One Piece | One-Shots

Trafalgar Law | Fiesta

Modern AU

Hoy había decidido salir de fiesta. Sí, yo de fiesta. Mis amigos estaban igual de sorprendidos que yo. Mi novio, bueno, ahora exnovio, me había dejado hace dos días, y mentiría si diría que no estaba destrozada. Estos días había dormido poco, y tenía unas ojeras notables, además, mi aspecto no era el mejor del mundo.

Así que, después de que me convencieran para salir por la noche, tomé una ducha y me vestí lo mejor posible.

—¡Guau! ¡Estás irreconocible! —comentó Nami, alegremente.

Iba con un vestido rojo pegado al cuerpo y unos tacones que a mi parecer me hacían demasiado alta.

—Muchas gracias, en verdad necesitaba salir. Ya sabes, para despejarme.

Después de reunirnos con Luffy y los demás, nos acercamos a las discoteca. La más cercana de la ciudad.

Al entrar, la música inundó mis oídos, haciendo que sonriera levemente. Extrañaba esta sensación. Mi exnovio, nunca me dejaba ir a estos sitios, y se sentía demasiado bien.

Arrastré a Nami y a Robin a la pista de baile consumida por la emoción.

Bailaba, bailaba sin parar.

Las chicas pronto me dejaron sola, se habían ido a pasar un rato con sus parejas, algo totalmente comprensible.

Me acerqué a la barra, para pedir una cerveza fresquita, estaba cansada de tanto bailar.

-Dos cervezas -pidió un chico a un camarero.

Giré mi rostro y vi a un chico con un semblante serio. Tenía el cabello oscuro y desordenado, además, llevaba perilla y patillas largas. Su cuerpo era atlético y musculado. Dios, qué atractivo.

El camarero me dio una a mí y otra al chico.

—Gracias —musité.

—¿Cómo te llamas? —preguntó, mirándome directamente a los ojos.

—Sue —respondí.

—¿Y qué haces aquí, Sue?

La forma en la que dijo mi nombre hizo que se me pusieran los pelos de punta.

—He venido con mis amigos de fiesta.

—¿Tus amigos?

—Sí.

Su mirada era bastante penetrante.

—¿Y tú?, ¿cómo te llamas? —pregunté esta vez yo.

—Trafalgar Law, pero dejaré que me llames solo Law.

Iba a responder, pero fui interrumpida por el sonido de mi móvil.

—Perdón, voy a cogerlo.

—¿Sue?

Era la voz de Nami, y se notaba bastante agitada.

—¿Qué pasa?

—Luffy la ha vuelto a liar, lo han echado del lugar.

Lo iba a matar, prometo que iba a matarlo.

Colgué para volver a mirar al alto pelinegro que tenía a mi lado.

—Tengo que irme —me separé ligeramente de la barra.

—¿No te vas a terminar la cerveza? ¿Qué ha pasado?

Lo sorprendente de toda la conversación, es que siempre hablaba con un tono tranquilo, como si dejara que el mundo pasase y lo llevara la corriente.

—Tengo un amigo un poco, bueno, bastante escandaloso. Le han echado del bar.