Me desvestí con lentitud, mis ropa interior olía de forma extraña al igual que mi ropa normal, mi cuerpo desnudo se veía normal aunque mi alma y mi mente se encontraba hecho un desastre.
Deje que el agua cayera en mi cuerpo, no hice nada más que quedarme quieta mientras el agua tibia cubría mi cuerpo. Me sentía tan sucia, usada como si de un muñeco fuera no aguante la presión y me eche a llorar, no podía evitarlo me habían violado, un maldito niño de 13 años abuso de mi sexualmente, y lo peor de todo es que una parte de mi lo había disfrutado—¿ Qué carajos sucede conmigo?—Era la pregunta que rondaba en mi cabeza una y otra vez. Esto no era nada normal ¿Cómo era posible que un niño realmente chico fuera capaz no solo de manosear, sino de forzar a una mujer adulta a tener relaciones sexuales con ella? Algo en Kei no cuadraba y yo lo resolvería tan pronto como el se aleje y me deje tranquila.
Me percate que he estado bastante tiempo en el baño parada dejando que el agua caiga sobre mi, lo sé porque me empiezan a doler las personas (aunque puede ser por la forma tan salvaje de cogerme de Kei) fui por un banquito que se hallaba fuera de la regadera y me senté, ahí procedí a enjabonarme. Me sentía más tranquila luego de llorar y pensar un poco, no he tenido para mí misma desde hace una semana, después de esto llevaré a mi hijo y a mi a una pequeñas vacaciones para relajarnos.
Mientras pensaba en eso me estaba bañando cuando escuché que la puerta se abría, a este punto ya sabía quién era y quise levantarme para salir de aquí pero mi cuerpo se negó a moverse, por alguna razón no podía moverme, una pequeña parte de mi se negaba a escapar y quería que el llegara, algo me estaba pasando.
—Vaya parece que me estaba esperando—Dijo Kei mientras entraba al baño con una gran sonrisa y cerraba la puerta con lentitud, me veía de espaldas.
El se me acercó y comenzó a quitarse la ropa. Ver su cuerpo desnudo me provoco que mi cara se enrojeciera ¿Cómo podía enrojecerme ante la persona que está por violarme de nuevo?
—Ese culo tan perfecto que tiene, siempre se me hace agua la boca cada vez que lo veo—Dijo Kei—Su cuerpo desnudo, mojado y desprotegido me excita como nunca.
—¿Por qué estás aquí?—Le pregunte aterrada—¿No te basta con abusar de mi hace un rato? Y encima lo harás sabiendo que mi hijo está en la casa.
—¿Ese perdedor? Aún si me la cojo en frente de el hará de cuenta que no es de verdad, acèptelo Miranda usted me pertenece ahora—Se acercó lentamente a mi. Con algo de esfuerzo logré pararme pero de igual forma no podía moverme para casi nada.
—Por favor detente, lo que hiciste ese día no estuvo bien, no puedes hacerme esto.
—Usted es mi muñeca sexual Miranda, esa sensualidad que desborda solo me excitara cada vez más y usted pronto también querrá que le haga el amor una y otra vez.
—Nunca haré eso—Le dije intentando recobrar mi valor—Jamás me convertiré en tu maldita muñeca sexual o lo que sea que eso signifique.
—Ahora no pero pronto lo harás—Y con eso dicho me agarró los pechos.
—¡A-ahhh!—El sentir sus manos en mis pechos de nuevo era una sensación extraña, parecía que a mi cuerpo le encantaba esto—¡No, para!
—Creo que necesita algo de ayuda para bañarse y yo la ayudare, considere esto como un servicio especial, además, siempre quise hacer esto con una milf.
—No, no lo hagas, Kei por favor sálvame.
—¿En serio creé que el molesto y patético de su hijo podrá detenerme? Mejor relájese, siempre quise saber que se siente cogérmela en la ducha. El hacerle el amor a una milf como tú en la ducha debe ser una mejores cosas que cualquier puede desear en este mundo.
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CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.
Misterio / SuspensoCuando en una tranquila ciudad una serie de eventos convierten a unos niños en unos seres ansiosos de placer, el mundo pierde toda calma y el sitio se vuelve un campo de guerra, por mantener a las familias unidas. Una bendición se vuelve maldición y...