Capítulo 5: Usar y tirar

8 2 0
                                    

A la mañana siguiente Felicité se sintió igual que ayer por la noche, usada y tirada. Le molestaba mucho eso de Edward, ella entendía su situación, aunque no justificaba su comportamiento. Siempre le hacía lo mismo, la dejaba tirada. Cuando se quedaba solo volvía a ella. Derek le había aconsejado que no fuese tonta, que si le tenía que decir que no a Edward que se lo dijese, que a veces el tener empatía hace que la perdamos con nosotros mismos. Nunca estuvo tan de acuerdo con Derek. Se levantó a las siete de la mañana, se puso su playlist para ducharse, no muy fuerte para no despertar a sus padres y a su hermana. Empezó por quitarse el pijama, y procedió a meterse en la ducha. Y mientras se echaba el champú de vainilla, no podía evitar preguntarse qué habría pasado si ella le hubiese puesto la cabeza a Edward en su sitio. De decirle 'Oye tío, espabila. Que tus padres te están tratando mal y aunque sea una situación complicada, tienes que salir y acabas de dejar pasar una oportunidad de oro para librarte de ellos.'

Al salir de la ducha se peinó, se puso la toalla enrollada en el cuerpo, se dirigió a su habitación y terminó de vestirse, se puso su eyeliner y un poco de pintalabios. No se encontraba bien, tenía un nudo en el pecho. Intentó distraerse leyendo del libro de poesía. Hasta que su madre abrió la puerta y le dio los buenos días, le avisó que el desayuno estaba listo, dejó preparada la mochila y la chaqueta, se fue a desayunar.

-Hola Cariño, ¿Dónde está Eddie?- Su madre le dirigió una mirada de duda y esperó a que le contestara, Felicité le dijo -No lo sé ni yo, ayer le preparé la cama y se fue, porque en el hospital le dieron puntos de una herida que le causaron sus padres. Le mintió al médico y me arrastró a que mintiese con él. Después le dije que no me debía ninguna explicación, que es su situación y la gestiona cómo puede. Me fui al baño y desapareció, ni una nota, ni una llamada ni nada. Me siento usada.- Eliza la miró con lástima y le dijo -Lo sé mi amor, pero al menos en tu conciencia queda que tú lo trataste bien.- Felicité asintió, se lavó los dientes, fue a su habitación a coger sus cosas, se despidió de sus padres y se fue a clase. Caminó lento, ya que había salido con antelación y se podría decir que no le quedaba lejos.

Al llegar al instituto se sentó en el banco tranquilamente, hasta que escuchó su nombre siendo gritado y vio a Ethan a lo lejos corriendo hacia ella, al llegar, le ofreció su mano, ella sin entender nada la cogió, y ella prácticamente salió volando porque Ethan había decidido que era buena idea, salir corriendo. Ethan se dirigía a dónde estaban los baños y entró al de chicos.

-¡Coño! Ethan espera, que yo no puedo entrar aquí.- Ethan los metió a ambos en cubículo y le susurró -Baja la voz boba, no quiero que nos escuche nadie. Te tengo un chisme, bueno, más bien una noticia.- Felicité asintió intrigada y cuando Ethan iba a hablar se escuchó la puerta del baño siendo abierta. Ethan cogió a Felicité en brazos y se sentó en la taza del baño bajada. Y susurró más bajo aún -Sabrina ha dejado a Harvey.- Felicité abrió la boca, muy sorprendida. El hombre entró a un cubículo, al de al lado. Ethan sabía que iba a mirar al lado, iba a ver por cojones los pies de Felicité. Los dos se tuvieron que subir a la tapa del wc, tan rápido cómo cuando te quemas y apartas la mano, más o menos así de rápido. Si el hombre pillaba a Felicité le echaría la bronca, y si veía que estaba con Ethan, pensarían que estaban follando o algo así. El hombre envió un audio diciéndole a su mujer que tenía un apretón y supo que era su profesor de gimnasia. El pobre hombre tenía un apretón. Ethan y Felicité estaban cara a cara, se estaban mirando, Felicité miró a Ethan cómo para que siguiese contando cuando el hombre, procede a tirarse un pedo muy ruidoso. Felicité se iba a reír en voz alta, Ethan le tapó la boca a tiempo, se bajó él del wc, bajó a Felicité, salieron ambos corriendo. A la salida del baño ambos se empezaron a reír. De esas risas que te quedas sin aire, y se forman lágrimas en las esquinas de tus ojos. Ethan procedió a hablar, mientras caminaban hacia su clase, aunque iban con demasiado tiempo.

we are a family nowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora