Like I Can [James Potter] (Wattys2022) ✓

41. Me mato

1 de septiembre de 1992

Bien ya era hora de que los niños fueran a Hogwarts y él más asustado era Asher, la verdad es que él y Neville se hicieron muy unidos y siempre estaba prestándole atención al último cuando hablaba de plantas. Eso hizo que Neville se alegrara, aunque Harry y Ron también le solían prestar atención. No me cansaría de decir que me alegraba muchísimo de verlos a los cuatro tan unidos. Asher, Remus e Ivy se quedaron en nuestra casa algunos días al igual que Sirius y Freya que ya tendría en unos días cinco meses así que podríamos saber que era el mini Black. 

Como dije Asher estaba demasiado nervioso de ir, obviamente por su condición, pero Harry, Ron y Neville le prometieron que estarían ahí para ayudarlo en todo. Incluso Minnie que había venido hace unos días, le dijo a Asher que estaría con él al igual que estuvo para Remus en sus años de Hogwarts. 

No paraba de tener deja vus con los niños y no era nada malo, es más, era algo lindo, ya que me recordaba a esas épocas donde también éramos felices y habíamos hecho tantas cosas juntos.

Estaba demasiado emocionada por los niños porque no podía creer que este año Ron, Neville y Harry irían a segundo y Marie iría a tercero. Odiaba que el tiempo pasara tan rápido, siempre me gustaba ver las fotos de ellos cuando eran pequeños y recordar todos los momentos que habíamos pasado juntos. Obviamente, faltaba mucha gente, Dorcas, Marlene, Augusta, sobre todo Alice y Frank que merecían ver crecer a su hijo. A veces solía ir a verles y me dolía verlos de esa manera, ellos no se merecían nada de eso y a veces sentía culpa porque dentro de mí creía que era mi culpa, que debía haber hecho algo para impedirlo. Recuerdo que fue días después de que me entregaran a Harry, aunque no lo recuerdo bien, lo único claro es que si lo hubiera sabido, hubiera hecho hasta lo imposible para que Neville los tuviera a su lado, al igual que a Augusta. 

Siempre le contaba a Neville de lo maravilloso que eran sus padres y su abuela, le contaba como se conocieron y como se enamoraron, porque era una gran amiga de Alice y aunque solía negarle a Frank las salidas, pero al final Frank logro convencerla. 

Su historia de amor era maravillosa y siempre los recordaría con cariño y haría hasta lo imposible para mantener a salvo a Neville, porque sabía que ellos hubieran hecho lo mismo por Marie o por Harry.

Ahora todos nos encontrábamos desayunando, gracias a Merlín aún nos daba tiempo antes de irnos, ya que la última vez fuimos justos.

—Asher, ¿estás bien? —le pregunté al verlo que estaba jugando con la comida.

—Si tía Addie —susurro él regalándome una pequeña sonrisa.

—¿Seguro? —él asintió y empezó a comer un poco.

El resto del desayuno como siempre nos la pasamos entre risas, aunque es verdad que cuando acabamos de desayunar mire a Asher.

—Asher, ¿puedes acompañarme arriba? —él asintió un poco confundido, pero los dos subimos y entramos a mi habitación. Cerré la puerta y los dos nos sentamos en mi cama— ¿Qué ocurre cariño? —él soltó un pequeño suspiro.

—Tía Addie, ¿y si no le agradó a nadie en Hogwarts? Tal vez incluso Harry, Ron y Neville me dejen de hablar. Siento que no debería ir ahí con mi condición, ¿y si le hago daño a alguien? No creo que me merezca ir a Hogwarts, no les dije nada a mis padres porque no quería preocuparlos —lo miré con una pequeña sonrisa.

—Cariño, nada de lo que dices es verdad, mira tu condición no te hace ser un monstruo si es lo que piensas. Eres el niño más maravilloso que conozco y sé que les agradaras a todos. Si no es así, ¿qué importa? Tienes una gran familia que te ama y va a estar siempre a tu lado, pase lo que pase. Te mereces lo mejor del mundo después de todo y nosotros estaremos para ti —él me miro con lágrimas en los ojos y me abrazo. Le di pequeñas caricias en la espalda mientras lo abrazaba—. Mi niño, no llores... Los ojos bonitos no lloran.

—Gracias por todo tía —nos separamos un poco y le regalé una pequeña sonrisa.

—Siempre que me necesites aquí estaré —él asintió y los dos nos levantamos para bajar porque debíamos irnos. Cuando ya estuvimos abajo, Remus nos vio con una sonrisa sin decir nada. James se acerco a mí y le removió el pelo juguetonamente a Asher logrando que riera y se acerco para abrazarme por los hombros.

—¿Listos familia? —asentimos a la pregunta de Sirius y salimos de casa para subir a los coches e ir a la Estación.

En todo el camino Neville, Marie y Harry estuvieron hablando sobre lo que harían una vez que llegaran a Hogwarts, yo solo rezaba porque no se metieran en líos, pero conociéndolos bien sabía que este año también sería un año cargado de emociones.

No sabía muy bien como diablos lograban estar en el momento de cada suceso, una creyendo que Harry tendría un año normal, y ya se había enfrentado a un Troll y a un profesor loco que tenía detrás la cabeza de Voldemort. La cosa mejoraba cada vez más, pero pensándolo de otra forma nos tenía a nosotros y no estaría solo enfrentándose a los problemas.

Al llegar salimos todos del coche mientras James iba con Marie a por los carritos para dejar el equipaje, en lo que esperábamos Neville y Harry me contaban sus planes para este nuevo año, yo me limite a verlos con una gran sonrisa.

Cuando ya estuvimos listos entramos todos juntos a la Estación y caminamos hasta el andén 9¾, obviamente los niños iban más adelantados riendo y hablando de todos sus planes. Cuando llegamos poco a poco empezamos a cruzar y Asher lo hizo con Remus e Ivy, fue algo lindo ver, la sonrisa del pequeño al verlos a ellos a cada lado suyo. James y yo cruzamos y caminamos con el resto. Cuando era la hora de despedirse empece a buscar con la mirada a Harry, pero no estaba al igual que Ron.

—¿Qué ocurre cariño? —me pregunto James, yo lo mire.

—¿Has visto a Harry y a Ron? —James los busco con la mirada también.

—Cariño seguro que ya entraron.

—¿Pero sin despedirse? —James se encogió de hombros, suspire y me despedí de todos al igual que los demás. Después de que el tren partiera todos salimos fuera y faltaba el coche de los Weasley.

—Molly, ¿dónde deje el coche? —pregunto extrañado Arthur.

—Lo dejaste al lado de el de James y Addie... —se callo un momento— Ronald Weasley —y ahí comprendí que Harry y Ron se habían llevado el coche. Sirius apareció con palomitas y riendo.

—¿A que no sabéis de lo que me he enterado? —todos lo miramos.

—¿De qué? —le pregunto Freya robándole palomitas.

—Varios Muggles vieron un coche azul volando — suspiré, ni llegaba a Hogwarts y ya había hecho algo.

—Me mato —dije yo.

—No te matas amor —mire a James que tenía una gran sonrisa, obviamente lo golpee en el brazo—. Joder Addie, ¿y eso por qué?

—Quita esa sonrisa Potter, mira lo que hizo tu hijo.

—Nuestro hijo y reconoce que es una idea loca, pero divertida —lo mire mal—. Bien me callo.

En cuanto llegara a casa le mandaría una vociferadora a Harry, de eso no cabe duda.

NOTA DE LA AUTORA

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