Grecia, 20 de Octubre del 2019.
Marco.
El sonido del mar es como un murmullo y el aroma de la sal me hace sentir cómodo. Puedo sentir el sol quemar mi piel, lo cual me provoca algo de calor pero no lo suficiente como para marcharme de este sitio, además, mis lentes de sol ayudan a que la vista sea más llevadera. A estas horas del mediodía el viento es escaso, así que el mar está tranquilo, el murmullo de la marea es relajante y desestresante.
Es todo lo que merezco.
Veo hacia el horizonte, inhalando el perfume del mar mientras pienso en lo mucho que extrañaré esta calma. ¿Es correcto volver? Esa pregunta ronda por mi cabeza cuando la tranquilidad de este pueblo me abraza con pureza. Tengo más de seis meses viviendo en Grecia, y definitivamente quiero quedarme más tiempo.
No hay obligaciones.
No hay peligro.
No hay estrés.
No hay problemas.
No hay riesgo de perderla.
Después de los primeros dos meses, la tristeza cesó dentro de mi sistema. Es impresionante cómo el ser humano supera sus propios límites del dolor. Sucede algo en tu vida que te hace tocar fondo y estableces un límite que esperas nunca alcanzar; pero después, cuando te consideras fuerte y capaz de soportar ese vacío que tanto te marcó, sucede algo que coloca la vara aún más arriba y el hueco se hace más hondo.
Te sumerges en un vacío inexplicable, donde deseas dejar de sufrir, le pides a ese Dios en el que crees que te quite el dolor. Le pides a ese Dios que te quite el beneficio de sentir porque es imposible lidiar con el sufrimiento.
Sinceramente, eso no es para cualquier persona.
Mi límite fue perder a mi madre, era joven y no sabía controlar las emociones. Conozco a la perfección el dolor de una pérdida familiar, mas no conocía el dolor del estrés acumulado y el perder una guerra de vida.
Fue horrible.
Claramente los contextos son distintos y escalofriantes. La magnitud del dolor que comparten ambas situaciones es absurdamente espantoso. Sufrí y lloré por cosas diferentes, pero el vacío y el dolor en el pecho eran iguales. No importa que seas niño, adulto o viejo, a cualquier edad puede suceder algo que supere tu límite ya conocido, puedes enfrentar una guerra desgastadora y perder en el intento. No hay tiempo ni edad para el sufrimiento.
No hay solución mágica para no caer al vacío. Hasta el más fuerte puede quebrarse.
Estar en prisión sin saber quién estaba detrás de mí captura fue estresante y desesperante. Enterarme del esfuerzo que estaba haciendo el amor de mi vida para llevar las riendas de nuestras vidas fue un momento lleno de impotencia. El nivel de ansiedad que contuve en mi cuerpo al ver que todo seguía empeorando y que no había ningún escenario satisfactorio para el final fue lo que más me hizo temblar. Ver sufrir a mi novia durante todo este proceso me desestabilizó. Pero, lo que realmente me hizo desear que todo se detuviera fue la traición de mi mejor amigo.
Después de tres meses aislados en este país comprendí las intenciones de Rico. Sé que él jamás haría algo para dañarme, es un hombre estratega, sé que debió analizar todas las opciones y esta fue la única opción en la que ganábamos, o más bien, ganaban. Agradezco que haya salvado a Bella, agradezco que haya salvado mi vida y que me haya sacado de la cárcel, pero no estoy conforme con los resultados.
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Desaparecida
Mystery / ThrillerSAGA ESCAPE |LIBRO #2| 16 de octubre del 2014. Una noche de fiesta, varias copas encima y unas palabras con las personas equivocadas, es suficiente para desaparecer de la existencia. Bella Vasíliev es una hermosa chica que sobrepasa el nivel de exq...