En una casa de una ciudad vive una mamá con su único hijo, su esposo había fallecido 4 años atrás, ahora su hijo tiene la edad de 16 años.
En la mañana:
Mamá: Hijo ya me voy a mi trabajo, tu comida está en la refrigeradora para que te lo comas ante de ir al colegio.
Hijo: Ok mamá... (nervioso) ah mamá puedo volver a la casa una poco más tarde porque... tengo un trabajo grupal
Mamá: claro hijo, pero, ¿es para eso verdad?, porque no me quiero enterar que en lugar de eso iras a una fiesta.
Hijo: claro que, si mamá, sé muy bien que estoy castigado por mis malas notas.
Mama: ok hijo confío en ti (le da un beso a su hijo en la mejilla) chau, cuídate mucho.
Hijo: chau mamá.
A pesar de parecer una linda escena de madre e hijo, el hijo le había mentido a su mamá para ir a una fiesta.
En la noche:
Cuando la mamá del joven volvió, noto que su hijo había olvidado su celular.
Mamá: Mi hijo olvido su celular, y está vibrando mucho, quizás está tratando de comunicarse mediante con el celular de un amigo.
Cuando la mamá reviso el celular de su hijo, se dio cuenta de la mentira y se fue directamente a la fiesta furiosa.
Después de unas horas, la mamá volvió con su hijo, este último siendo jalado de la patilla.
Mamá: Hijo cómo pudiste mentirme (deja de jalarle la patilla).
Hijo: ¡Mamá ya deja de tratarme como un niño!, ya son grande, y ya voy a salir del colegio.
Mamá: Tú haces lo que yo te diga, porque soy tu madre, ahora tendré que tomarme el tiempo para recogerte.
Hijo: (dice en tono amargo y nervioso) Me vas a dejar en ridículo delante de mis compañeros, como ya lo acabaste de hacer en la fiesta, no lo hagas.
Mamá: Ya dije, ahora vete a tu cuarto.
Hijo: Te odio mamá (se dirige a su habitación).
La mamá del chico, al notar que le faltan algunas cosas para la cena, se dispone a salir.
Mamá: (Parada en la puerta para ya salir) ¡Hijo ya vuelvo, voy a comprar unas cosas!
sin ninguna respuesta la mamá se fue y su búsqueda se volvió algo complicada, porque casi todas las tiendas estaban cerradas, y en esa desesperación fue atropellada. Intentaron comunicarse con llamar a su casa, pero ellos no tenían teléfono, así que llamaron al hermano de la mamá y este se dirigió en la casa de su hermana.
Hijo: (Se dirige a la puerta por los golpes) ¿Quién es?
Tío: soy yo sobrino.
Hijo: (Abriendo la puerta) Hola tío... ¿qué pasa?
Tío: (Llorando) Tu mamá, sufrió un accidente.
Hijo: (impactado) ¿Qué? ¿Estas bromeando verdad tío?, sabe bien que con eso no se juega.
Tío: No sobrino, ella fue atropellada.
Hijo: (Llorando) Eso no es... no es...
Tío: (abraza a su sobrino) Tranquilo sobrino, ella se va a poner mejor, ella ya está hospitalizada.
Durante la recuperación de su mamá, su tío lo cuido. Ya habían pasado un mes, y la mamá del joven se recuperó y al día siguiente le dieron de alta, su hermano la acompaño a casa en la mañana.
En la casa:
Hijo: (sentado tristemente en la mesa) Como estará mi mamá, cuanto lo siento por haber sido así con ella.
Tío: (toca la puerta) Sobrino... sobrino.
El chico abrió la puerta y recibió la mejor sorpresa de su vida.
Hijo: (Alegremente la ve y la abraza llorando) Mamá, que bueno que ya estás bien.
Mamá: (Devuelve el abrazo) ¿Hijo cómo has estado?, te extrañe mucho.
Hijo: He estado bien, mi tío me cuido bien, durante este tiempo me esforcé mucho por mis notas, pero... mamá... perdóname por haber sido malo contigo.
Mamá: (con una sonrisa y lágrimas) Tranquilo hijo, te perdono.
Fin.