16.

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2 años después.

Capitulo 16: Lizzie.

Todos los alumnos aplaudían alrededor de Hope y ella solo miraba las velas sobre el pastel con cremas rosadas y blancas. Estábamos celebrando su cumpleaños número 16, le había pedido a mi padre que me permitiera celebrarlo y después de varias insistencias él y mi madre aceptaron.

Después de que todos le cantaron a Hope la canción de feliz cumpleaños ella soplo la vela y esta se apagó, la sonrisa genuina en su rostro no se quitaba, ella de verdad estaba feliz. Cuando por fin tuve la oportunidad de acercarme a ella; la abracé y le dije lo feliz que estaba por ella y porque nos acompañará.

Y puede que le soltara un te quiero.

—Ven —la tomé de su mano con gentileza y la guíe hacía las escaleras —Te mostraré tu regaló, está en mi habitación —le sonreí y ella asintió.

Mientras subíamos las escaleras para llegar a mi habitación, descubrí que Hope se había quedado mirando nuestras manos en todo el camino, eso me puso nerviosa y me hizo tragar saliva.

-
Hope.
-

No logré que mi vista se desviará de nuestras manos juntas, era algo que siempre pasaba, algo inevitable de sentir.

Era mi cumpleaños 16 y Lizzie me dijo que subieramos a su habitación para ver mi regalo, en el momento en que lo dijo acepté y no pensé en las consecuencias que ese momento me traería a mi cerebro, toda capacidad de pensar se esfumó cuando soltó mi mano para abrir la puerta de su habitación y ver lo que había adentro.

—¡Sorpresa! —dijo con nervios, quizá temía de que no me agradará su regalo.

Mis ojos fueron de sus ojos a su sonrisa, nerviosa.

—¿Te gusta? —su mirada vaciló.

Miré la habitación de nuevo, todo estaba llenó de globos rojos y blancos en forma de corazón y decía feliz cumpleaños, en medio de la habitación había una pequeña mesa con una caja algo grande, la cortina de la ventana estaba puesta y solo contábamos con las luz de las lámparas.

—Hope... —miré a Lizzie.

—Esta precioso —susurré y aguanté las ganas de subir mi mano a su mejilla y...

No, no estaba segura de lo que sentía y no podía perder a Lizzie solo por suposiciones.

Me acerqué a la caja y ella o observaba cada movimiento que mi cuerpo hacia, abrí la caja y me encontré con un oso de peluche color café.

—Dijiste que te había gustado mi peluche el día que fuimos a mi casa, bueno, pues, aquí está mi regalo, no fue mucho pero, tiene demasiado significado —frunció su nariz.

—Gracias, se lo importante que es para ti. Lo cuidaré, te lo prometo.

—Yo cuidaré de ti —se abrazó a sí misma y yo le sonreí.

Esa era algo que teníamos en común, la necesidad de protegernos mutuamente.

Evitar La Muerte [Hope Mikaelson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora