Vino y armas

El día de los Tontos 03

"Pero para ser justos, hace que la gente se sienta segura."

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"¿Nervioso?" Preguntó el viejo Hunter.

En este momento se sentía como un desafortunado padre soltero con un hijo a cuestas porque, al mediodía de un día soleado, Medalen y él estaban sentados en un restaurante de comida rápida. El chico estaba comiendo una enorme hamburguesa en una posición grosera que no iba para nada con su buen aspecto y tenía un poco de salsa en la comisura de los labios.

Existían muchas preguntas para las que Orion Hunter no sabía las respuestas: por ejemplo, sabía que los niños que crecían tendían a comer mucho, pero seguía sin entender cómo Medalen podía comer tanto; por ejemplo, no sabía por qué invitaba a este niño a cenar una y otra vez, cuando el orfanato en el que se alojaba proporcionaba a estos pobres niños traumatizados todo tipo de comida saludable cada día bajo la atenta mirada del WLPD; y por qué había aceptado una comisión del chico sentado frente a él, cuando era obvio que no podía pagarle ni un solo centavo.

En resumen, siempre invitaba a comer al muchacho e investigaba los asuntos relacionados con Herstal y la Mansión de las Secuoyas a petición de Medalen, y también por su propia curiosidad, lo que se convirtió en una buena razón para sus frecuentes encuentros.

Aunque, si los agentes de la policía de Westland hubieran sabido de los frecuentes encuentros de Medalen con un cazarrecompensas, su primera reacción de seguro seria arrestar inmediatamente a Hunter.

Medalen, lamiendo la salsa de la comisura de su boca con intención, miró a Hunter y le preguntó: "¿Por qué debería estar nervioso?".

"Mañana es la audiencia previa al juicio en el caso Slade, y estas obligado a asistir como testigo". Señaló Hunter. Hizo una pausa, pero decidió explicarle un poco a la otra parte en qué consistía la audiencia previa al juicio: "... Y una de las partes importantes es que el fiscal y los abogados demandantes presentarán las pruebas que han reunido ante el juez, y éste juzgará si es necesario que comparezcan como testigos o no en el juicio oficial. "

—Según las expectativas de Hunter, Medalen de seguro seria aceptado a comparecer ante el tribunal. Aunque las víctimas en este caso eran todos menores de edad, eso no era prueba de que sean mentalmente incompetentes, por lo que los testigos tendrían que declarar si no había ningún accidente de por medio.

La idea de estos niños parecidos a corderos frente al equipo legal de Slade inevitablemente le producía algunos dolores de cabeza, pues sin duda serían destrozados por esos elocuentes abogados de lengua afilada. Además, era demasiado cruel pedir a un grupo de niños que habían sufrido abusos sexuales que contaran su episodio traumático en público una y otra vez.

Medalen lo miró fijamente durante unos segundos, sin tener ni idea de todo lo que estaba pensando, y luego le preguntó: "Tú tampoco crees que el resultado del juicio sea positivo, ¿verdad?".

"¿De dónde has sacado esa idea?" Hunter preguntó secamente a su vez. El muchacho hizo una pregunta que no sonaba como algo que haría un niño.

"Se notaba por la forma en que la señora fiscal frunció el ceño cuando vino a hacernos preguntas, y aunque nos aseguró que todo iría bien, tenía escrito claramente en su cara 'No creo que el juicio vaya a salir bien'".

Medalen se encogió de hombros despreocupadamente y robó una salchicha del plato de Hunter con su tenedor antes de continuar: "He preguntado a los chicos con los que me rescataron en los últimos días y ninguno de ellos ha visto a Slade en la Mansión de las Secuoyas o donde nos retuvieron, así que sólo es posible identificar a ese tal Rowan basados en nuestros testimonios pero no hay forma de decir que Slade fue el responsable del secuestro".