Un año ha pasado desde que Jin Ling asumió el liderazgo de la secta Lanling Jin.
"Arreglar lo que otros hicieron", en esto se resumía su año.
Y no había tenido problemas tan graves... bueno, solo hasta ahora.
- "Joven amante", cuando te llamo de esa...
Advertencia: Contenido +18. En donde Lan SiZhui es un desvergonzado.
Parte 1/2. Luego de estos extras, el ZhuiLing disfrutara de un descanso y pasaremos con las parejas secundarias.
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Lan QiRen elevó su cabeza para beber del té con calma, su manga cubría su boca y los invitados alrededor del comedor ingerían sus alimentos en absoluto silencio bajo su escrutinio.
Noches atrás, los dos jades junto al viejo QiRen y ambos lotos de Yunmeng habían recibido una misiva en donde Jin Ling los invitaba hacia aquella cabaña a mitad de Gusu Lan en donde ahora residía.
"Un asunto importante" esa fue la única respuesta que obtuvieron del Jin luego de afligirlo con una lluvia preguntas sin fin.
Había transcurrido mes y medio desde su retorno al plano terrenal y aquel enérgico chico ya demostraba interés por romper con la aburrida rutina que creó al estar encerrado en el receso de las nubes.
Entonces ahí estaban ahora, rodeados de un ambiente tenso mientras compartían una extraña cena.
El gran Sandu-ShengShou dirigía su ceño contraído de vez en cuando a su sobrino, cuestión que solo lo hacia echar humos al ser ignorado en cada una de esas ocasiones por el menor.
Jin Ling mordisqueaba sus palillos a la vez que su pie comenzaba a agitarse en nerviosismo bajo la mesa.
Solo no podía creerlo; se había preparado todo un mes para ese momento y justo ahora sus palabras se habían esfumado sin aviso.
Que frustrante... todo aquello era más difícil de lo que pensó.
El chico tomó una última bocanada antes de colocarse de pie sin ceremonias mientras golpeaba con las palmas la superficie plana.
Todos los presentes pararon en seco sus acciones para posar su absoluta atención en él, incluso SiZhui que se encontraba a su costado, dejo los palillos a medio camino de su boca para mirarle.
El chico de cabellos platinos no presto atención al tic nervioso en su muñeca y con un porte recto, atravesó la habitación hacia el viejo QiRen.
Al quedar frente a él, acomodó su túnica y se arrodilló con respeto. Sus manos se posaron en el exquisito suelo de roble y mientras Lan QiRen separaba sus labios de la porcelana, Jin Ling expuso su verdadero motivo detrás de aquella invitación.
—Lan QiRen. ¡Pido su bendición para desposar a Lan Yuan, su discípulo más prometedor!.
Más de uno se ahogó con su té, aunque Lan QiRen fue el único que se desmayó de la impresión.
El primero en reaccionar a tiempo fue Lan XiChen, que con reflejos realmente admirables evitó que su shushu tocara el suelo y con ayuda de su manga abanicó aire puro hacia su mayor.
