Claire Grace
Mi plan para sacar la magia oscura de mi sistema consistía en que un hechicero Sorbere la absorbiera de mí, lo que al parecer no resultó funcionar porque la sigo sintiendo dentro de mi ser.
He discutido las posibilidades con mi hermano mayor, ya que él es el más familiarizado con la magia oscura y según él, es extremadamente difícil, pero se puede lograr. También dijo que sólo voy a expulsarla de mi sistema siempre y cuando no la utilice, porque si lo hago, básicamente la estaré tomando como parte de mí.
Aunque en este momento tampoco puedo centrarme de lleno en mis propios problemas, mejor debo poner toda mi atención en los asuntos del reino.
Julian hizo un buen trabajo manteniendo las cosas de la mejor manera posible en mi ausencia, pero lamento tanto saber que pasó por una racha de alto estrés por ello. Cass me comentó la crisis que tuvo en una reunión y realmente me siento un tanto culpable por ello.
Es decir, a él es al que le corresponde la regencia por el sólo hecho de ser Lord canciller, pero yo misma sé cómo lo pone el trabajo. Mi cuñado es de estas personas adictas a trabajar, al punto en el que llega a hacerle daño, en el que el estrés lo sobrepasa.
Tal vez debí haber dejado como regente a Austin para evitarle tan incómoda situación a mi mejor amigo.
Es decir, Austin fue criado para ser el rey, él también sabe cómo llevar la nación, pero tal vez estaba un poco asustada de las decisiones que podría llegar a tomar mi hermano si tuviera tal poder, o puede ser que por una razón inexplicable, tuviera el miedo de que se acostumbrara a la idea de dirigir el reino.
No es que desconfíe de mi hermano, pero Austin creció con la idea de que iba a gobernar Aridum, trabajó duro para ganarse el favor de los nobles, para que el pueblo en ese entonces no lo despreciara por no haber nacido dentro del matrimonio real. Mi hermano mayor luchó, dio sus lágrimas, su sangre y sudor para que la corona se asentara en su cabeza. Sólo costó que yo naciera para que todo su trabajo se fuera por la borda.
Él me jura que no es así, aunque yo sé que Austin, muy en el fondo, sí reciente el no poder reinar.
Y sé que me es leal, a mí y a mi reinado. Aún con eso, la espinita de que algún día pudiera acabar conmigo para obtener el poder absoluto, sigue muy clavada dentro de mí.
De todos modos, yo nombré a Austin mi consejero real, pues a fin de cuentas él tiene los conocimientos de cómo manejar una nación. Estudió, investigó, se formó para regir. Yo he comenzado a aprender sobre política hace tan sólo unos años. Así que aunque las decisiones siguen siendo mías, las opiniones del príncipe me son útiles.
Siempre voy a estar algo resentida por el hecho de que fui la última en enterarse que era una reina. Si me hubieran instruido desde pequeña, no querría consultar cada uno de mis movimientos políticos con otra persona, cosa que me hace ver débil.
ESTÁS LEYENDO
La Unión {Elementales III}
FantastikLos rumores cuentan que después de tan solo un año y ocho meses de gobernar, la reina podría estar considerando la idea de abdicar. No era secreto para nadie en la corte, que su majestad estaba totalmente devastada luego de la muerte del rey, pues s...