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Este capítulo es narrado por James
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— Gilbert... Lo lamento...

Eso fué lo último que dije. Sentí como toda mi magia se desvanecía, sentí como todo rastro de vida comenzaba a abandonar mi cuerpo. Por un momento escuché las voces de los demás, pero luego todo fué un zumbido. Y luego... Silencio. Mis ojos se sentían pesados, pero luego de un poco de esfuerzo, logré abrirlos. Me encontraba en un lugar totalmente oscuro, ¿Acaso estaba muerto?... Si era así, al menos cumplí con mi objetivo, ¿Verdad? Los demás podrían vivir sin correr peligro por Joseph.

Estaba solo, de pié en aquella oscuridad. No me agradaba, pero no sabía qué hacer. Solté un suspiro, y justo en ese momento ví una luz a lo lejos. Se estaba acercando a mi. No pude divisar bien lo que era hasta que lo tuve prácticamente frente a mi. Era un pez Koi, dorado y brillante... Como el que solía hacer mi padre con su magia. Lo hacía cada vez que me sentía triste, y lograba alegrarme. Aquel pez sólo nadaba en el aire, recordandome en ese momento que la magia era algo realmente maravilloso. Quise tocarlo, pero en cuanto me acerqué más, sólo se fué. Lo seguí por instinto. Tuve que correr ya que se movía a toda velocidad. En cierto momento lo perdí de vista, pero a lo lejos logré ver algo. No estaba seguro de lo que era. Parecía... Un salón, con niños y un profesor. A medida que me acercaba iba reconociendo mejor aquello... Era un recuerdo mío. Cuando estuve lo suficientemente cerca, logré escuchar lo que decían.

— Bien, ahora, ¿Qué piensan del tiempo? Pasado, presente, futuro, ¿Creen que significa algo? — Preguntaba un profesor a sus alumnos, los cuales lo escuchaban atentamente. Se las había arreglado para que todos sintieran interés por la clase, y ahora esperaba que alguno de ellos decidiera responder su pregunta. En cuanto uno de sus alumnos, el más callado, levantó la mano, sonrió ampliamente. "Bingo" lo escuché decir por lo bajo, como si hubiera logrado algo increible— ¿Si? ¿Quieres compartirnos lo que piensas? Recuerden que ninguna respuesta es incorrecta.

Allá, en el fondo, un niño luchaba contra su inseguridad. Se puso de pié y suspiro, sería la primera vez que hablaría frente a toda la clase, y la emoción del profesor en ese momento sólo lo estaba poniendo más nervioso. Yo sólo observaba todo atentamente. Recordaba esto a la perfección.

— Y-Yo...— Se detuvo un momento y aclaró la garganta, juntando fuerzas para hablar fuerte y claro— Mi padre, un hombre que aspira a cosas grandiosas, mi modelo a seguir, me ha hablado mucho sobre eso. He escuchado a muchas personas hablar sobre el tiempo, pero nunca como lo hace él. Él siempre habla con mucha pasión y emoción sobre lo que sea...— El niño permaneció en silencio unos segundos, intentando pensar qué decir sin desviarse más del tema que realmente importaba— Él suele decir que el tiempo es indefinido. Tanto para nosotros como para el mundo que nos rodea. Pasado, presente, futuro. Son cosas por las que solemos preocuparnos demasiado. No podemos retroceder o adelantar una línea de tiempo. El pasado es sólo algo que ocurrió y no podemos cambiar. Sea bueno o malo, debemos intentar aprender de ello. El futuro es incierto, no podemos anticipar lo que ocurrirá. Es bueno tener metas, pero planear todo para que salga de una forma exacta no tiene sentido, porque jamas funcionará. Incluso con visiones. Y el presente... Bueno, es eso, un presente, un relgalo, y hay que aprovecharlo al máximo.

𝙔𝙊 𝙈𝘼𝙏𝘼𝙍𝙀 𝙈𝙊𝙉𝙎𝙏𝙍𝙐𝙊𝙎 𝙋𝙊𝙍 𝙏𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora