terminar de comer Chuuya deja entrar al perro en su habitación y le permite subir a la cama con él, mañana le comprará una cama para perro grande y cómoda, pero supone que por hoy estará bien.

Lo revisó mientras lo bañaba y no tiene pulgas o algo por el estilo.

Chuuya se cubre con las sabanas mientras el perro se acuesta en la cama cómodamente.

—Sabes, nos conocimos en la lluvia, entonces te llamaré Dalfon—

El perro únicamente lo mira, no parece especialmente feliz, pero puede aceptarlo.

༺♡༻

Cuando Chuuya duerme profundamente, el perro baja de la cama y al tocar el suelo se convierte en un joven alto de cabello castaño y ojos rojos, un par cuernos largos y delgados color negro adornan su cabeza.

Podría asumirse con facilidad que aquel joven era un demonio.

Mira el rostro dormido del pelirrojo con cierto deseo, no está dirigido directamente al humano, es a lo que este guarda dentro.

Ahora, sin ese horrible abrigo de piel puede ver con claridad una luz brillante en su pecho, jamás vio un alma que brillara de tal forma.

Existe un rumor interesante sobre este tipo en el infierno, que es un humano con el alma de un antiguo dios dormido.

También se cuenta que su alguien pone sus manos en esa alma será tan poderoso como el mismo dios que devoró.

Cientos han intentado capturar el alma de este chico y él de alguna manera acabo con todos.

Su jefe, un señor demonio en toda regla, Mori Ougai por fin le permitió su oportunidad de perseguir tan jugosa alma.

Dazai es diferente al resto de demonios con los que Chuuya se ha enfrentado, no va a intentar arrancarle el alma a la fuerza, él es más de que las cosas se le sean entregadas a la mesa.

—Personalmente, pienso que te matara en menos de un mes— Dice una voz, directamente en su cabeza, Dazai mira de reojo un par de ojos morados brillando en la oscuridad.

—Fyodor ¿Qué haces aquí?— Responde con el mismo método.

—Disfruto del espectáculo, estaré aquí un tiempo, quiero ver como se hace un abrigo nuevo con tu piel— Fyodor sale de la oscuridad para inclinarse sobre el hombre dormido observando su rostro —Y si lo considero lo suficientemente estimulante no le robaré su alma—

La punta de los dedos de Fyodor rozan ligeramente el cabello pelirrojo en la frente de Chuuya.

—Que amable de tu parte— Es sarcástico al responder —Si arruinas mi pantalla te destriparé y luego te ahorcaré con tu propio intestino—

—Adorable— Un chasquido de dedos se escucha en la habitación y en el hombro de Dazai aparece una pequeña rata blanca.—Las ratas son las mejores recopiladoras de información—

—Eres tan pequeñito, quiero aplastarte—

Fyodor en repuesta solo le muerde la oreja y salta de Dazai regresando a su forma original.

—Creí que solo comías almas de jóvenes hermosas—

—Soy un hombre simple, quiero presumirle el alma a Mori —

Fyodor solamente lo mira por un momento antes de asentir.

—Tus motivaciones me conmueven—

Notas:

Otra cosa que nacio de yo y mi primo hablando de pura mamada.

Al diablo lo sobrenaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora