𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒃𝒂𝒊𝒍𝒆.

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Zoro se confeso a Luffy desde hace ya mucho tiempo, y desde hace dos años, ambos chicos han tenido una relación oculta de todos sus amigos. 

Zoro no quería que la gente se burlara o perdieran el respeto a Luffy por amar a un hombre.

Luffy no quería que todo el mundo hablara de su novio.

Aunque sus miedos no se permitían besarse, tomarse de la mano en su colegio, siempre sus corazones latieron en cada segundo que estaban juntos, sus amigos pensaban que estaban jugando en medio de la clase al tirarse bolas o aviones de papel, ninguno de esos objetos cayeron en otras manos que en las suyas. En esas cartas estaban los pensamientos de su novio, de como lo ama, que iban hacer, a donde iban a ir, y algunas veces, Luffy siendo un poco atrevido con su novio.

Era una tarde, Luffy y Nami estaban estudiando, como siempre, ese chico no hacía nada por pasar sus exámenes, Luffy se quedo dormido mientras que Nami realizaba sus ejercicios, en un momento el bolso de Luffy cayo lo que hizo que la pelinaranja dejara de hacer sus cosas y lo recogiera, pero, no se espero ver tantas cartas, era la letra de Zoro.

Luffy al despertarse vio a Nami leyendo una de sus cartas, no solo una, todas, esa era la última. Estaba asustado, su secreto fue descubierto.

—¡Nami! Yo—

Tu tienes las tres espadas en mi corazón, amor, respeto, admiración, todas están clavadas en mi corazón desde que tu sonrisa me ilumino. –leía en voz alta la chica, Luffy intento quitarle el papel de las manos pero Nami fue mas rápida y ahora estaba de pie mientras que su amigo estaba en el suelo mirándola con miedo.

Por favor, escribamos una nueva historia; una nueva vida, como las muchas anteriores que vivimos. Piratas, guerreros, esclavos, príncipes, plebeyos, judíos en un cambio de concentración, soldados en guerra. Escribamos un final feliz para ambos, para nuestros corazones, Te amo Luffy. ATT Roronoa Zoro. –Nami termino de leer y miro a su amigo, quien estaba muy asustado, al conectar sus miradas, el azabache bajo su mirada y gracias a su sombrero de paja no podía ver nada sus ojos, estaba apenado.

—Ne Luffy—

—Nami. –le interrumpió, aun no le miraba a los ojos, arrodillado hablo —No le digas a nadie por favor, no tengo mucho dinero, te lo puedo dar y todo el que me pidas, pero, por favor, no digas nada,

—¿Por que? 

Es pregunta sorprendió a Luffy, estaba asustado de ver a su amiga a los ojos, tenía miedo de encontrarse con una mirada de asco. Y con asco le hablara "¡¿Eres un marica?! Que asco Luffy, todo el mundo sabrá que tu y el idiota de Zoro son unos maricas, que asco con vos Luffy" Eso era lo que pensaba, quería llorar, tal vez hubiera sido mejor quedarse en su casa o irse con Zoro a un lugar.

—Osea, me pregunto, ¿Por que? Porque ocultarlo Luffy, no que ahora es aceptado ese tema? O, tienes miedo?

Nami miraba atentamente al azabache, un viento cruzo la puerta lo que hizo que el sombrero del chico se cayera, fue ahí que Nami vio las lágrimas en el suelo, Luffy levanto su mirada que estaba llena de mar, con miedo, tristeza y pena hablo.

—N-Nami... 

Fue ahí que Luffy le conto todo a Nami, de como comenzó a tener esos sentimientos por Zoro, de como noto que Zoro correspondía su cariño, de como era feliz de ser correspondido, de como lo hacía tan feliz que el chico peliverde se preocupara por él en cada momento del día, fuera o dentro del colegio, de como su corazón casi se derrite cuando escucho el "Me gustas" de Zoro en la azotea del colegio, de como fue su primer beso y claro, del por que ambos ocultaban su relación. Nami escucho cada palabra del azabache, pero al terminar, Luffy dijo lo mismo del dinero y no decir nada.

𝐁𝐚𝐢𝐥𝐞 [ op. zolu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora