Recuerdo, aun recuerdo aquellos recuerdos que aun compartimos tu y yo, aquel lento diciembre que se suponía seria una época de felicidad. Recuerdos que tal y como las farolas de las calles se fueron apagando.. pero que se volvían a encender, tal como tú esa noche.
Recuerdo, las cosas que vivimos, las aventuras que disfrutamos, las experiencias, las risas así como los llantos, las desventuras, las tristezas y la oscuridad que alguna vez nos asustó pero que al crecer aprendimos a sobrepasar ese miedo.
Tantas enseñanzas, tantos logros, tantos fracasos, tantas cosas que incluso si no nos dieron un día feliz o un buen momento, pudimos superar y continuar, aunque.. no fue eterno. Tras un tiempo de ser buenos amigos y de estar y prometer estar siempre en el mismo camino, por chances de lo que algunos llamaran destino, otros casualidad y lo que yo llamo giro de la vida; nos tuvimos que separar, aunque ninguno de los dos queríamos, poco podíamos hacer ante aquella situación, y ninguno de los dos en aquel momento en verdad era consciente de que aquel evento no fue y nunca sera nuestra culpa.
Aquel evento que me hizo apartarme de tu lado, aquel evento que tal vez no era la gran cosa o una tan mala pero que en su momento recuerdo que me hizo sentir triste y pude ver también esa tristeza en tu rostro esa noche. Recuerdo cada palabra que dijiste, cada luz de las farolas en aquella calle, aquel diciembre que era lento pero a la vez rápido pero que pronto ambos queríamos que ya no avanzara, que todo se pausara, que no nos tuviéramos que en algún punto despedir, que pudiéramos estar siempre juntos, que no nos apartáramos por nada en el mundo, pero eso no era posible. La idea de una mudanza a otro lugar mucho mas lejano me asustaba y se que a ti también, tal vez tu no te irías pero aun así no querías estar solo y yo tampoco.
Aun recuerdo el día que supe de la noticia, aquel día como siempre me dirigía a casa, y al llegar mis padres me recibieron con aquella no tan feliz noticia, recuerdo solo quedarme callada para luego salir corriendo a tu casa por medio de las calles tan ajetreadas mientras veía todos los edificios enormes que para mi llegaban al cielo, tal vez el que fuera una gran ciudad ajetreada era una de las causas de las mudanzas a un lugar tal vez mas tranquilo, de cualquier manera yo en aquel momento no me puse a pensar en aquello, después de todo aun era algo joven como para procesarlo correctamente sin ayuda, solo seguía corriendo y corriendo hacia tu casa, no importaba cuantas calles cruzara o cuanta gente tuviera que esquivar, estaba dispuesta a no irme por nada del mundo.
Recuerdo el subir las escaleras deprisa por que aquel elevador se tardaba mucho, para luego tocar y tocar una y otra vez la puerta de tu casa hasta que tu me abriste la puerta, tenías una cara de susto al verme de tal manera y luego me preguntaste que pasaba mientras yo seguía tomando aire por correr tanto, unos minutos después me dejaste pasar y me contaste que tus padres no estaban, para que luego los dos nos sentáramos en el sofá y yo ya calmada te contara todo lo que mis padres ya me habían contado sobre la mudanza, en ese momento solo pude ver tu cara de preocupación y el como parecías preocuparte una y otra y otra vez, mientras yo trataba de consolarte pero tu te negabas a calmarte, y la situación nos llevo a empezar a gritarnos mutuamente y que terminara contigo diciéndome que me querías lejos y yo yéndome con lagrimas en los ojos tras eso.
Recuerdo lo enojada que estaba tras eso, al volver a casa ni siquiera le hable a mis padres y tan solo tuve la oportunidad me encerré en mi habitación mientras miraba por aquella ventana las nubes que habían pronosticado en la televisión sobre que iba a llover, eso solo hizo aun mas triste el día, el como esa noche los truenos empezaron a resonar mientras yo aun despierta intentaba conciliar el sueño pero simplemente no podía, no podía dejar de pensar en ti y en todo lo malo que dije y lo mal que estuve, en aquel momento solo me echaba la culpa aunque no fuera del todo mía, y recuerdo el haber prometido arreglar las cosas contigo antes de la mudanza.
Recuerdo el como los días pasaban, tu me evitabas por mas que yo intentaba acercarme a ti, recuerdo el que yo más de una vez intenta pedir disculpas sin éxito, así como empezar a perder una esperanza en remendar las cosas, hasta aquel día en el que volvió a llover, era una tormenta verdaderamente fuerte, recuerdo que justo ese día justo al salir de la escuela estaba bastante inundada la ciudad o al menos lo suficiente para que ese día tuviéramos que esperar justo ahí junto a muchos otros niños, eran bastantes niños ahí pero aun así pude ver tu rostro frustrado y el como te fuiste a un salón. Yo decidí seguirte y entrar a ese salón, cuando entre pude verte sentado por ahí y como yo no había sido silenciosa me escuchaste entrar y me miraste con una cara de desprecio mientras yo te saludaba con la mano, ese mismo día fue cuando por fin te confronte, intentaste irte al tan solo verme pero yo te tome del brazo y no te solté hasta que escucharas todo lo que quería decir.
No pude ni ver tu rostro, pues empece a hablar sobre como lo sentía y quería que me perdonaras y a su vez el como yo no quería apartarme de tu lado y lamentaba todas mis palabras hirientes, y apenas hice eso empece a lloriquear y me aparte de donde estabas para que no me vieras así, escuche la puerta abrirse y cerrarse así que supuse que te habías ido, me dí la vuelta con los ojos cerrados, sabía que en cuanto los abriera tu no estarías pero.. fue grata mi sorpresa el verte parado ahí enfrente mio, te acercaste y me abrazaste, pude sentir tu respiración entre cortada por un llanto proveniente de tus ojos, intentabas hablar para pedir perdón por ser tan inmaduro, por no entender, por no ser un amigo, o eso decías tu.
Pero vaya era diferente la realidad, recuerdo el como te reconforté un poco al decirte que nunca dejaste y nunca dejaras de ser mi amigo, sin importar las discusiones, sin importar los malos ratos y sin importar tiempo...
Ahora recuerdo esto mientras miro por la ventana del tren que avanzaba por las vías, es primavera y las nubes de lluvia no se ven mas y las flores empiezan a mostrar sus bellos colores llenando los campos con estos justo como aquel día en el que te dije adiós, el día que fuimos por caminos separados, el como tras ese día nos mandábamos cartas y cartas hablando entre nosotros, justo como una de las cartas que sostengo ahora en mi regazo y que.. oh, el tren ha llegado a la estación supongo que te veré muy pronto, no puedo esperar.
Continuara..