Después de la muerte

Lan Zhan

Lan Zhan despertó exhausto, su cuerpo pesado apenas respondía. Con un parpadeo, abrió los ojos, pero la luz del sol solo acentuó su ceguera momentánea. Los recuerdos de la disciplina y la cruel pérdida de Wei Ying lo atormentaban, como sombras que persisten en la oscuridad. Intentó erguirse, pero sus piernas se negaban a sostenerlo, como si el peso de la tragedia lo hubiera anclado al suelo. Mientras lo intentaba, resonaron voces de juniors cercanos que, ajenos a su dolor, comentaban frívolamente sobre la muerte del patriarca Yiling.

Lan Wangji, envuelto en su propio sufrimiento, permaneció inmóvil, sin saber cuánto tiempo llevaba postrado en esa cama que ahora se sentía como un lecho de espinas. Solo lágrimas silenciosas escaparon de sus ojos, como gotas de cristal que caen en un abismo sin fin.

Después, se negó a aceptar la cruda realidad de la muerte de Wei Wuxian. Sumido en un caos interno, Lan Wangji se convirtió en "el que va donde está el caos", una sombra errante entre los despojos de lo que una vez fue. Entre todos los que repudiaban a Wei Wuxian, un joven de pocas palabras persistía. Noches tras noche, tocaba una melodía, esperando en vano que Wei Ying respondiera. Lan Xichen, testigo de la tristeza de su hermano, compartía su pesar, consciente de que Lan Wangji amaba y amaría siempre a su primer amor perdido.

Jiang Cheng, por otro lado, ocultaba su propio dolor tras una fachada de odio. Durante esos interminables 13 años, su corazón albergaba un vacío que solo podía llenar el hermano que había perdido. Aunque se regodeaba en su desprecio hacia aquellos que seguían el camino de Wei Wuxian, la máscara de odio apenas ocultaba la profunda herida que le dejó la pérdida.

En un día normal, en el Receso de las Nubes, la atmósfera reflejaba la tristeza que pesaba sobre ellos. La brisa fresca llevaba consigo un lamento, y el cielo nublado parecía llorar una llovizna lenta y dolida. La noticia de una tragedia rompió la monotonía, y Lan Xichen corrió hacia el lugar donde se encontraba Lan Wangji. Allí, entre una mini montaña de conejos, yacía su hermano, Lan Wangji, con la piel blanca resplandeciendo bajo los rayos del sol y las lágrimas derramándose en silencio.

El mundo del cultivo quedó estremecido al enterarse de la partida del Segundo Jade. Rumores sobre las circunstancias de su muerte susurraban en los corredores, pero Lan Xichen y el antiguo líder, Lan Qi Ren, compartían un luto silencioso. En el Receso de las Nubes, todos se unieron en un duelo colectivo.

Mientras tanto, Lan Wangji despertó en un lugar etéreo, rodeado por una luz irreal. Una voz femenina, ronca pero agradable, le anunció una recompensa divina por su espera y amor inmenso. Pero sus últimas palabras se desvanecieron, dejándolo con la incertidumbre y una inquietante sensación de pérdida.

Al abrir los ojos nuevamente, Lan Wangji se encontró en una habitación moderna, alejado de la tristeza de su sueño. Sin embargo, la sombra de la melancolía persistía, y la palabra "Wei Ying" resonaba en su corazón, despertando una necesidad profunda y dolorosa de encontrar a esa persona.

Así comienza un nuevo capítulo en la vida de Lan Zhan, Lan Xichen y otros personajes, donde la tristeza teje sus hilos invisibles entre los destinos entrelazados.

Edit: Entonces me di cuenta de la tristeza y melancolía que afrontaba en mi memoria, vine renovada y dispuesta a mejorar mi trabajo, la coherencia es lo que aveces carecía en mi mente y corazón y sin ser alguien elocuente trataré de enseñarles todo lo que pienso el día de hoy.