ㅤㅤㅤㅤ❝━━Usaré la oportunidad
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ que se me otorgó y
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ te haré vivir un infierno
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ en vida. ❞
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Roxanne adoraba tanto a su madre como hermana menor, incluso si sufrían de miseria y abundante pobreza, ella seguía conservando su...
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El metal se escapó de sus manos ante el choque contra otro volando muy lejos para terminar clavado unos metros tras de ella, quien permanecía en silencio luciendo totalmente consternada ante la situación en que se encontraba. ¿Ella no se supone que había muerto? Llevo su mano a la altura del busto temblorosa— Todavía tengo la sensación del frío metal en mi pecho, entonces por qué yo estoy... —parpadeo confundida e incluso sintiendo el mareo atacarla como una víbora enroscada en su pierna y comenzando a subir hasta su cabeza. Se tambaleó ligeramente mirando fijamente el suelo regulando la respiración, pues se estaba alterando.
—¡...rita! ¡Señorita! —levanto rápidamente su cabeza ante aquel llamado sobresaltando al individuo que se había tomado la molestia en llamarle— ¡Wah! ¡Me asustó! —chillo el joven, llevando su mano al pecho, dramatizando— ¿Se encuentra bien? ¿Le duele alguna parte?...—las preguntas llovieron con rapidez sobre ella, poniendo mayor confusión sobre la femenina quien miraba en blanco al hombre— ¿Acaso he sido muy brusco? —los orbes parecieron alarmarse mientras llevaba sus manos y agitaba en completo pánico estás.
Cubrió nuevamente sus labios mientras sentía picar los ojos, ¿Cómo podía estar él frente a ella en esos momentos? ¿Estaba realmente muerta y había llegado al cielo para encontrarse con sus seres queridos...? Algo pareció crujir dentro de su subconsciente, ¿Cómo podía estar ella en el cielo? Había cubierto toda fechoría que hiciera su hermana e incluso le ayudo a cumplirlas— cof... Bueno si lo ponemos de ese modo... Entonces, ¿Como es posible esto?... —Alzo con lentitud su mirada, observando todos los puntos dónde le fuera posible cada lado, ni el más mínimo árbol se salvó de los orbes magenta. Ignorando por completo la mirada extrañada que le dedicaba el mayor frente a ella— Si el está aquí... Eso quiere decir... —un pequeño pitido se instalo en su oído viendo ante sus ojos pasar fragmentos memoriales en tan solo una fracción de segundos— Aria...
Eso fue más que suficiente para que ella se volteará y comenzara a correr hasta la mansión ignorando por completo el llamado sorprendido tras de ella, corrió lo más fuerte que sus piernas pudieron permitirles a tal temprana edad. Esquivo a cada mucama que encontró por los pasillos viendo miradas sorprendidas e incluso unas pocas disimuladas de asco, abrió la puerta par a par tras haber escuchado en estruendo desde el otro lado, recibió miradas asombradas sobre ella, poco le importo, miro a su progenitora y luego a aquella tan idéntica a si.
Ambas se miraban fijamente luciendo sorprendidas e incluso sintiendo el picor en sus orbes, pero Roxanne arrugó el entrecejo notablemente al ver un fino hilo carmesí deslizarse desde la pierna de su hermana menor— Jessie, pásame un pañuelo inmediatamente y también el medicamento para tratar la herida. —ordeno caminando a paso firme dentro del gran comedor, procediendo a arrodillarse junto a su hermana, cuando tuvo el pañuelo entre sus manos, limpio con delicadeza para luego hacer una pequeña amarra en este.
—Ah, no tienes modales~ —tenso su cuerpo ante los murmullos comenzando a alzarse sobre la mesa, aunque quería seriamente mandarlos al demonio.
Ajusto un poco el pañuelo— ¿Comenzará a llorar? —escucho aquella pregunta, frunció su ceño levantandose con lentitud.
