Capítulo 186: Yami Kaede

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Pov 3ª Persona

Tanto Hanae como Yami se enfrentaban en un conflicto sin fin, las dos embestían a la una contra la otra en placajes directos de hielo y fuego oscuro, fueron tales los choques que hacían temblar todo el campo de batalla. No se podía decir de una ganadora cuando las dos estaban bastante igualadas, y a pesar de haber comenzado la batalla estaba claro que tenían un nivel parecido, o eso es lo que parecía ser. Primero se lanzaban, luego chocaban y por último desaparecían para volver a repetir la sucesión en el cielo o la tierra, todo era sin posturas, por sus alientos y forma de utilizar la esgrima.

-Patético, ¿esto es lo que mejor tiene la dama de las nieves? Para ser la más fuerte de las Kocho no me impresiona, creo que ser un demonio como Kanae te hubiera venido mejor, al menos te opondrías a mí con más brutalidad. Ella era como un angel, a pesar de serswr de origen oscuro, fue siempre alegre y anteponía sus necesidades a sus hermanas menores, eso es el verdadero amor, incluido a sus enemigos. Me causa pavor que seas de mi familia, te quiero fuera de mi vida.--Añadía de forma burlona la semidiosa chocando armas en el cielo, donde dos fulgores carmesí y blanquecino destruían todo a su alrededor, era la mítica fuerza de ambas lo que imponía el resultado. Sin embargo volvieron a desaparecer, y de manera continuada las dos enfrentaron sus armas en la tierra casi a una velocidad indistinguible.

-No me gusta que me llamen patética cuando tú eres peor que yo al ser una impostora. Yami Kaede, si te odio no es porque seas la copia de mi hermana, has matado a gente inocente, te aliaste con el enemigo cuando se supone que eres la parte mala, como tal pudiste ayudar a tu otro yo siendo una persona totalmente distinta, y la familia te habría aceptado. ¿Por qué? ¿Por qué guardas tanto rencor a Kaede?--Quiso saber la heredera del invierno rompiendo el choque dando una voltereta para ejecutar un corte horizontal desde el cielo, pero repentinamente fue desviado por un golpe con el reverso de la Kusanagi inversa, lo que la hizo ser empujada unos pocos metros atrás.

-Eso no son tus asuntos Kocho, mis riñas son con mi otro yo, pero si te encuentras tan interesada es meramente por mí. ¿Crees que solo heredé la parte sádica? Raiden le quitó la parte demoniaca a Kaede, pero cuando fue desprendida una parte de mí empezó a resurgir en su cuerpo, lo que dio origen a la forma oscura, el sadismo y la crueldad junto con los sentimientos negativos que almacenaba, el trauma de Douma, la indiferencia a los aliados o la parte demente de los enemigos, en resumen todas esas personalidades me conformaban a mí. Cuando salí mi plan era todo lo contrario a lo que quería ella, por tanto hice de todo para entrenar, fortalecerme a mi manera, mejorar la parte divina y oscura, y los resultados fueron increíbles, quien diría que este poder tan grande ahora es mío. ¿No lo entiendes? Yo soy la máxima expresión de la oscuridad, Yami.--Agregaba en un tono de seriedad total la cazadora sangrienta, su expresión se volvió amenazante y aunque no estaba molesta tal como su original le correspondía un semblante casi inexpresivo, la absoluta frialdad que le caracterizaba y a la que por eso muchos no querían acercarse a ella, y que por dicha razón los pilares decidieron alejarse y traicionarla.

--La traición...¡tú fuiste creada por la conciencia de Kaede cuando ella ni siquiera me conocía! Ahora lo comprendo, el dolor de perder a Kanae, el trauma, el odio hacia los demonios y a Muzan, la traición de la organización, tu conversión en demonio, todos los enemigos a los que te enfrentaste, la absorción de Raiden...y desde ese momento te alimentabas de sus emociones negativas, sus recuerdos dolorosos, y de los acontecimientos que fueron pasando hasta su despertar. Eres la versión antigua de Kaede sin incluir su parte bondadosa, la que amaba a Kanae y Shinobu sobre todas la cosas, aquella que no tiene piedad ante nadie, la oscuridad definitiva.--Añadió la pelinegra abriendo los ojos de la sorpresa y dando un paso atrás por temor, ahora ella comprendía que su contraria sufría un dolor inigualable, apretó su puño libre con fuerza, aunque se contuvo por no derramar lágrimas ya que fue su culpa el no haber sabido nada de ello eso antes, no obstante no podían existir dos personalidades, una debía de morir, quizás su hermana lo habría elegido mejor, pero es decisión propia lo que acontecerá en ese momento.

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