Capítulo Trece

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Carla

Madison conduce a casa en silencio pero de vez en cuando me da miradas de soslayo. Sabía que quería preguntarme sobre Jason, pero no había nada que decir, él solo es un imbecil mujeriego que al parecer se ha empeñado en agregarme a su lista de conquistas y yo de tonta lo dejé besarme, lo que solo complica las cosas.

-Okay, si Madison no va a preguntar yo si lo haré ¿que fue eso? Había mucha tensión sexual ahí. -dice Matthew rompiendo el silencio que se había instaurado en el auto.

-No digas tonterías.

-No son tonterías, si Maddie y yo no hubiésemos llegado, tu y ese tipo se hubieran comido la boca, eso es seguro.

-Claro que no, ni siquiera lo soporto.

-Pues lo disimulas muy bien. -dice Matthew con una sonrisa socarrona.

-Ya dije que no lo soporto, no te hagas ideas, ese imbécil no es mi tipo.

-Ajá.

Madison lleva a Matthew a su casa y entonces nosotros vamos a nuestro apartamento. Estoy tomando agua cuando Madison me habla muy cerca provocando que de un respingo debido a la sorpresa.

-Ya Matthew no está quiero saber quien es ese chico.

-¿Que chico? -trato de hacerme la loca pero obvio sé a que chico se refiere.

Me mira con sus ojos entrecerrados.

-Eso no va a funcionar conmigo, hasta yo me di cuenta que había tensión ¿te gusta?

-¡No! Es un mujeriego de mierda que cree que voy a caer en sus redes, pero ni loca.

-Pues entonces ten cuidado porque hoy parecías a punto de caer. -dice antes de girar sobre su eje y salir de la cocina.

Claro que no iba a caer, no soy tan tonta.

Pero hay que aceptar que él me afecta, no dejo de pensar en el beso que me dio y de sólo pensarlo me enciendo.

Entonces para dejar de pensar en ese imbécil, tomo mi móvil y le envío un mensaje a Damian. Damian es un chico que conocí en la fiesta del sábado, hemos intercambiado mensajes desde entonces y de hecho es un buen tipo.

Yo: Hola ¿en qué andas?

Damian: Solo terminando unas tareas ¿y tu?

Yo: Acabo de llegar de la universidad.

Damian: ¿Te gustaría cenar conmigo hoy?

Yo: Me gustaría.

Damian: Pues mandame la ubicación de donde vives y paso por ti a las ocho ¿te parece bien?

Yo: Me parece perfecto.

Damian: Pues nos vemos al rato ;)

Tal vez estaba siendo inmadura por intentar sacarme de la cabeza el beso que me había dado Jason, saliendo con Damian. Pero no era tan así, desde la fiesta en que nos conocimos, Damian y yo nos hemos estado mensajeando y de hecho tenemos muchas cosas en común. Él me cae muy bien y es un buen prospecto para ser mi nuevo «algo» ya había pasado un tiempo desde que lo había dejado con Anthony y pues ya era hora de conocer a alguien. Mi cuerpo necesitaba ejercicio. Ya saben, de ese ejercicio que se hace entre dos y desnudos y Damian no me era indiferente y se que yo tampoco le era indiferente a él.

No iba a forzarlo, iba a ver que surgía de esta salida. Además necesitaba con urgencia borrar de mi mente lo que sentí cuando Jason me besó. No quiero que él me haga sentir nada más que molestia, no quiero que mi cuerpo reaccione a su cercanía y que mis labios lo reclamen. Y eso fue justo lo que pasó hoy cuando se me acercó en el estacionamiento.

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