Maldición

53.2K 3.5K 2.6K
                                    

Yamaguchi*

En verdad no quería aceptarlo, fuimos amigos desde que teníamos aproximadamente 8 años, si solo seguía a mi corazón como siempre terminaría perdiendo.

Y yo no puedo perder a la persona más importante en mi vida.

Estoy seguro de que con el tiempo todas estas confusiones pasarán y todo volverá a ser igual que antes.

— Yamaguchi...

Ese era el llamado que hacía poner mis pelos de punta y que mi mente no dejará de crear escenas absurdamente románticas.

—Tsuki, ¿Qué pasó?

Hablamos por un rato sobre el entrenamiento, el acercamiento de nuestras manos no dejaba que prestará atención, la simple idea de tomarlo de la mano para ir a caminar y tomar un helado me hacía suspirar.

— ¿Estás bien Yamaguchi? Suspiras mucho...

— N-no yo estoy bien no te preocupes.

Claro, no es como si le dijera que quiero arruinar nuestra amistad solo por unas simples hormonas de adolescente.

- Bueno, supongo que está bien, ahora ponte a practicar que no nos queda mucho tiempo.

Algunas veces me preguntaba si era masoquista, es decir , en verdad me gustaba cuando me trataba así de frío y no se preocupara por mi, que solo me hable cuando es necesario... En fin nunca me comprenderé a mi mismo.

Perdido en mis pensamientos camine hasta la entrada del gimnasio, no me fijé que un idiota gritando "HINATAAA" Se acercaba a mi, a mil kilómetros por hora.

Fueron lapsos de segundos en los que no pude reaccionar y al parecer él tampoco pues caímos en una posición algo incomoda y vergonzosa.

.
.
.
☠️

¿Cómo explicarlo?....

Era simple, dos personas dentro de ese gran lugar estaban rojos de la irá que sentían, tenían un objetivo fijo y no dejarían que se escape sin pagar las cuentas.

Por otro lado, las dos personas restantes también estaban rojos pero más por la vergüenza del momento.

"Levántate Yamaguchi"

"Si Tsuki"

Bueno al parecer eso basto para que Kageyama se retirará de encima y caminará algo apenado.

Claro que el pelinegro no se libró de la mirada asesina de Tsukishima, quien quería matar a ese chico, bueno a ser sinceros quien no quisiera matarlo? Tocó el pecho de Yamaguchi.... Algo sinceramente sagrado para el rubio.

Hinata por su parte tampoco se quedaba atrás, miraba a Yamaguchi con recelo y un poco de irá, y con motivos, la entre pierna de Kageyama rozó con el abdomen de el pecoso.

Todos tenían un motivo por el cual iniciar una masacre, pero claro que los más racionales no dejarían que eso pase.
.
.
.
🌷

Tsukishima*

Maldición, ese chico hará que un día lo encierre en una jaula y no deje que nadie más pueda mirarlo.

Bueno eso era algo exagerado.

Pero es que no podía dejar que otros toquen o vean algo que ni yo había deslumbrado.

— Yamaguchi... tchhh vamos al cuarto.

Lo jale al cuarto que ahora compartíamos y ahí lo senté en la cama.

— ¿Estás bien Tsuki? Creo que fue algo inconsciente de mi parte yo no quería que Kageyama cayera sobre mi-

No soporte más y me agaché hasta la altura de su cara, lo mire a los ojos, esos lindos ojos.

Sus labios cada vez más se acercaban a los míos, nuestras miradas conectaban.

Por alguna razón sostenía su cabello muy fuertemente, y al parecer a él le gustaba eso, pues su expresión era muy linda.

Quería probarlo, quería saber si éstos sentimientos no eran pasajero si es que esto no sería algo de solo un año o unos meses y luego me arrepentiría.

No.

No podía hacer eso, Yamaguchi se merece algo millones de veces mejor que yo.

.
.
.

Vaya... Por un momento pensé que finalmente ellos darían el primer paso, lástima.

Dentro de esa habitación quedó un peli oliva completamente destrozado, claro que por sus complejos y miedos pensó que Tsukishima lo rechazó al verlo bien.

El lindo Yamaguchi lloraba a cántaros pero muy despacio, no quería incomodar a nadie.

Afuera estaba Tsukishima, su corazón no lo dejaba estar tranquilo, sentía la necesidad de ir y abrazar a su pecoso pero su maldito y asqueroso orgullo no se lo dejaba.

Ambos jóvenes estaba ya tan lejos pero sus corazones estaban locos por estar cerca.

Pasaron cerca de 20 minutos y Yamaguchi salió de ese cuarto con los ojos algo rojos y la nariz también.

"Yamaguchi?? Estás bien" el que preguntaba era Hinata, pues fue el primero en ir corriendo a encararlo pero al ver su condición solo se preocupó.

"Estoy bien... Gracias Hinata"

Ambos sonrieron y fueron a seguir practicando, todos sabían que eso dejaba ir las emociones, es decir si estabas triste, para ellos con solo tocar el balón en un partido los hacía regocijarse .

Cuando estabas enojado, un simple punto más te quitaba cualquier tipo de estrés.

Siempre funcionaba y está no era la excepción, Yamaguchi lanzo tantos saques que ni él recordó cuántos hizo, fueron tantos que su mano incluso comenzó a tornarse un poco morada de tanto golpe.

Si no fuera por Tsukishima, probablemente el pobre se rompía las manos.

"Ya deja de hacerlo"

" lo siento..."

Ambos se miraron, tenían tantas cosas que decir, tenían tantos momentos que pasar, eso aún no se podía acabar.

Los dos tenían el mismo pensamiento, no querían arruinar su amistad.

Por lo menos aún no.

Todo en este campamento era como una maldición, tantos sentimientos esparcidos por todos lados ya no eran normales.

Cosas de adolescentes....

Y mientras unos aún se decidían sobre que estaba pasando en sus cabecitas, otros estaban en un cuarto con las luces apagadas, al punto exacto de la dulzura y pasión.

Esperen que se supone que acaba de pasar?

Hinata y Kageyama....

Ellos fueron demasiado rápido, más de lo que esperaba.


Campamento de cuatro [ Kagehina ] [Tsukiyama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora