15: Como una noche puede cambiarlo todo

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Ellen

Como una noche podría cambiarlo todo...

Es cierto, tenía muchísima hambre. Ni si quiera, habíamos estacionado para comer algo en todo el día. Por lo que me acerqué a la cocina y abrí la nevera. Solamente, habían ajos, perejil y un cuenco repleto setas.

-¿ Es que aquí no haces la compra?-

- Llevo dos semanas sin venir además, no tenía previsto calcinar a alguien y quedarme a dormir aquí contigo- No le repliqué nada. Solamente, me puse a cocinar. Exprimir, freír, cocer, batir... Mientras acababa de preparar aquella especie de "puré de setas" observaba a Luke quien leía un libro de la estantería. Orgullo y prejuicio.

Ahí sentado incluso parecía inofensivo pero no debía fiarme de él. Tampoco es que lo considerara mi enemigo pero no podía permitir que me viera de una forma débil.

Una vez acabé de cocinar me senté en el sofá con el plato entre manos. Cuando lo probé estaba asqueroso solo que no me podía ponerme exquisita si no quería morir de hambre en aquel lugar.

***

Sentía que mi cabeza estaba apunto de estallar mi vista estaba algo nublada hasta que me acostumbré a la claridad de la luz que entraba por la ventana al parecer ya había amanecido. A mi lado, espera ¡A MI LADO! Esto no podía estar pasando. Una vez vi bajo las sábanas descubrí que estaba completamente desnuda, a mi lado Luke sin ropa al igual que yo. Deseaba que todo fuera una simple pesadilla pero no fue así.

Chillé, y eso lo despertó fue involuntario lo juro o eso creo.

-¿Qué haces? No grites así tranquilízate.

-¿Me has hecho algo? No recuerdo nada- Dije moviéndome de un lado a otro de la habitación mientras tapaba mi cuerpo desnudo con una de las sábanas- ¡Estoy segura de lo que hiciste! Confiesa- Dije gritando y lanzándole los zapatos- ¡Yo te mato! Te voy a descuartizar. ¡Confiesa!-

-¿Pero que dices? ¿Estás loca?- Se coge de la cabeza- ¡Estás demente! Te juro que no hice nada-

-¡Asqueroso!- Dije girándome para ponerme la ropa interior.

-¿Crees que me hubiera acostado contigo estando sobrio? De haberlo hecho me acordaría pero antes muerto- Dijo encendiendo un cigarro aún en la cama
Me abalancé sobre él con intención de pegarle.

-Estas semidesnuda sobre mi ¿Y dices que soy yo quien te busca?- Lentamente me acerqué hacia él con la intención de besarle y cuando iba a ocurrir le abofeteé.

- Las setas - Dije de pronto - ¡Las jodidas setas!-

-Es verdad- Dijo tras darle una calada al cigarrillo- Si me drogaste y luego soy yo quien tiene la culpa ¿No? Eres una acosadora- Dijo soltando una carcajada- Te podrían caer varios años en prisión por lo que hiciste anoche ¿Lo sabías?-

-No soy yo la que compró esas setas para drogarme junto a mis amiguitos en alguna fiesta-

-Mira, no eran mías. Me las regaló un amigo y no iba a rechazar un regalo.

- Si son setas y alucinógenas yo creo que sí- Dije enfurecida- ¡Y vístete joder!

-Si te excita verme desnudo es normal- Dio una última calada al cigarro y lo dejó en el cenicero.

-Menudo imbécil estas hecho Luke Ayers- Dije saliendo de la habitación.

-No soy yo quien se ha acostado con mi jefe- Se ríe- Eso es muy poco profesional-

-Yo no soy el jefe que se acuesta con sus empleadas- Dije entrando de nuevo a la habitación.

-Calla, a ver si aguantas cinco minutos sin abrir el pico pedazo de pelícano. Que voy a llamar al nuevo choffer a ver cuanto le queda para llegar.

-Imbécil- Suspiré. Mientras tanto él marcaba el número de teléfono de el nuevo choffer- ¿Hay algo más que contenga droga o cualquier tipo de substancia alucinógena o puedo tomar café sin miedo a ser drogada?-

No respondió cual cosa era normal. Aún tenía los recuerdos de la noche anterior borrosos, necesitaba saber que había sucedido.

-El choffer tarda una hora en llegar. Cuando lleguemos a Seattle, llamaré a una grúa para que recoja el vehículo- Dijo acercándose a la encimera.

-No se si lo sabes pero existe algo llamado camiseta- Dije al ver su torso desnudo cuando salía de la habitación. Él solamente sonrió descaradamente y me miró de arriba a bajo.

-No se si sabes que tú llevas puesta mi camiseta- Ahí tenía razón pero por algún motivo llamado vómito tras lavar rápidamente mi camiseta a mano, la metí en la secadora. -¿Puedo hacerte una pregunta?- Dijo en un tono más serio.

-Dime-

-¿Por qué Ronald te estaba ahogando?-

-¿Por que tu tenías un cuchillo entre manos?- Dije cambiándole rápidamente de tema.

-No me cambies de tema Ellen, ¿Por qué Ronald te estaba ahogando? Tendría algún motivo ¿O no es así?

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NOTA DEL AUTOR: Bueno bueno bueno, entre setas alucinógenas el ambiente anoche se calentó. ;)

¿Queréis saber que sucedió detalle por detalle? ;) y ¿ Añadiendo las explicaciones que Luke le pide a Ellen? Pues nos vemos pronto.

The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora