One Shots- Aidan y sus personajes

Klaus y Cinco.

Sobre: Klaus y Cinco.
Advertencias: Es un pedido anónimo, y en esta historia no va a estar T/n, va a ser un romance entre Klaus y Cinco. Aviso desde ya que va a tener el cliché del diario, para que lo sepan nomás.
Disfruten...<3
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-Narrador omnisciente.-

Dos meses pasaron desde que Cinco comenzó a notar que algo no andaba bien del todo consigo mismo, o más bien algo diferente pasaba dentro de sí mismo.

Se sentía como enfermo, o al menos es así como lo expresaba, ya que no sabía exactamente qué era lo que sucedía, porque a pesar de que se encontraba físicamente bien, sentía como si no lo estuviera.

La verdad es, que él comenzaba a creer que estaba loco, ¿Cómo podía sentirse mal sin estarlo? Como si todo a su alrededor fuese extraño para él, veía las cosas distintas, y puede que estuviera empezando a notar por qué esto era así.

Sin siquiera darse cuenta, el ojiverde miró discretamente por encima de su libro de física cuántica, a aquél chico que tanto le estaba llamando la atención últimamente.

Klaus Hargreeves, su hermano, que ahora se encontraba colgando de cabeza junto a Ben en el sofá grande enfrente de él.

—Cinco, ¿No quieres intentarlo? De verdad es muy divertido.— Le preguntó Klaus mientras seguía de cabeza.

Cinco se sorprendió por la pregunta, y rápidamente negó con la cabeza.

—No, no, yo.. en realidad ya me tengo que ir.— Dijo él, y mucho antes de que su sonrojo se volviera notorio, se teletransportó a su habitación.

Vanya bajó las escaleras de la academia y entró a la sala, en dónde estaban Ben y Klaus, aún colgados boca abajo, con Diego afilando sus cuchillos a un lado.

—Oigan, ¿Han visto el libro de física cuántica? Papá lo está buscando, es uno de encuadernado azul.— Preguntó la chica amablemente.

Ben se acomodó a una mejor posición, esta vez sin estar de cabeza. —Cinco lo tenía hace un momento, pídeselo a él, creo que fué a su habitación.

Ella suspiró.— Acabo de venir de arriba.

—Tranquila hermanita, yo voy a buscarlo.— Habló Klaus, para luego caerse estrepitosamente del sofá y ponerse de pie.

—A ver si le llega la sangre al cerebro así...— Murmuró Diego, Vanya y Ben se rieron por su comentario.

Klaus subió a saltitos las escaleras, y entró sin más a la habitación de número Cinco.

—¡Cinco!¿Tienes un libro de papá?— Dijo sin más.

Su contrario se sobresaltó, y en un rápido movimiento escondió algo detrás de él, bajo la almohada y se sentó en la cama.

—Emm.. si, ¿Cuál libro?— Preguntó Cinco, casi en tono nervioso.

—Uno de.. ¿Física? Creo...— Dudó Klaus.

—Si, física cuántica.— Confirmó, para buscarlo con la mirada.— Está en el escritorio.

Se levantó a buscarlo y le dió el libro de encuadernado azul, Klaus lo vió por un momento.

—¿Qué fué lo que escondiste?— Preguntó jocoso.

—¿Qué? Yo no escondí nada.— Disimuló lo mejor que pudo.