CAPITULO LIII

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Entró a su casa para dirigirse directo a su habitación, una vez ahí como un vaso para servirse un poco de whisky, tomó el primer trago viendo el cielo nocturno cuando algo brillaba desde su mesa de noche, se dirigió para luego observar el anillo que le había entregado a la pelinaranja ya hace más de 2 meses...no podía creer que todo le estuviera saliendo mal, sus puro para luego seguir bebiendo de su whisky...se encaminó a su mueble y de ahí saco una pequeña caja para poder guardar el anillo...solo esperaba que le fuera bien en su vida y que en algún momento vuelvan a encontrarse...
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Mina se encontraba cepillando su cabello de forma delicada, la brisa de la mañana entraba por su ventana...un aire tan fresco y liberador perfecto para un picnic en los jardines...por primera vez quería verse hermosa, hacer su mayor esfuerzo para que Tetsutetsu vea a la mujer que tiene a su lado...quería sorprenderlo y que viera que se había esmerado para él, una sonrisa se forma en sus labios y se dirige al armario para escoger el mejor vestido que tenía, se decidió por uno color rojo con flores muy hermoso a su parecer, llamó a una joven para que la ayudará a colocarse el vestido y comenzar a peinar su bello cabello.

-Luce bella mi lady.

-Gracias- su sonrisa creece- estoy emocionada por la cita.

-El joven Tetsutetsu es un buen caballero.

-El mejor.

Estaba ilusionada, ese sentimiento ya no había aparecido desde que estuvo con el pelirrojo...su rostro vino a su mente pero rápido lo borró de su cabeza, lo último que quería era pensar en él, colocó sus zapatos y escuchó como alguien tocaba la puerta.

-Adelante.

Mina ve como ingresa Tetsutetsu con un ramo de rosas, un traje pulcro y limpio además de una bella sonrisa que lo hacía ver más coqueto de lo que ya era...Mina se ruboriza por darse cuenta de que lo observaba con tanto ímpetu.

-Luces más hermosa que nunca- toma su mano y le da un beso.

-Siempre tan educado.

Tetsutetsu le sonríe y le extiende el ramo a lo que Mina acepta con un sonrojo en sus mejillas, se las entrega a su empleada para que las ponga en agua, Tetsutetsu le extiende la mano para que ella la tomé y así salir ambos con dirección a los jardínes.

La cita fue maravillosa, el clima era perfecto y la comida igual... jamás se había divertido tanto como el día de hoy, hablaron de muchas cosas aunque solo hubieron roces de manos pero ningún beso, de hecho no se veía con intención de querer besarla y debía admitir que ese comportamiento la extraño pero lo dejo pasar.

-Entonces mi padre acepto a que viniera a vivir un tiempo con mis tíos después de haberle rogado mucho- contaba Mina muy alegre - pero como ya habían anunciado el compromiso de Katsuki a la familia fue mucho más fácil.

-Es normal que el rey sea muy sobreprotector con su única hija- responde el joven- es muy peligroso que la nobleza este sin protección sobre todos los hijos de los monarcas.

-Si...ya vez lo que sucedió con Ochaco, la intentaron matar 3 veces- su mirada se hace más dura- aunque una de ellas fue Toga directamente las otras dos no sabemos quien fue el causante...aunque me hago una idea.

-Ha de ser difícil para ella, afrontar todo sin su esposo.

-Claro que sí- lo mira- esos intentos de asesinato, sumando las emociones del embaryno ha de ser nada sencillo para ella.

-Estoy completamente seguro de que tú estarás para ella en todo lo que necesite- toma su mano y le da un cálido beso- así como yo estaré para ti Mina.

¿Mina? Tetsutetsu jamás le había dicho Mina siempre se refería a ella por apodos tiernos pero nunca por su nombre.

-Tetsu ¿Qué...?

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