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Era de madrugada y aun así me encontraba caminando por las calles oscuras totalmente sola, algo que había dejado de hacer al poco tiempo de conocer a Mikey, pero ahí estaba nuevamente, caminando por callejones oscuros debido a que no podía dormir, algo dentro de mi dolía y no entendía porque, pero esa misma sensación me había hecho caminar hacia ese Templo que no había visitado desde hacía casi ocho años.

Que buenos momentos habíamos vivido allí, todos juntos...

Extrañaba a todos y cada uno de ellos, pero estar parada a los pies de esa enorme escalera sin duda me recordaba a Keisuke y Chifuyu, ellos habían sido los que me habían llevado a ese lugar por primera vez luego de que los había ayudado con unos sujetos con los que se encontraban peleando, gracias a ellos había conocido a todas esas personas que se volvieron mi familia con el tiempo

Los extraño...- susurré observando las enormes escaleras- Kei... Fuyu...- mordí mi labio frustrada, intentando contener las lágrimas que amenazaban con caer

Hacia solamente unos días me había enterado de la muerte de uno de mis mejores amigos, Chifuyu siempre había sido una de las personas más importante de mi vida, él y Baji me habían prácticamente adoptado como si fuera un gatito callejero, ellos habían notado la condición en la cual me encontraba y me habían ayudado a mantenerme a salvo y salir adelante, les debía muchísimo a ambos, pero jamás podría pagárselo...

Comencé a subir las escaleras lentamente, la primera vez que había hecho eso casi había muerto, de niña no era atlética y mucho menos hábil, Chifuyu me había salvado dos veces de caer rodando por esas escaleras en mi primera subida mientras Keisuke se moría de risa y se burlaba de mí.

No pude evitar sonreír al llegar arriba de todo y observé el Templo Musashi, allí no solo había conocido al amor de mi vida, sino también a los mejores amigos que cualquiera pudiera pedir, pero sobre todo... allí me había convertido en la persona que era, allí me habían enseñado a pelear, a defenderme y a ser yo misma...

Todo lo que era al día de la fecha se lo debía a la ToMan y a ese lugar que se había convertido en mi refugio y hogar

Caminé lentamente por el lugar, todo estaba descuidado y se notaba que nadie iba allí hacia bastante tiempo, lo cual me entristecía, ese sitio había estado tan lleno de vida en su momento

Subí unos escalones para llegar a la zona cubierta donde solían ser los entrenamientos y me puse en cuclillas para tocar una marca en la madera del suelo que había hecho junto a Draken en uno de los entrenamientos que habíamos tenido juntos, el manejo de la navaja jamás fue mi fuerte y él se había encargado de hacer que al menos pudiera defenderme y desarmar a alguien que quisiera apuñalarme... ojala lo hubiera aprendido antes, eso hubiera sido tan útil para salvar a Keisuke...

Me levanté sacudiendo mi cabeza y salí de allí recorriendo con la mirada la zona hasta me quedé mirando mi lugar favorito, por lo cual caminé hacia allí para detenerme frente a un árbol que estaba junto al pozo de los deseos y apoyé mi mano sobre mi nombre tallado junto al de Mikey

Mikey me había arrastrado lejos de los demás en un absurdo ataque de celos

¿A donde me llevas?- fruncí el ceño cuando me pegó a su pecho al llegar al pozo de los deseos- ¿Mikey? ¿Qué haces?- pregunté al ver al rubio sacar una navaja de su bolsillo

Este árbol sobrevive gracias al pozo, por lo cual su agua lo alimenta, es decir que es un árbol de los deseos- afirmó

Tu lógica es muy rara- reí

Shhh- lo vi escribir su nombre y debajo al mío- de esta manera estaremos siempre juntos, sin importar quien nos intente separar

Eres un idiota- me acerqué a él para quitarle la navaja, la cual guardé en su chaqueta nuevamente para tomar su rostro entre mis manos, acercando el mío al suyo- no necesitamos un árbol de los deseos Mikey, te amo, estaré siempre contigo, sin importar que

Our Destiny | Mikey / Manjiro Sano | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora