bañito de agua mágica

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Minho se encontraba recostado en el pecho de Jisung, pues este le estaba dando mimos en su pelito y él lo estaba disfrutando mucho, ¡Incluso sus ojitos se estaban cerrando porque le estaba dando sueñito!

—Sunggie...—murmuro bajito y apoyo su mentón en el pecho del mayor para mirarlo.

—¿Qué pasó terroncito de miel?—presto toda su atención a su bebito.

—Minnie tiene sueñito sunggie—solto un bostezo y restregó sus manitas hechas puñitos en sus ojitos.

—¿Qué te parece si te doy tu bañito con mucha espuma, juguetes y después vamos a dormir bebé?—sabía que la idea le agradaría a su bebé, le gustaba mucho bañarse y jugar con sus juguetitos que cada vez eran más.

—¡Síp sunggie!—y de repente parecía que ya no tenía sueño y era una bolita llena de energía otra vez—¿Puedo meter los juguetitos que yo quiera?—preguntó emocionado, ¡ya quería estar en el agua y jugar!

—Sí mi amor, los que tú quieras—sonrió, su bebé era una cosita tierna.

—¡Yupi!—se levanto del pecho del mayor y lo jalo de sus brazos—¡Vamos papi sunggie!

El mayor soltó una risa enternecido, amaba mucho a su minnie.

—Vamos bebé.

Se dirigieron al baño a pasos apresurados, pues honnie estaba muy ansioso y muy emocionadito, además amaba pasar tiempo con su papi.

—Brazos arriba honnie—dijo jisung y su niño obedeció, tomo la camisa de gatitos que traía minho del borde y se la quito con sumo cuidado, no quería lastimarlo—Piernita derecha arriba mi amor—minnie hizo lo pedido e igual con su piernita izquierda.

Siguió con la ropa interior y después las calcetitas, toda la ropa de honnie era de gatitos, pues le encantaban mucho.

—¡Ya papi, vamos!—hablo con mucha emoción.

—Espera bebé, aún no preparo el agua y no creo que te quieras bañar con agua fría, sin juguetitos y espuma, ¿Verdad?—Honnie nego y formó un tierno puchero, ¡sunggie no se apuraba!

Cuando Han ya hubo terminado de preparar el agua, metió con mucho cuidado a Minho, no quería que resbalara.

—¡Mis juguetes papi!—pidió alarmado, no podía darse su bañito sin ellos.

—Toma pastelito—el mayor saco muchos patitos de hule, pececitos, gatitos, ardillitas y muchos más juguetes del cajón que tenían ahí en el baño, cuando supo que a su pastelito le gustaba mucho tener juguetes a la hora del baño se encargo de comprarle muchos y tener un cajón especial para esas ocasiones.

Honnie apenas y tocó el agua, se sentó rápidamente en la tina y comenzó a jugar muy feliz, ¡era su actividad favorita de la noche!

Jisung tomo la manguerita de agua que tenían ahí y comenzó a mojar la cabecita de su niño y después todo su cuerpecito, cuando termino de mojar completamente a minho cerró la llave y tomo dos shampoo.

—¿Cuál quieres mi amor?, ¿Vainilla o el de fresas?—minho lo miro por un largo minuto con sus ojitos entecerrados pensando seriamente en cuál elegir, después de otro minutos más se decidió.

—¡Vainilla, sunggie!—acató la orden del bebito, echo la cantidad exacta para el pelito de minnie y con cuidado dirigió sus manos a la cabecita de su bebé

—Cuidado con tus ojitos omega.

Cerro sus ojitos con mucha fuerza, no quería que le cayera shampoo en estos, la última vez que ocurrió eso termino llorando y con sus ojitos muy rojitos. Minutos después el alfa termino de enjuagar el pelito de su pareja.

—Ya puedes abrir tus ojitos minnie—apenas y termino la frase y minho ya tenía sus ojos abiertos comenzando a jugar de nuevo con sus juguetitos.

Siguió con su cuerpecito hasta terminar de bañar a su omega por completo. Cuando se acercó con la toalla al menor, este se negó con un puchero.

—¿Ahora que ocurre terroncito de miel?—pregunto con fingida preocupación.

Siempre pasaba lo mismo al terminar los bañitos de agua mágica, así los llamaba minho.

—Otro ratito más por favor alfita—rogó con un tierno puchero en sus labios, quería seguir jugando un poquito más.

—Amor, ya es tiempo de salir, además aún tienes que cenar algo, tu estómago no puede estar vacío—explico.

El lobito de minho soltó un gruñido muy aterrador (según el) pero tierno para el alfa. Estiró sus bracitos en dirección a su alfa y este lo enrollo en la toalla como un burrito y el omega rio divertido por eso.

Cuando llegaron al cuarto de ambos el alfa se encargó de dejar al omega sentadito en la cama mientras el le buscaba su ropita.

—¿Gatitos o Zorritos?—le pregunto con dos conjuntos en mano aunque ya sabia la respuesta.

—¡Gatitos papi!—respondió emocionado, el omega de verdad amaba los gatitos.

Jisung camino hasta posarse enfrente del omega y comenzó a cambiarlo con mucho cuidado, no quería lastimar a su bebé.

—Yyy... ¡listo!–sonrió cuando terminó de ponerle sus pantuflas de gatitos al menor—Pero que precioso se ve mi bebé.

Minho se sonrojo ante las palabras de su papi y soltó una risita, amaba cuando su papi lo mimaba y lo trataba con mucho amor.

Así era siempre.

—Sunggie también es muy guapo—halago sonrojado y tímido.

El alfa rió ante eso.

—¿Qué quieres cenar mi amor?—preguntó mientras lo tomaba en sus brazos y lo llevaba a la cocina.

—Quiero un chanwis sunggie—contesto sonriendo—¡Mejor quiero dos y jugo de durazno!

—Lo que mi príncipe pida—lo dejó sentadito en una silla y después dejo un beso en su naricita.

El mayor se dedicó a preparar la cena de su bebé y a servirle su adorado jugo de durazno, pues al pequeño le encantaba. Tras 10 minutos terminó de hacer la cena y se dispuso a cenar junto a su pequeño.

No podía sentirse más agradecido de tener al omega en su vida, pues desde que este llego todo en su vida era felicidad, amor y muchos mimos, se sentía tan feliz.

—¡Listo papi!—dijo y dio saltitos en su lugar a modo de felicidad.

—Muy bien amor, te hago tu biberón y nos vamos a dormir, ¿sí?—tras el asentimiento del pequeño se paro de su silla y dejo los trastes usados en el lavadero y después hizo el biberón del omega.

Cuando hubo terminado tomó a su bebé en brazos y le entregó el biberón, subieron a la habitación y el alfa recostó al omega y después se acostó a su lado.

—Te amo papi, descansa, buenas noches—dejo un beso en la mejillita esponjosa de jisung y procedió a tomar su biberón.

—Papi también te ama gatito, descansa—paso su brazo por la cintura del menor y lo abrazo.

Espero hasta que el pequeño durmiera para irse a bañar y terminar algunas cosas del trabajo, pues gran parte del día se la pasó con el omeguita de cabellos castaños.

De verdad que era muy afortunado de tenerlo como su omega.

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2022 ⏰

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