"Quiero probarte...". Susurró con malicia, y se agachó, lamiendo lentamente la mejilla de Kaji, saboreando su gusto a melón, haciendo que él cerrara los ojos con fuerza al igual que los dientes, asqueado.
"¡Waaaaaaaaaaaaaajjjjjjjjjjjjjjjjh! ¡Quítate de encima, loca! ¡Me das asco!". La empujó de repente, tirándola de lado sobre la cama, e inmediatamente salió de allí de un salto, corriendo hacia la puerta, pero Michiko reaccionó rápido y saltó de la cama con la velocidad de un gato y se lanzó sobre él, cayendo ambos pesadamente al suelo, comenzando a luchar entre si, forcejeando y dando vueltas por el piso alfombrado.
Ninguno de los dos iba a ceder, eran demasiado orgullosos como para rendirse ante el otro y Kaji, a sus 48 años, aún era tan salvaje y rebelde como Michiko con el contacto físico.
"¡Maldición! ¡Déjate coger de una vez! ¡Necesito cogerte ya!". Le dijo Michiko, tratando de sacarle la ropa entre toda aquella lucha de poder sobre el otro.
"¡Nunca! ¡Te odio, Michiiko Daimon! ¡Yo mismo te lo haría a ti si fuera un maldito violador!".
"¡Pero no lo eres!". Lo tomó fuertemente del cuello de la camisa, desafiándolo con la mirada. Ambos se habían detenido y respiraban agitadamente, lanzándose miradas de puñal y haciendo chirriar los dientes de furia. "¡Tú no eres ese tipo de mierda aunque seas el tipo más detestable que he conocido en mi vida, Hideki Kaji! ¡Odio sentirme atraída hacia ti de esta manera y sé que no pararé hasta tenerte aunque me des asco y me desprecie por querer hacer esto! ¡No quiero hacerlo pero tu aroma me está volviendo loca! ¡Tú me estás volviendo loca, idiota!".
Kaji también estaba furioso. A ella sólo le importaba tener poder sobre él, no sentir amor. Michiko estaba dejándose manipular por sus instintos de alfa sobre su condición de omega, y eso le destrozó aún más el corazón, odiándola con todo su ser, aún sabiendo que ella lo había olvidado porque sólo quería convertirse en una cirujana que sólo pensaba en salvar vidas .
Sonrió, resentido.
"¿Te doy asco? Pues yo te odio, Michiko Daimon, y te deseo lo peor sobre este mundo".
Michiko sonrió burlona.
"No eres el primero que me desea eso, idiota...". Y lo besó intensamente en la boca, furiosa, sin soltarle el cuello de la camisa.
Kaji cerró los ojos con fuerza, retorciéndose debajo de ella, furioso, pero, momentos después, comenzó a disfrutarlo, devolviéndose el beso con gran resentimiento. Michiko, entusiasmada por aquella enferma relación de odio y rivalidad que tenían, comenzó a sacarle rápidamente la ropa, con él haciéndole lo mismo, sin dejar de besarse con extremada energía y violencia.
Pronto estuvieron completamente desnudos, besándose y acariciándose sin parar sobre el suelo.
"¡Mierda! ¡Cuánto de odio, Daimon! ¡Ah!". La abrazó con fuerza contra su cuerpo, tirándo la cabeza hacia atrás, disfrutando de los besos, lamidas y mordiscos que ella le estaba haciendo sentir contra su piel caliente y enrojecida, de espaldas sobre el suelo, con ella encima de él, entre sus piernas abiertas.
"¡Y tú me das asco, Kaji! ¡Odio lo que me haces hacer!". Furiosa, lo mordió en el hombro sudoroso y acalorado, haciéndolo gritar.
"¡Agh! ¡Carajo! ¡Maldita hija de perra!".
Pero lo disfrutó mucho, muchísimo, estaba realmente excitado, y no, no amaba a esa Michiko Daimon, la odiaba, pero estaba tan desesperado por tener sexo que no le importaba cómo se lo hicieran. Desde que había sido marcado por aquella Michi a la que él tanto extrañaba, no había podido hacer de nuevo el amor con nadie, ni siquiera con su fugaz esposa y por ese motivo se había divorciado. Antes del acto sexual, a Kaji siempre comenzaba a dolerle la cabeza terriblemente, pero ahora no sentía nada de eso y quería aprovecharlo, como fuera, con quien fuera...
"Quiero partirte en dos... ¡Dios! ¡Necesito partirte en dos!". Exigió Michiko, chupando desesperadamente los pezones de Kaji que ya estaban tremendamente enrojecidos y erectos mientras él la tenía sujeta por el cabello con ambas manos, disfrutando de cada caricia ruda de parte de ella.
