41 | Hay Que Ser Flaca Para Ser Guapa

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HAY QUE SER FLACA PARA SER GUAPA

Olivia

Al levantarme siento de inmediato el frio y sin necesidad de moverme o levantarme se que él no está. No está conmigo.

¿Pero ha donde se ha ido?

Me obligo a levantarme de la cama, mi fría piel ansia de su calor, sus besos y sus latidos junto a los míos.

Veo como nuestras ropas yacen en el suelo expandidas malamente de la manera en la que las dejamos la noche anterior. Y por ello los recursos vuelve a mi sien, sus labios apretando sobre los míos con necesidad, sus dedos retirando el mechón detrás de mi oreja, sus ojos dándome con pasión.

Me llevó los dedos a los labios, y rozó el tren inferior estremeciéndome al recordarlo, joder quería despertar a su lado.

Pero aquí estoy sola en su cama, parezco un lío de una noche. ¿Se habrá ido con la chica por la que me dejó plantada aquella noche en el aeropuerto? Porque eso es lo único que logré sonsacarle en aquella pelea tuvimos, en la que lo perdoné muy pronto y volví a pedir su piel.

¿Y si se ha ido a hacer lo que hicimos a noche, pero con ella?

Las náuseas recorren mi paladar, obligándome a correr hacia el baño de la habitación para vomitar a en el retrete. Arcada tras arcada, logro levanta la visita al espejo de cuerpo entero, esa soy yo.

Mi reflejo me devuelve la mirada rompiéndome por dentro pedazo a pedazo.

¿Por qué no soy suficiente?

¿Beso mal?

¿Soy muy gorda?

Hace una semana que intento no vomitar, pero no por ello lo consiguió o me siento mejor.

¿Cómo es esa chica?

¿Qué tiene ella que yo no tenga?

¿Es más flaca?

Me acerco al espejo hasta rozarlo con mi nariz.

-Fea, fea, fea - me susurro.

-Gorda, gorda, estoy demasiado gorda - recuerdo.

-Basura, excremento.

-Insuficiente.

-Sólo te quien para follar.

-La única persona que te quería ha abandonado la vida, no eres suficiente motivación ni para...

Agarró sin piedad una gran estocada de aire ante lo que acabo de pensar.

Las lágrimas recorrieron mi rostro, me permito sollozar, gritar en silencio, y sufrir por lo que soy. Pero tan solo unos minutos, porque tengo que volver al presente, al ahora. Volver a la vida real, donde simplemente no soy suficiente. Pero en la vida real pese a todo lo que soy siempre decido aparentar y fingir, ser una persona más, una irrelevante.

Me levanto y tomó una ducha fría, no me merezco si quiera el agua caliente, no soy suficiente pues no hay privilegios para mí. Me visto con un Outfits de lo más bonito, me maquillo por fuera porque no hay producto que maquille la aberración que soy por dentro.

Termino de plancharme el cabello, y me contemplo otra vez frente al espejo, me permito odiarme por unos segundo más.

Así de gorda y defectuosa.

Porque hay que ser falca para ser guapa, las palabras de mama me llegan a la cabeza desterrando recuerdos que aún no se cómo clasificar.

- ¡Mama! -sonreí y corrí con entusiasmo hasta ella. Mi madre era perfecta, rubia con ojos marrones, muy franca, se vestía y maquilla como una actriz de las películas.

Por que mierda me enamoré de Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora