Capitulo l

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Iba corriendo una chica a toda prisa por las calles oscuras y desiertas de la ciudad de Tokio al parecer iba huyendo de alguien, ya estaba demasiado cansada pero no podía detenerse o le iría peor, volteaba cada tanto para ver si su perseguidor la seguía pero al darse cuenta de que ya no era así por fin pudo descansar en paz por un rato antes de regresar a su “hogar” en lo que conseguía otro lugar para vivir. 

Al llegar a su “hogar” después de un rato de correr la recibe una mujer de unos 30 años aproximadamente.

-Ya era hora de que llegaras – le reclamo, la chica solo asintió – trajiste los que te pedí 

La chica se acercó a entregarle lo que le pidió 

-Vaya vaya es más precioso de lo que imaginaba – dijo alzando la mana hacia la luz para admirar el anillo – haz hecho un buen trabajo – dijo con una sonrisa y felicitándola – sigue así y ya no dormirás en el suelo – le dijo y dando media vuelta se fue de aquel lugar sin más 

La chica emprendió camino al cuarto donde dormía, al legar se recostó encima de cartón que había en el suelo, esa era su cama se sentía sola, lo único que hacía que no se sintiera así era recordar los sueños que tenía sobre un chico de ojos color ámbar y brillantes como el sol y un cabello plateado y corto que parecía plata fundida simplemente hermoso ella sentía que era su príncipe azul o eso quería pensar.

Quería escapar de aquel lugar no quería seguir viviendo ahí y ya sabía a donde ir, era una fábrica enorme a las afueras de la ciudad ella sabía que ahí hacían carreras de motocicletas, solo esperaba el momento adecuado y no sabrían dónde buscarla y podría vivir tranquilamente, con esos pensamientos se tumbó a dormir.

Del otro lado de la cuidad había un chico en su cuarto recostado en su cama viendo el techo como si fuera lo mas interesante del mundo, hace días estaba raro y al parecer todos se daban cuenta pero a el no le importaba, tenia la cabeza en otro lado para ser mas específicos en una chica de ojos color chocolate y el cabello azabache no podía sacársela de la cabeza en los últimos días había soñado con ella pero no recordaba su rostro el sentía que esa era la chica de su vida pero no sabia donde buscarla o si estaba en lo correcto, ya le había contado a su primo y mejor amigo Miroku y el le había dicho que tal vez haci se imaginaba al amor de su vida o que el destino ya la había elegido y en alguna parte se encontraba. De repente unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos

-Pase - dijo levantándose de la cama para sentarse a la orilla de esta

-Te encuentras bien hijo – dijo una mujer de cabello negro y largo, de piel blanca y ojos color marrón, pasando a la habitación y sentándose al lado de su hijo

-S i madre, perfectamente ¿Por qué?

-Es que has estado muy raro estos últimos días - él se quedó pensando un rato en si contarle o no a su madre lo que le pasaba – Sabes que puedes contar conmigo – le dijo con una sonrisa y apoyando su mana en el hombro de su hijo

-Pues veras… últimamente eh estado pensando en una chica de ojos color chocolate y cabello azabache – al hablar de ella su madre se dio cuenta que se le iluminaban los ojos y supo que su hijo estaba enamorado
-Y de donde es esa chica – pregunto con una enorme sonrisa 

-Ese es el problema – hizo una pausa – no la conozco, eh soñado con ella pero no recuerdo su rostro

Su madre se le quedo viendo entre confundida y sorprendida, su hijo enamorado de una chica que solo ha visto en sueños y no recuerda su rostro 

-Madre tu crees en el destino? – pregunto viéndola a los ojos

-Claro hijo, siempre lo eh hecho y no dudo jamas en el, porque gracias a el destino se que tu padre estaba hecho para mi, estamos conectados por el hilo rojo – le dijo viendo lo a los ojos y noto un brillo de esperanza en esos ojos iguales a su padre

-Crees que tal vez ella exista y el destino nos unirá algún dia

-Si porque no, hay que creer 

-Gracias – le dio un abrazo

-No hay porque hijo para que estamos las madres, si no para escuchar a sus hijos – le dijo correspondiendo a su abrazo – así que anda a dormir que mañana es un día largo, recuerda que viene la señora Ikeda viuda de Higurashi y su hija

-Ok esta bien, pero es necesario que este presente 

-Sabes que si Inuyasha – dijo viéndolo con desaprobación 

-Ok ok madre ahí estare pero recuerda que en la noche saldré con Miroku y Kouga  

- Si ya lo se, descansa y dulces sueños – dijo y se retiro de la habitación

-Los tendre – dijo en un susurro, se recostó y se durmió con una sonrisa en el rostro y esperando volver a soñar con ella

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2015 ⏰

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