Un Día en la Piscina

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Recargado sobre una barandilla, un pelinegro miraba su celular.

-¡En serio ya me tienes harto cabron!- durante todas sus vacaciones, Tadano era desafiado por un jugador, algo que ya lo tenía fastidiado.

-Ya estás aquí- levantando la cara, el ojinegro miro sin interés al castaño -Normalmente dirías algo como "¿Sucede algo imbécil?" o "Tengo algo en la maldita cara"- imitando la voz de su amigo, Hanamada fue sujetado del rostro.

-Algun hijo de perra me está pidiendo PvP en este maldito juego y ya me tiene harto...- girando el rostro ensombreciedo en dirección al otro ojinegro, Tadano tenía una sonrisa siniestra.

-Si... Entendido... Ahora suéltame siento que me arrancas la piel- suspirando con alivio, el castaño se sentó en la baranda.

Durante unos 20 minutos, ambos chicos esperaban al resto. Llegando al lado de ellos, una chica de brillante cabello morado y ojos de igual tono los observó detenidamente.

-¡Oh! ¡Komi-san!- levantando la mano, el castaño llamo la atención de la chica -¡Por aquí; por aquí!- la sonrisa alegre de Hanamada la tranquilizaba.

-¡Al fin!- sorprendida por el grito euforico del ojinegro, la pelimorada se estremeció -Lamento lo del grito- observando de pies a cabeza a la chica, las mejillas de Tadano se calentaron -Me da gusto ver qué ese vestido te agrado- ocultando su sonrojo casi invisible, el pelinegro hizo una ligera mueca.

-Nosotros también; de hecho yo llevo el conjunto que me "pidieron" comprar- poniendo comillas en esa palabra específica, el ojinegro castaño levantó la cara.

-¡Hey, hey, hey! ¿Que están haciendo ahí?- sonriendo en la plataforma de abordaje, una pelilila llamo la atención del grupo.

-¿Enserio?- desanimado por la manera que venía vestida la ojicafe, Hanamada suspiro.

-No se de qué te quejas idiota, nunca dijimos que usaramos la ropa que compramos en el centro comercial- caminando adelante de la ojimorada, el pelinegro subió lentamente las escaleras.

Tras unos minutos de espera, llegó la última persona.

-¡G-g-gracias por e-esperarme!- recuperando el aliento, una peliverde con anteojos buscaba a alguien -¿Donde esta Yukio-kun?-

-Ah si... Lo que pasa es que...- antes de poder responder, otros gritos se oyeron a lo lejos.

-¡Esperanos, Komi-san!- viniendo a toda velocidad, el castaño se inclino al oído de Najimi.

-Crei que solo nos habías invitado a nosotros-

-Y así lo hice; no entiendo cómo pudo enterarse- siendo abordados por Yamai, Onigashima, Kishi, Sonoda, Shinobino y Charai, el grupo duplicó de golpe su tamaño.

-Jijiji, quien iba a pensar que espiar toda la semana a Komi-san para saber que haría daría resultados- pensando en ello, la cara decepcionada del ojinegro atrajo su atención.

-¿Se te perdió algo?- viendo bajo su rostro, la sonriente pelirroja invadía su espacio vital.

-Oh nada, simplemente te miro- acercando su nariz y su frente al pelinegro, la ojimarron acerco sus labios a los del chico.

-Mas te vale que no hagas eso- alejando de su cara a la niña demonio, el pandillero observo al resto -¿Tengo algo en la maldita cara o que?-

-O no... Bueno... Cómo decirlo...- incómoda por la situación, Najimi se sentía rodeada de bestias con intenciones mortales.

-"Próximo tren llegando"- el sonido del altavoz calmó los ánimos.

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Corazón Pandillero (Komi-san wa Komishou desu x Tokyo Revengers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora