A la mañana siguiente Felicité se sintió igual que ayer por la noche, usada y tirada. Le molestaba mucho eso de Edward, ella entendía su situación, aunque no justificaba su comportamiento. Siempre le hacía lo mismo, la dejaba tirada. Cuando se quedaba solo volvía a ella. Derek le había aconsejado que no fuese tonta, que si le tenía que decir que no a Edward que se lo dijese, que a veces el tener empatía hace que la perdamos con nosotros mismos. Nunca estuvo tan de acuerdo con Derek. Se levantó a las siete de la mañana, se puso su playlist para ducharse, no muy fuerte para no despertar a sus padres y a su hermana. Empezó por quitarse el pijama, y procedió a meterse en la ducha. Y mientras se echaba el champú de vainilla, no podía evitar preguntarse qué habría pasado si ella le hubiese puesto la cabeza a Edward en su sitio. De decirle 'Oye tío, espabila. Que tus padres te están tratando mal y aunque sea una situación complicada, tienes que salir y acabas de dejar pasar una oportunidad de oro para librarte de ellos.'
Al salir de la ducha se peinó, se puso la toalla enrollada en el cuerpo, se dirigió a su habitación y terminó de vestirse, se puso su eyeliner y un poco de pintalabios. No se encontraba bien, tenía un nudo en el pecho. Intentó distraerse leyendo del libro de poesía. Hasta que su madre abrió la puerta y le dio los buenos días, le avisó que el desayuno estaba listo, dejó preparada la mochila y la chaqueta, se fue a desayunar.
-Hola Cariño, ¿Dónde está Eddie?- Su madre le dirigió una mirada de duda y esperó a que le contestara, Felicité le dijo -No lo sé ni yo, ayer le preparé la cama y se fue, porque en el hospital le dieron puntos de una herida que le causaron sus padres. Le mintió al médico y me arrastró a que mintiese con él. Después le dije que no me debía ninguna explicación, que es su situación y la gestiona cómo puede. Me fui al baño y desapareció, ni una nota, ni una llamada ni nada. Me siento usada.- Eliza la miró con lástima y le dijo -Lo sé mi amor, pero al menos en tu conciencia queda que tú lo trataste bien.- Felicité asintió, se lavó los dientes, fue a su habitación a coger sus cosas, se despidió de sus padres y se fue a clase. Caminó lento, ya que había salido con antelación y se podría decir que no le quedaba lejos.
Al llegar al instituto se sentó en el banco tranquilamente, hasta que escuchó su nombre siendo gritado y vio a Ethan a lo lejos corriendo hacia ella, al llegar, le ofreció su mano, ella sin entender nada la cogió, y ella prácticamente salió volando porque Ethan había decidido que era buena idea, salir corriendo. Ethan se dirigía a dónde estaban los baños y entró al de chicos.
-¡Coño! Ethan espera, que yo no puedo entrar aquí.- Ethan los metió a ambos en cubículo y le susurró -Baja la voz boba, no quiero que nos escuche nadie. Te tengo un chisme, bueno, más bien una noticia.- Felicité asintió intrigada y cuando Ethan iba a hablar se escuchó la puerta del baño siendo abierta. Ethan cogió a Felicité en brazos y se sentó en la taza del baño bajada. Y susurró más bajo aún -Sabrina ha dejado a Harvey.- Felicité abrió la boca, muy sorprendida. El hombre entró a un cubículo, al de al lado. Ethan sabía que iba a mirar al lado, iba a ver por cojones los pies de Felicité. Los dos se tuvieron que subir a la tapa del wc, tan rápido cómo cuando te quemas y apartas la mano, más o menos así de rápido. Si el hombre pillaba a Felicité le echaría la bronca, y si veía que estaba con Ethan, pensarían que estaban follando o algo así. El hombre envió un audio diciéndole a su mujer que tenía un apretón y supo que era su profesor de gimnasia. El pobre hombre tenía un apretón. Ethan y Felicité estaban cara a cara, se estaban mirando, Felicité miró a Ethan cómo para que siguiese contando cuando el hombre, procede a tirarse un pedo muy ruidoso. Felicité se iba a reír en voz alta, Ethan le tapó la boca a tiempo, se bajó él del wc, bajó a Felicité, salieron ambos corriendo. A la salida del baño ambos se empezaron a reír. De esas risas que te quedas sin aire, y se forman lágrimas en las esquinas de tus ojos. Ethan procedió a hablar, mientras caminaban hacia su clase, aunque iban con demasiado tiempo.
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we are a family now
RomansaAdolescencia, que desastre más poético. Ellos comienzan siendo amigos. El destino es impredecible, te enamoras, pierdes amigos, rompes con tus parejas, fiestas. ¿Suena bien? En esta novela hay de todo eso y más.