Capítulo 16

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La verdad es que habíamos encajado bien con los chicos, me equivocaba cuando pensé que eran unos engreído, porque me han demostrado ser todo lo contrario.
Hace ya una semana que quedamos con ellos por primera vez y hoy vamos a volver a vernos; además Emma y yo empezamos hoy las clases en la universidad y quieren saber que tal nos ha ido.
Son las siete de la mañana, y yo ya estoy despierta porque los nervios me comen. Las clases no empiezan hasta las nueve pero yo ya estoy arreglada para empezar el día. Me dispongo a empezar a preparar el desayuno cuando Emma sale de la habitación.
- Buenos días ¿cómo has dormido? - Le pregunté mientras metía las tostadas en la tostadora.
- Fatal, estoy muy nerviosa, ¿y tú? - dijo mientras se acercaba a la cocina donde yo me encontraba.
- Igual, al menos no vamos a llegar tarde el primer día - dijo Emma cogiendo una de las tostadas que acababa de sacar del tostador - ay, como quema.
- Emma, cariño, las acabo de sacar del tostador, espérate un poco a que se enfríen.
- Sí mamá...

...

Eran las dos y por fin habíamos terminando. Las clases fueron geniales, no tenían nada que ver a las clases de Madrid, y yo ya tenía ganas de volver mañana.
Salimos de la universidad y nos encontramos con Gavi y Eric, quienes nos esperaban apoyados al coche mientras miraban a todos lados.
- Ahí están - pude leer en los labios de Eric que se lo decía a Gavi.
- Hola chicas, ¿cómo ha ido? - preguntó Gavi.
- Pues bastante bien, ¿nos vamos? - dije después de saludar a cada uno.

...

Después de un largo día, por fin llegamos al piso. Estábamos muy cansadas, y Ferrán se ofreció a traernos cosa que no nos negamos. Fui directamente a la ducha y me puse la música al máximo para despejar un poco mi mente. Salí del baño y me metí en mi habitación para poder ponerme el pijama tranquilamente. Una vez puesto, la puerta de la habitación sonó y automáticamente se abrió dejándome ver a Emma quien traía el portátil en sus brazos.

- He encontrado una oferta y los he comprado - dijo esta sentándose en mi cama.
-  ¿Qué has comprado? - pregunté intrigada mientras me sentaba al lado de esta y viendo en la pantalla del ordenador la página web de Ryanair, por lo que supuse que serían los billetes para ir a Roma a ver a Nico.
- Los billetes, para ver a Nico - terminó de aclararme - nos vamos el día 21 de noviembre y volvemos el 26.
- Perfecto, supongo que Pedri no estará, ya que su cumpleaños es el día 25.
- ¿Todavía sigues así? - preguntó Emma, a lo que yo me eché las manos a la cara y empecé a llorar.
- No puedo sacármelo de la cabeza Emma, lo quiero y no puedo olvidarlo de un día para otro - dije intentando calmarme un poco.
- Valeria han pasado más de seis meses desde que lo dejasteis, ¿no crees que va siendo hora de que conozcas a otra persona?
- Es que no quiero conocer a nadie con esa intención, yo solo quiero estar con él - nunca antes me había sentido así y menos por un hombre, llamadme tonta pero es la primera vez que creo que estoy enamorada y este amor, para mi desgracia, no es correspondido. Cuando lo ví en aquella discoteca con aquella chica una parte de mi se rompió en mil pedazos, y ya sé que han pasado más de seis meses desde aquello pero no puedo dejar de quererlo.
- Bueno, pero por lo menos podrías tener algo de más confianza con los chicos, les hablas como si les tuvieras miedo o algo por el estilo -dijo Emma a lo que yo le respondí con un "lo intentaré".

...

2 de octubre del 2021

Me levanto como cada día a las siete de la mañana, pero con la diferencia de que hoy viajo a Madrid, bueno y Emma también. Hoy es mi cumpleaños, y el de Nico, obviamente, y mi madre decidió mandarme unos billetes para que fuera a pasar el finde a Madrid. Aunque al principio me negué, al final acepté; la verdad es que no tenía ganas de mi cumpleaños, el no tener a Nico cerca me provocaba mucha tristeza, y si encima iba a ser nuestro cumpleaños y por primera vez en 21 años íbamos a estar separados, me provocaba el doble de tristeza, pero bueno así aprovechaba y veía a mis padres y a los monstruosos de mis hermanos.

Eran las ocho de la mañana cuando Gavi llamó a mi teléfono.

Llamada

Gavi - ¿Valeria?

Valeria - Dime Gavi.

Gavi - ¿Estáis todavía en el piso?

Valeria - Sí, hasta las ocho y media no vamos a salir ¿por qué?

Gavi - perfecto, adiós.

Fin de la llamada.

Odiaba que me dejara con la palabra en la boca.

...

Después de unos veinte minutos, comenzamos a bajar hacia el coche porque aunque un madre me había regalado los billetes yo preferia ir en coche con más tranquilidad. Cuando llegamos abajo, al abrir la puerta me encontré con los chicos, quienes sostenían una tarta entre sus brazos con las velas del número 21

- Ay, me vais a hacer llorar- dije mientras me acercaba a ellos intentando no llorar, porque si, soy una llorica.

Empezaron a cantar el cumpleaños feliz y sople las velas, y lo único que pedí fue ver a Nico lo más pronto posible.

- Toma, esto es para ti - dijo Eric mientra me extendía una bolsa. La abrí  y dentro de ella había una lámina con las coordenadas de Barcelona, acompañado de una sudadera super bonita de color rojo, mi color favorito y por último una foto de los seis que nos hicimos el primer día nos conocimos.

- De verdad, muchas gracias no teníais que haber comprado nada -  dije mientras les abrazaba uno por uno.

- Toma Valeria, te queda este-dijo Gavi volviendo a extenderme una bolsa.

- Pero bueno, no entiendo porque me habéis comprado tantas cosas - dije abriendo la bolsa y encontrándome en ella una camiseta del F C. Barceloug con mi nombre y el número de Gavi en ella - pero bueno, esto sí que no me lo esperaba, aunque solo me la pondré cuando vaya a gerte, sabes que no soy del Barça dije y Gavi me sonreía mientras que asentía con la cabeza.

-Buello, venga, vamonos antes de que se nos haga más tarde - dijo Emma mientras se despedía de los chicos.
-Bueno chicos, muchas gracias por esto y mucha suerte en el partido de mañana, nos vemos a la vuelta - dije terminando de despedirme de ellos.

...

Después de casi 6 horas de viaje, por fin habíamos llegado a mi casa. Nos bajamos del coche y saqué las llaves para abrir la puerta encontrándome con toda la casa oscura y las persianas del salón bajadas. Abrí la puerta que daba al jardín y ...

Incondicional - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora