~ 𝐴𝑠𝑖 𝐶𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑜 ~ 𝚃𝚘𝚋𝚒𝙳𝚎𝚒 / 𝙾𝚋𝚒𝙳𝚎𝚒

~ ¿𝑁𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑢𝑏𝑟𝑖𝑜́? ~

[ Desde el capítulo anterior estaré subiendo algunos flashbacks espero no les moleste ✨]

Referencia al ship....

[ KakuHidan ] ♡︎

🦋 ¡𝐂𝐨𝐦𝐞𝐧𝐳𝐞𝐦𝐨𝐬! ✨

Despertaron a la mañana siguiente, en este caso lo fue Hidan, Deidara seguía dormido, eran las 8:00 am.

Subio al cuarto y entro sin voltear al interior tratando de cerrar la puerta lo mas lento posible sin hacer ruido, Kakuzu ya despierto quien miraba al abino entrar sin hacer ruido, estaba....mmm algo enojado digamosle asi, pensaba que no había llegado anoche, y de hecho ¿Por que esta celoso? pues despues de una larga charla con la almohada acepto que gustaba del chico albino y que lo quería solo para el.

Solía ser muy posesivo con sus cosas y tal vez Hidan no sería la excepción.
Cerraba la puerta con mucho cuidado sin mirar atras hasta que...

- ¿Qué haces?-
Pregunto el moreno lo que hizo al albino asustarse y mirar atrás.
- ¡Maldita sea!-
Voltea
El moreno lo miraba, hicieron contacto de miradas hasta que el contrario habló.
- ¿Me piensas contestar o que? -
- ¿D-De que hablas viejo? -
Estaba algo nervioso y más porque el moreno estaba sin su máscara con unos shorts azul marino sin camisa esa imagen lo volvía loco, el ya había aceptado sus sentimientos hacía el moreno solo que nunca lo diría sabía que lo rechazaría.
-¿Por qué llegas hasta ahora? -
- Pero si llegué ayer.-
- ¿A qué hora? -
- Pues a eso de las 12:00-
-¿Y quién te dio permiso?-
- Pues...¡Oye, eso a ti que te importa, es mi vida y yo llego cuando quiera y estoy con quién se me de la gana sin permiso de nadie!-

Hubo un silencio entre los dos, el moreno miraba el cuerpo del contrario discretamente, estaba sin camisa ya era típico de el, pero su abdomen lo volvía loco y más por sus formadas caderas lo que toda mujer envidiara, de todo el torso eso era lo que más le gustaba de el, pero su actitud de niño le molestaba pero en ciertas veces le agradaba.
-¿Entonces llegas cuando quieres? -
- ¡Si! -
-Y estás con quién se te dé la gana.-
- Creo que está claro.-
Se levantó aún sin decir nada, acercándose a él, por lo que el contrario retrocedía.

- Y no necesitas permiso de nadie...? -

Retrocedio hasta que se topo con la pared.
- ¿Acaso estás sordo viejo? -

En un moviendo rápido lo tomo, una mano en la cadera y otro en el mentón haciendo que lo mire.
- ¿¡Que haces vejete de mierda!?-
Y el contrario recargo sus manos en el pecho del mayor intentando alejarlo hasta pensó que ya se había sonrojado ante el agarre de su compañero.
- Y entonces....¿A mí no me importa? -
-¡Si maldito viejo sordo! -
El mayor solo se quedó callado observándolo unos segundos hasta que hablo con una sonrisa.
- Deberías cuidar tu boca....
-¿¡Que carajos dices?!-
-Que deberías cuidar más esa boquita....
Dijo pasando su mano por está.
- Nosé...tal vez algún día la utilices para algo más que insultar...-
Diciendo esto lo soltó, y entro al baño sin decir nada más. El albino se quedó estático, no sabía que significaba eso exactamente, solo se limito a tocar la parte donde tocó Kakuzu y no pudo evitar sonrojarse por completo.

{ En la sala }

Se podía observar al rubio durmiendo pacíficamente, hasta que un peli-cafe iba bajando las escaleras.
- ( Se ve que llegó anoche, Tks pero por la culpa de Hidan no pude satisfacerme con mi mascotita...) -
Pensó para después acercarse a el.
En eso bajo un chico con ojeras y cabello largo atado en una cola baja.
- Hola Itachi, ¿Que tal dormiste? -
Disimulo
- Bien gracias, pero, ¿Que hace aquí Deidara? -
En eso, Hidan que había escuchado parte de la conversación, bajo.
- Tranquilo, solo fuimos a dar una vuelta ayer pero regresamos tarde, no queríamos despertarlos asi que nos dormimos en la sala.-
Explico mientras bajaba con una camisa color negra a medio poner.
- Oh ya veo, está bien.-
- Por cierto, cuando se fueron Pain aviso que hoy sería día libre, así que nos dijo que podíamos salir o quedarnos, creo que el está en la aldea de la lluvia junto a Konan -
- Ah, está bien gracias Itachi.-
El contrario solo asintió y fue a abrir la alacena.
Kenaro se sentó en uno de los sillones simulando no saber nada. Hidan lo vió con cierto despreció aunque, claro no era tan obvio como para hacerlo a la ligera.