Capítulo 4

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Nueva York, Año 2016.

Luego del juicio y trás la sentencia de Natasha, Tony se dedicó a modificar su Torre. Aquel rascacielo de Manhattan ya no sería más la Torre Vengadores, por lo que volvería a ser la vieja Torre Stark.

Un edificio ostentoso con pisos dedicados a la ciencia, investigación e innovación de nuevas tecnologías, pero sobretodo sería el lugar que tanto el castaño como la pelirroja necesitaban llamar hogar.

El Centro de los Nuevos Vengadores se convertiría en el refugio de aquellos amigos que aún se encontraban laborando como héroes. Para desvincular totalmente la Torre de los héroes, se necesitaban trasladar una gran cantidad cosas.

Natasha Romanoff oficialmente ya no era una vengadora, por lo tanto no podía vivir entre las armas y otros implementos utilizados por los héroes. Tony necesitaba realizar una mudanza lo antes posible y Happy sería el encargado de colaborar.

El problema era que Harold Hoggan no solamente sería el encargado de la mudanza sino también de cierto joven araña. Peter Parker se estaba volviendo un constante dolor de cabeza para Happy.

— Parker ha estado llamando otra vez — Se escuchó la voz de Hoggan en la línea.

Tony sonrió restándole importancia, sabía que el muchacho esperaba más misiones como las de Alemania pero con los Acuerdos de Sokovia encima, lo mejor sería evitar ese tipo de misiones.

– Dile que Spiderman debe seguir en las calles. Ya sabes, la gente normal necesita un héroe — Comentó.

El castaño no esperó una respuesta de Happy y terminó la llamada al ver a su pelirroja amiga asomarse por la puerta de la pequeña oficina que instaló en el edificio al que nuevamente llamó Torre Stark.

— Buenos días — Saludó la espía.

— Buenos días. Pedí el desayuno y ya está servido — Comentó sin perder la sonrisa.

— No debiste. Yo pude haber preparado algo — Respondió su amiga.

— Bueno, hoy yo me encargo y mañana te toca a tí — Propuso.

— De acuerdo — Sonrió la mujer.

Sin nada más que decir o agregar, castaño y pelirroja se dirigieron al comedor para tomar asiento uno junto al otro. Ambos con sus respectivos cafés, donas, panecillos y otros dulces que el mayor había ordenado.

— Si Steve estuviera aquí, diría que deberíamos comer algo más saludable — Mencionó Nat con una nota nostálgica en su voz.

De pronto, Tony dejó de comer recordando lo que había sucedido hace más o menos un mes atrás cuando Natasha se marchó a resolver sus asuntos pendientes y se llevó acabo el posterior juicio.

El regreso de la pelirroja trajo consigo muchas interrogantes y el castaño pudo saciar su curiosidad a costa de ignorar las llamadas de Ross, la más importante fue la notificación del escape en la balsa.

Steve Rogers y sus demás amigos habían escapado, nadie sabía dónde se encontraban aquellos héroes que se habían convertido en prófugos de la justicia.

Sin embargo, trás el juicio de Natasha, Tony había recibido una paquete cuyo contenido no era más que una carta y un viejo teléfono móvil.

— ¿Lo extrañas? — Quiso saber el mayor.

— Es parte de la familia — Respondió su amiga.

— Lo sé — Murmuró en un suspiro.

— Deberíamos hablar con él — Mencionó cautelosa la pelirroja.

365 días que lo cambiaron todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora