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Alina.
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William iba unos pasos adelante de nosotros con varios libros sujetados por lazos de color negro, le seguía el chico de la librería con otros más, después Matthew y finalmente yo, con solo una colina de diez libros.
Colocaron todos los libros en la cajuela de la camioneta, vi el total de libros en el ticket: 60 libros. ¡Sesenta libros!
¿Acaso mire sesenta libros en menos de media hora?
—¿Saben?, nunca nadie me había regalado libros —camine balanceando mis libros—; y tampoco podía comprarme tantos libros en exceso. La única vez que me dí ese lujo fue en mi cumpleaños dieciocho —me detuve frente a la camioneta—, cuando me compre mi trilogía favorita.
El chico de la librería termino de ayudarnos, le agradecí con una sonrisa y vi que Matthew le daba una pequeña compensación por su ayuda.
—Hoy fue tu día de suerte —bromeó William tomando los libros que llevaba, los acomodó y cerró la cajuela.
—Cielos, desde que conozco a Matthew todos los días tengo suerte —alce las cejas repetidas veces, ganando una risa del rubio.
—¿Vamos por un helado? —pregunto Matthew de repente.
—¿En serio? —inquirí sorprendida—, debería volver al trabajo —me lamenté.
—Puedo hacer una excepción el día de hoy —respondió el castaño con arrogancia, tomando poder de su cargo como mi jefe.
—¿Vienes William? —pregunté con amabilidad.
El rubio abrió su boca para responder pero la cerró de pronto, me gire de inmediato logrando ver que Matthew bajaba las manos de golpe, mirando a otro lado.
—Me gustaría pero... —en ese instante su celular vibró, lo sacó y mostró la llamada entrante—, Preslie.
—Oh, sí. La deje en visto —concordó Matthew—. Dile que estamos ocupados, ¿sí?
El castaño tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos.
—Lo haré, señor Henderson.
—Dime Matthew, cuñado.
Me obligó a caminar, me despedí de William con un ademán que devolvió, salimos del estacionamiento para ir directo a una heladería.
—Sabía que Preslie y William tenían algo.
—Me enteré hace menos de una hora —respondió Matthew con tono neutro—, respeto las decisiones de Preslie así como ella respeta las mías...bueno, a veces.
—Sus miradas son obvias, sus sonrisas cómplices, los celos indiscretos de Preslie —me encogí de hombros, mirando los sabores que ofrecía la heladería—. No son nada discretos.
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¡Hey, 60544!: EMISORA.EN EDICIÓN.©
Romance| COMPLETA | ✔️ BILOGÍA: EMISORA. LIBRO 1. [+18] Alina Campbell admira desde que era una niña al chico más codiciado y deseado por todas: Matthew Henderson. Un artista famoso que no solo es conocido por su melodiosa voz y su talento para componer c...