Amarte A Mi Manera |1|

19: Hasta pronto

Harry

Toda la mañana he estado dando vueltas en mí habitación.

No sé si podré ver a Louis en la escuela y actuar como si nada. Él seguramente escapara de mi y lo entenderé por hacerlo, pero eso no quiere decir que no duela.

El fin de semana me la pase encerrado en mí habitación, pensando en que cosas pude haber hecho y dicho para que no hubiéramos llegado a esta situación en la que él me odia y yo estoy que me muero de ganas de ir corriendo a pedirle perdón las veces que sean necesarias para que se cansé y me perdone. Pero no puedo retroceder en el tiempo.

Y como dice Niall, no todo es tan malo porqué finalmente él sabe que lo quiero y ya no tengo que ocultar mis sentimientos.

Ahora lo único que me preocupa es lo mucho que influye en mí cada cosa que él hace o dice. Un claro ejemplo es como me he sentido desde que nos volvimos cercanos. Me volví muy celoso, inseguro y me perdí por completo. Ante cada pelea me encerraba en mí dolor y luego lo perdonaba como si nada. Como si no me hubiera lastimado. Porqué una cosa es que no me corresponda, pero alejarse de mí e ignorarme para pasar más tiempo con su novia, es algo que no puedo justificar. Lo entiendo, pero debio explicarme desde que comenzó su relación con Hannah que ya no tendría tanto tiempo para estar conmigo como antes. Si él lo hubiera hecho nos hubiéramos ahorrado todas las discusiones y mí tristeza y enojo.

Ambos cometimos errores en nuestra extraña relación. Pero creo que es importante recalcar que no solo yo fui él que lo arruinó.

Ya di todo lo que tenía para dar de mí. Si él no me acepta, pues no puedo hacer nada. Solo espero que algún día pueda perdonarme por no ser sincero cuando me lo pidió.

—Cariño, se te hace tarde —dice mamá entrando a mí habitación—. Oye, ¿qué pasa? Te noto un poco apagado.

—Solo estaba pensando—murmuro—. Las cosas siempre pasan por algo, ¿no? Tal vez yo insistía tanto en seguir enamorado de Louis cuando la vida me daba señales de que no tenía porque insistir, que entonces decidió darme una pequeña probada de lo que sería estar en su vida para que me diera cuenta yo solo de que no tengo ningún espacio en su mundo.

Una vez que suelto lo que ha estado pasando por mí cabeza, me empiezo a sentir un tonto. Tenía sentido, pero al decirlo fue como estar hablando de una completa estupidez. Sin embargo, mamá me sonrió con ternura y decidió hablar.

—Hazz, no sé porqué razón Louis y tú se unieron, pero lo que si sé es que cuando lo hicieron, ambos cambiaron para bien. Al principio eran tímidos con la compañía del otro, pero luego... Luego comenzaste a llegar a casa con una sonrisa tan bonita que yo no podía entender cómo solo verlo te hacía tan feliz —explica sonriendo—. Y él, él te miraba como si fueras un gran místerio que necesitaba resolver. Te veía como si necesitara acercarse cada vez más y más a ti porqué no podía mantenerse alejado. Es por eso que ninguno duraba demasiado lejos del otro —ella limpia la lágrima que se desliza por mí mejilla—. De nuevo, no sé porqué sus caminos se cruzaron, no sé si fue casualidad o obra del destino. Como sea, tenía que ser así. Tú tenías que encontrarlo y él a ti.

—Pero... Lo arruinamos.

—Es normal. Nadie nace sabiendo amar —murmura—. Mira, no sé si él te corresponde o no, pero puedo asegurarte que sus ojos no brillaban tanto cuando hablaba de su novia como cuando hablaba de ti —vuelve a susurrar acariciando mí cabello—. Deja que ordene sus ides y aprovecha tú para hacerlo. Si no me equivoco, él volverá a ti tarde o temprano. Pero tú decides si lo vas a esperar o no.

—Me gustaría decir que no, que ya he esperado demasiado tiempo, pero sé que lo haré. Lo estaré esperando aún sin quererlo.

Me dejo abrazar por mí madre un buen rato hasta que ella me dice que debo ir a la escuela y que el miedo no es excusa para faltar. Por lo que me alistó y salgo de casa para ir a la parada de autobús.