Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

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Jungkook;

-No tenías que haberme subido hasta aquí -murmura Yoonhee cuando la dejo suavemente encima de su cama.

-Y tú no tenías que haber salido descalza -apoyo mis brazos a cada lado de sus muslos mientras me inclinaba hacia ella y la observaba fijamente apreciando cada detalle de su precioso rostro.

-Ya...-murmuró jugando con sus dedos continuamente. Levantó su rostro para mirarme-. Pero lo que te dije e hice prometerme es en serio, ¿vale?.

-Veo que...te lo han contado todo, ¿cierto? -pregunto mirándola.

-¿Tú...también lo sabías? -alza una ceja.

Suspiré y me senté a su lado en el borde de la cama. Ella se giró más hacia mi mirándome.

-Resulta que, la historia de tu familia se ha contado desde hace mucho tiempo -respondió él-. Casi...todos los hombres de esta familia han sido lobos alfas ¿sabes?. Y estos dejaron totalmente su manada y su otra forma para ser completamente humanos y crear la familia -la miré y tomé su mano rozando con las yemas de mis dedos la parte donde estaban sus venas-. En tus venas hay sangre nuestra. Pero nula. Por eso...eres totalmente humana.

-Acerca de lo de los lobos alfas que se convierten en humanos -ella me mira-. Será diferente con nosotros ¿verdad? -pregunta.

Sonreí levemente y asentí. -Lo será.

Ella me sonrió de vuelta y besó rápidamente mi mejilla.
-¿Dormirás conmigo hoy? -preguntó curiosa.

-¿Solo dormir? -la miré sonriendo ladinamente haciendo que su rostro se sonrrojara rápidamente.

-¡C-claro que solo dormir! -exclamó llena de vergüenza-. Eso fue justo lo que dije.

-Yo solo pregunté -aparenté inocencia y ella negó sonrrojada; se levantó para ir hacia el tocador.

Me acomodé hacia el centro de la cama apoyando mi espalda en el cabecero mientras la miraba coger un peine.
-Me peino y voy.

-¿Puedo peinarte? -pregunto sin poderlo evitar.

Ella se gira a verme y sonríe. -¿Por qué?.

-La otra vez vi como te recogías el pelo -respondí-. Y...tuve ganas de hacerlo también. No sé... Curiosidad.

Ella volvió a sonreír divertida y vino hacia la cama. Gateó hacia mi y por un momento pensé cosas que auntomáticamente saqué de mi cabeza porque joder. No era momento de eso. Ella me tendió el peine y luego se sentó de espaldas hacia mi. Yo me puse detrás de ella y quité suavemente la liga de pelo haciendo que su cabello castaño oscuro se soltara encima de su espalda como una cascada.

-¿Quién te contó todo? -pregunto una vez que comienzo a pasar el peine entre los mechones de su pelo.

-Mi abuela -respondió ella ladeando un poco su cabeza-. Luego...hablé con mamá de mi padre. En fin. Fue bueno saberlo todo.

-¿No te enojaste por qué te ocultaron eso todo este tiempo? -me detengo sujetando con una mano el peine y con la otra mantenía en un moño su pelo.

Ella se giró para verme mientras yo seguía sujetando suavemente con mi mano su pelo y negó con un leve puchero.
-No -respondió-. Porque pienso y me hace bien saber que iba a terminar enamorandome de ti. De hecho -se giró un poco más apoyandose en sus piernas flexionadas y solté su pelo poniendo algunos mechones de este tras su oreja sin dejarla de mirar-, me enamoré de ti sin saber que posiblemente iba a terminar enamorada. Es decir...-continuó y yo concentré toda mi antención en ella-. Si hubiese sabido que iba a terminar con un lobo, creo que no iba a ser igual. Sin embargo, sin saberlo, y aunque estaba destinado posiblemente, me enamoré de ti sin saber que eras lobo. Solo porque eras tú. Porque siempre fuiste tú. Y además -bajó la mirada algo sonrrojada-, soy tú alma gemela ¿no?.