Capítulo 64: Huida acuciante.

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Tragué saliva mientras observaba los escalones con pequeñas grietas en el azulejo blanco, bajé un escalón y mis ojos picaron pero lo ignoré, bajé otro escalón y el nudo en mi garganta dolió aún más que cuando comenzó a formar pero lo ignoré y volví a tragarme la saliva acumulada dentro de mi boca, no fue hasta que en el quinto escalón mis piernas comenzaron a temblar y tuve que sostenerme de la pared utilizando mi puño cerrado el cual sólo servía para encajar las uñas de mis dedos en mi palma, ya no pude ignorarlo.

Me llevé la mano derecha a la cabeza y apreté un puñado de mis cabellos revueltos, cerré los ojos y otra vez me dejé llevar por el incontrolable llanto.

Me sentía vacío... Había un gran hueco en mi pecho que creció de la nada y se extendió rápidamente hasta mi estómago, tenía mucho miedo y era un miedo realmente horrible.

No podía dejar de recordar los oscuros orbes de JungKook y al hacerlo... Sólo temía aún más. «¿Qué estará pensando ahora mismo? ¿Él también creerá qué estoy sucio? ¿También pensara qué ya no soy más que un desecho humano que alguien utilizó a su antojó?»

Él tenía una perspectiva muy diferente acerca de mí, estoy seguro de que jamás imaginó algo como eso... Ahora solo debe estar decepcionado de lo que creyó que era, ahora que ha visto que ya no estoy limpio... Quizás él ya no...

Mi boca tembló de las comisuras y tuve que morderme el labio inferior cuando un sonido extraño quiso escaparse por mis labios, quería llorar como un bebé, todo era tan doloroso.

Los recuerdos del pasado, los recuerdos del rostro de JungKook dolían.

Respiré hondo e intenté continuar con mi inseguro caminar para alejarme del edificio en el que vivía JungKook, observé el piso rocoso con las lágrimas saliendo por mis ojos sin que yo pudiera detenerlas dentro de ellos. En estos momentos, solo quisiera golpearme a mí mismo, golpearme hasta dejar de llorar como un patético debilucho. Llorar no servía de nada.

Quería golpearme pero se supone que no debería desear hacerme daño ¿Entonces por qué lo deseo tanto a pesar de que me duelen la cabeza y las manos?

«Alguien... Qué alguien me ayude... Me duele tanto...»

Ni siquiera sabía si sería capaz de llegar a mi hogar, mi cabeza dolía demasiado y todo estaba moviéndose de un lado a otro, las luces eran tan molestas para mis ojos llorosos y mi garganta se sentía tan destrozada... Me sentía tan cansado, acabado y destrozado.

*     *     *

Jimin sonrió con su mejor sonrisa angelical que solo tenía como propósito mostrar su amabilidad, él habló animadamente mientras volteaba hacia las puertas del local:

—¡Buenas noches! —La sonrisa practicada se borró del rostro de Jimin cuando sus ojos vieron una cabellera rubia qué conocía bastante bien—. ¿Tae? —Jimin se acercó al chico cabizbajo y rápidamente lo sujetó por los hombros mientras intentaba ver su rostro rojizo—. ¿Qué pasa? Viniste hasta mi trabajo a estas horas, ¿Sucedió algo?

TaeHyung no sabía cómo había sido capaz de caminar hasta el trabajo de Jimin, solo sabía que no quería llegar a su casa y llorar en soledad porque haría lo que siempre terminaba haciendo y ya no quería hacerse daño a pesar de que había algo dentro suyo que siempre se lo pedía, TaeHyung necesitaba ser abrazado, necesitaba a alguien que le hiciera saber que todo estaría bien.

—Esto... —la voz de TaeHyung era ronca y se escuchaba quebradiza, tuvo que tragarse su saliva varias veces en un intento de aminorar el dolor en su garganta, sus ojos irritados volvieron a dejar caer las lágrimas cuando volvió a hablar—: Podría haber terminado, JungKook... Y yo... —TaeHyung volvió a apretar los ojos dejando que las lágrimas salieran rápidamente y rodaran libremente por sus mejillas, quiso ocultarse pero Jimin lo sujeto y él solo pudo abrazar a Jimin mientras seguía llorando en un intento desesperado de que todo el dolor aminorara—. No... Soy yo quien lo arruinó, JungKook no hizo nada malo.

🅼ars [El Dios de la Guerra] 無。Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora