El Omega de la Manada Kim

capítulo 2

Entonces

Cuando Yoongi se despertó, estaba acostado en una cama cómoda y esponjosa que olía a suavizante, a limpio. Instantáneamente entró en pánico. Nunca había llegado a disfrutar de una cama cómoda, ya ni siquiera disfrutaba de camas normales. Todo lo que tenía era un colchón viejo o un sofá rígido.

Miró alrededor de la habitación, una figura al pie de la cama lo sobresaltó.

"Hola, ¿recuerda su nombre?" El hombre beta preguntó amablemente. "Soy Lee Jihoon, su médico."

"¿Qué?" Yoongi preguntó tontamente. Su cuerpo se sentía dolorido, al igual que su garganta. Debe haberse resfriado. "¿Dónde estoy?"

"En la casa de la Manada Kim. Dijeron que usted no les dio tu dirección," vaciló levemente, como esperando una confirmación.

"Sí." El omega recordó ahora a los seis alfas. "Yo no… yo soy Min Yoongi."

El doctor asintió solemnemente.

"Limpié su herida. Cinco puntos. La puñalada no fue profunda, pero el corte fue extenso. La cicatriz no será grande y, con la aplicación de las cremas que te recetaré, se desvanecerá con el tiempo. Usted también se desmayó, mostró signos tempranos de hipotermia y estaba severamente deshidratado."

Yoongi no pensó que fuera tan malo. Intentó levantarse, pero un dolor agudo en el pecho lo hizo desistir. "Necesito irme."

"Puedo llamar a los Servicios de Omega o a la policía," dijo en voz baja. "Conozco a estos alfas y parecen buenas personas pero... si estás aquí en contra de tu voluntad-"

"¡No!" Yoongi se apresuró a decir. "No llame a nadie. No me atacaron, lo juro. ¿Puedo hablar con ellos?"

El hombre parecía reacio, pero finalmente se puso de pie y dijo: "Por supuesto."

El médico salió de la habitación y entraron los alfas. El olor normal de los betas fue reemplazado por un aroma neutro. Yoongi estaba confundido, su cerebro mezclando sus sentidos. ¿Por qué los alfas no olían... a alfas?

¿Dónde estaba el olor a madera quemada, el afrutado, o el olor almizclado del alfa que lo había abrazado? ¿El omega tenía la nariz tapada?

"¿C-cuánto tiempo he estado aquí?" Yoongi preguntó al verlos. No había tiempo para ser cortés.

"Mm, ¿alrededor de dos horas?" Habló el alfa rubio, con ojos preocupados. "¿Quieres comer? Nuestro hyung está cocinando sopa para ti."

"No, quiero irme."

No había tiempo para retrasar el asunto. Para simular que quería quedarse.

"No puedes," dijo el alfa con firmeza, "estás enfermo y necesitas sanar. Hasta entonces te quedarás aquí."

"Puedes," corrigió el alfa con ojos grandes, tímidamente. "Puedes quedarte aquí. No deseamos forzarte."

"No quiero su ayuda," dijo obstinadamente Yoongi. Solo la diosa sabía lo que estos alfas querían de él a cambio. "¿Por qué no puedo olerte?"

El alfa más grande se apresuró a explicar, con aire de disculpa: "Decidimos usar un spray neutralizador, para que no te sintieras abrumado por nuestro olor."

El labio inferior de Yoongi tembló incontrolablemente.

Eso... eso estuvo bien. Era incluso considerado.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba completamente vestido, tenía una manta grande y cálida que lo cubría y la calefacción estaba encendida. Su brazo también había sido conectado a una vía intravenosa.