Quien diría que uno de los piratas más temibles seria asesinado por un templario. Barba Negra mi mentór, maestro y como un padre. Me crió y educo como pudo, yo y mi hermana fuimos sus niñas.
-Terrens ya es hora de que nos apuremos.
-Vale, Rayne.Al llegar a la isla tortuga corrí por los pastizales ocultandome de los guardias mientras la flota atacaría el lugar. A lo lejos vi una gran casa color blanca con ventanas de cristal. Corrí hasta llegar a una de las ventanas. Escuche unos gritos que provienen del interior de la casa, pero algo no me cuadra. Esa voz es muy familiar, es la vos de Misao.
-No me toques, alejate de mi.
-Calla zorra.
-Nooo por favor, lo suplicoooAl ver por el cristal varios guardias templarios estaban sujetando a Misao mientras que otro penetrándola sin pizca de piedad. Enfureci y ropi la ventana con mi cuerpo, entre y le dispare en la cabeza a uno de los que la sujetaban. Los otros vinieron pero el que la estaba penetrando se quedo violándola. Asesine a los 3 guardias y corrí hacia el que faltaba. Me deslice por debajo de una mesa y agarre al templario hice que callera al suelo y puse mis rodillas justo enzima de sus brazos.
-No vivirás para contar lo que has hecho.
-¿Que harás maldita ramera?
-¡Matarte!Deslice mi cuchilla sobre la traquea de este haciendo un corte. Corrí hacia Misao pero ella no respondía. Al darme cuenta Misao estaba muerta, pase las manos por mi cabello y las lágrimas brotaron. Grite abrazando el cadáver de mi hermana, apenas tenia 11 años de edad y ese mal nacido la asesino. Edward y Rayne escucharon mis gritos y entraron.
-¿Terrens que paso?
-Mataron a Misao.
-Maldita sean los templarios.
-No pude salvarla, no pudesalvar a mi hermana.
-Terrens no es tu culpa.
-Si lo es.
-Terrens vamos, tenemos que zarpar.
-No, yo me la debo llevar, ella no se quedara aquí.
-¡Terrens cuidadoooooo!
-¿Donde? AhhhhhhhhhhhAhhhhhhhhhhh, (jadeo)
Me levanto jadeante, pálida, toda sudada y la piel fría. A sido solo un sueño. Un sueño de El Pasado.