◆ѕєηтιмιєηтσѕ ησ ρєямιтι∂σѕ◆ 2/2

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Parte 2/2.

—Si no puedes llevarme yo lo entiendo— baja la mirada —sé que a veces no se puede. Pero no te preocupes, seguiré ayudandote con esto. No tengo ningún proble-..

—Irás a la escuela— interrumpe Emilio con una sonrisa.

La cara del pequeño es todo un enigma. Pasa de estar triste a estar emocionado en menos de un segundo. Sus ojitos sé llenan de lágrimas, y sin pensarlo, se baja de la silla corriendo directamente a los brazos de Emilio.

—¡Gracias, papá Emilio!— habla con su vocecita entrecortada —muchas gracias.

—Tú también irás Axel— menciona Joaquín feliz por la emoción de Eduardo.

—¿Es... enserio?— pregunta dejado su hamburguesa a un lado. No pensó que lo tomarían en cuenta por lo que había dicho.

—Si, es enserio— el castaño le regala una sonrisa a Axel.

—Pero... yo no les pedí nada— recuerda bajando la mirada un tanto apenado y confundido.

—Lo sabemos, pero es algo que nosotros les queremos dar— menciona el rizado —ustedes enserio me están ayudando bastante con todo esto así que se lo merecen. Y si, sé que no pediste nada, pero también sé que proteges mucho a Dudu. El Colegio Nabi es desde la primaria hasta la preparatoria, así que podrán verse en los recesos y así podrás estar al pendiente de él.

—¡Si!— grita con euforia el más pequeño de la casa —¡Vamos a ir a la escuela juntos, Al!.

—Gracias— Axel sonríe, pero aún no logra procesar tantas emociones en un sólo día.

—No tienen nada que agradecernos, chicos— menciona un sonriente castaño —esto es como símbolo de agradecimiento de nosotros hacia ustedes.

—Joaquín tiene razón— agrega Emilio —no hay nada que agradecer.

Todos, con enormes sonrisas en sus rostros  continúan comiendo. Eduardo comienza a hacerle muchas preguntas a Emilio sobre como es ir a la escuela. Estaba nervioso y aún no entra a clases.

Pero no cabe duda en que se divertida mucho. Intentaría hacer muchos amigo.

Como siempre lo ha soñado.

○   ○   ○

La cena pasa muy rápido. Estaban tan concentrados en el momento que no sintieron cuando terminó.

—Tenemos que terminar con la habitación de los niños— comenta Joaquín secando los platos que Emilio va terminando de lavar.

—Si, es verdad— sonríe emocionado —ya quiero ver como queda. Tengo altas expectativas de esto. Es como cuando pinté a mi gusto mi habitación por primera vez.

—Lo sé, esto es muy divertido— ríe Joaquín acompañado de Emilio —ellos también están felices.

Ambos adultos voltean a ver a los niños, quienes se encuentran jugando en la sala. Eduardo sonríe mientras le da "clases" a Axel, su mejor estudiante.

—¿Qué pasa?— pregunta Emilio al ver la tristeza en Joaquín.

—Nada— sonríe con nostalgia —es solo que... Cada que veo a Axel y a Eduardo... Me acuerdo mucho de mis padres— baja la mirada dejando caer una lágrima.

Hey— Emilio lo toma del mentón para que pueda verlo a los ojos —es difícil lo sé, también creciste sin ellos, pero tú abuelo siempre cuido de ti.

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