"¡Entonces, tómame, perra! ¡Viólame si eso es lo que quieres! ¡Dios!".
Sin esperar nada más, Mchiko se puso de pie tomándolo fuertemente del brazo para darlo de cara contra la pared, dejando a Kaji desesperadamente nervioso, urgido y asustado, con las palmas de las manos y la cara contra el muro, respirando agitadamente.
Sonriendo maliciosamente, Michiko se apoyó contra su espalda, apoyando sus pechos calientes y sudorosos contra él, tomándolo de repente de uno de sus glúteos, con tanta firmeza que lo hizo brincar por la sorpresa, dando un pequeño gritito de miedo.
"¿Este lindo y paradito culito está listo para que lo penetre como una condenada, Kaji? Dime... ¿Aún quieres que te parta al medio? Estoy tan encendida que seguramente voy a ser muy ruda contigo, maldito infeliz... Me hiciste perder la cabeza y eso nunca te lo perdonaré". Le susurró al oído, haciéndolo estremecer. "No sé lo que me está pasando contigo, se supone que sólo me dedicaría a hacer cirugías, pero tú me estás haciendo perder el control y hacer estas cosas asquerosas y te odio por eso, Hideki Kaji...".
Él sonrió, le estaba gustando todo aquello. De alguna manera, al ser ella un alfa y él un omega, la estaba dominando, obligándola a hacer cosas que ella no quería hacer, y eso no hacía más que excitarlo aún más.
Por fin había encontrado la manera de tener a aquella mujer soberbia postrada ante sus pies. Con sexo.
Aquello iba aser muy divertido para él y haría pagar a Michiko el haberlo enamorado, embarazado, abandonarlo y olvidarlo como si nada más importara.
"¿Vas a seguir hablando o me vas a coger de una vez, tonta?". La desafió.
"¡Dios! ¡Cómo te odio pero cómo me calientas!". Lo tomó fuertemente del cabello y lo besó violentamente en la boca mientras comenzaba a penetrarlo con el dedo dentro del ano, haciéndolo gemir de dolor y placer a la misma vez. Como omega, él ya estaba bastante lubricado con el juego previo que habían tenido minutos antes.
Mientras le comía la boca a besos y lo penetraba una y otra vez con los dedos, haciéndolo gemir fuertemente contra su boca, Michiko comenzó a excitarse tremendamente y sintió que su vagina comenzaba a hervir y a excitarse inmensamente, su lado alfa estaba haciendo despertar sus genitales reproductivos dormidos hacía mucho tiempo atrás.
Aunque su cerebro se negaba a recordar, su lado alfa quería reclamar a su omega reclamado hacía mucho tiempo atrás y hacerlo suyo una vez más.
Cuando sintió que estaba lista para penetrarlo, dejó de besarlo y soltó su cabello, tomándolo por las caderas con ambas manos, parándose de un modo tal que su propio pene femenino apuntara contra el apetitoso ano de su omega, que se había afirmado fuertemente contra el muro con las palmas de las manos, dejando caer la cabeza entre los brazos, con los ojos cerrados fuertemente y respirando profundamente, preparándose para sentir la penetración que estaba seguro que no iba a ser para nada suave porque Michiko estaba furiosa con él.
Dejándose llevar por su instinto de alfa, Michiko tomó la punta de su propio miembro y lo apuntó contra el trasero de su odiado amante y rival, dispuesta a hacerlo su omega, sin recordar que ya era suyo desde hacía mucho, tanto en el pasado y en el futuro...
¡Y al sexo lo dejamos para el próximo capítulo, ja ja jaaaaaaa! Obviamente este jueguito traerá su consecuencia, por calentones, diría yo.... je je XD
Ahora Kaji, para desquitarse de Michiko, va a comenzar a coquetearle cada vez que quiera tener sexo con ella, la seducirá y jugará con su lado alfa utilizando su lado omega, a sabiendas que Michi se desquitará haciéndole el amor como una bestia, je je XD
En algún momento ella recordará todo, y más vale que lo haga, el tiempo pasa y no se detiene, sobre todo para nuestro Kaji. ¡Muchas gracias por leer, puntuar o comentar! ¡Esta vez le toca a Kaji ser el malvado y hacer sufrir a Michiko!
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DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON. MI RIVAL, MI OMEGA, MI AMANTE... OTRA VEZ (Doctor-X)
FanfictionKamisama le da una oportunidad a Michiko para volver a conocer a Kaji siendo ellos más jóvenes y así poder conquistarlo y volver a formar una familia con él con un poco más de tiempo para estar juntos, como mujer alfa y hombre omega, pero no contó c...