𝘃. 𝗍𝗁𝖾 𝖻𝖺𝖻𝗒'𝗌 𝖼𝗈𝗆𝗂𝗇𝗀

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     Ramé se estiraba mientras salía de su celda

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     Ramé se estiraba mientras salía de su celda. Abrió los ojos de golpe al escuchar una voz muy conocida abajo. Corrió escaleras abajo, casi se cae en los últimos escalones, pero pudo sostenerse de las barandas. Puso sus pies en el piso y sonrió.

—¡Papa! —se acercó rápidamente para abrazarlo.

Hershel estaba de pie, con muletas. Junto a él estaban Beth y Lori, por las dudas.

—Hola, Ram. —dijo el hombre.

—¿Cómo estás? ¿Estás bien?

—Si, lo estoy. Es raro, pero me acostumbraré. —Ramé le dio un poco de espacio. —¿Cómo has estado? Me dijeron lo de la enfermería...

—Antes de que me digas algo... —la interrumpió.

—Estoy orgulloso. —la chica abrió los ojos con sorpresa. —Pero fue peligroso y muy arriesgado.

—Lo sé, papá.

—La próxima vez que quieran hacer algo así, deberían avisar antes. —Ramé asintió.

—Muy bien. Deberías descansar, Hershel. —habló Lori, con la intención de llevarlo de vuelta a la cama.

—¿Descansar? —pregunto. Miro a Ramé. —Vamos a dar un paseo.

Ramé sonrió, buscó rápidamente su cuchillo y salió del pabellón junto con su padre. Caminaron a paso lento, Hershel se acostumbraba a usar muletas, Ramé no se alejaba tanto de él por si necesitaba ayuda.

—Este lugar tomará forma de a poco. Ya verás. —habló el hombre con una sonrisa mirando los campos de la prisión. —Ya sacaron los muertos.

—Si, los corremos y los quemamos en una esquina del patio.

Minutos después, Carl apareció con una sonrisa.

—¿Listo para una carrera, Hershel? —habló el chico y Ramé río por lo bajo.

—Dame otro día y acepto el desafío.

Los niños rieron por las palabras del hombre. Ramé y Maggie, quien estaba unos metros alejada, compartieron una mirada de alegría al saber que su padre se estaba recuperando.

Rick, Daryl y Glenn, quienes estaban en el pasillo que dividía la prisión del bosque miraron la escena del hombre caminando con una sonrisa.

Todo estaba bien. Todos felices. Hasta que se escuchó un grito a lo lejos.

—¡Caminantes!

Ramé y Carl giraron a ver quién había gritado, pero se encontraron con un grupo de muertos que iba hacia ellos. Carl y Lori usaron sus armas, y en ese momento, Ramé se arrepintió de haber dejado su arco y flechas en su celda. Los disparos les dieron tiempo a Beth y Hershel de volver a entrar al bloque de celdas.

Maggie se acercaba a Ramé mientras disparaba, la chica se sintió inservible al no tener un arma.

—¡Ramé! ¡Maggie! ¡Carl! —se escuchaban los gritos de Daryl, Rick y Glenn a lo lejos.

Ramé giró por un segundo, viendo como Daryl y Rick corrían tan rápido como podían para llegar a ellos. Pero, sin importar cuanto corrieran, no llegarían a ellos antes que los muertos.

—¡Lori, Ramé! ¡Aquí! —Maggie los llamaba desde una puerta abierta.

Las mujeres, junto Carl y Ramé, entraron lo más rápido posible. Ramé no llegó a ver ni a Carol ni a T-Dog en ningún lado.

Los cuatro corrían por los pasillos cuando un pequeño grupo de caminantes los interceptó. Maggie tomó a Lori del brazo y cambiaron el rumbo. A los pocos segundos, una alarma resonó por todo el lugar.

—¿Qué mierda es eso? —preguntó Maggie sin dejar de caminar.

—¡No lo se, Maggs! ¡Pero sea lo que sea, atraerá más de esas cosas si sigue sonando! —le respondió su hermana mientras buscaba un lugar para esconderse.

De un momento a otro, Lori se detuvo mientras soltaba un quejido.

—¿Qué pasa? ¿Puedes seguir? —Maggie la sostenía mientras la mujer respiraba agitada.

—Creo que el bebe ya viene...

—Esto no puede estar pasando... —murmuró Ramé, pasando se las manos por la cabeza. Luego, recordó algo. —¡Ya sé! Síganme...

Antes de que alguien diga algo, la chica ya avanzaba a paso rápido por los pasillos. Segundos después, encontraron una puerta entreabierta.

—Rápido. Entren, ya ya. —Ramé abrió la puerta, entraron y cerró un poco la puerta

—Lori, recuéstate. —hablo Maggie.

—¿Cómo encontraste este lugar?

—Mientras buscábamos la enfermería, pasamos por aquí. —habló apurada Ramé mientras se acercaba a ayudar a su hermana. —Vigila la puerta, Carl.

La embarazada caminaba dando vueltas mientras soltaba leves quejidos.

—No puedo. Debo tenerlo. —aviso Lori.

—Debemos buscar a Hershel. —hablo Carl.

—No, es muy peligroso. —dijo Maggie. —Deberás tener el bebe aqui.

Lori se recostaba mientras Maggie le sacaba el pantalón, Ramé se arremangaba la remera y se ataba el pelo en una colita. Carl aun vigilaba, intercalando su mirada entre la puerta y las chicas.

—Ramé, deberás ayudarme ¿ok? No puedo hacer esto sola. —Ramé asintió.

—Mientras sea por natural... creo que podré.

Maggie revisaba a Lori y Ramé se preparaba mentalmente para hacer esto... otra vez.

—¿Saben lo que van a hacer? —preguntó Carl.

—Mi papá me enseñó lo básico, pero es mi primera vez. Ramé una vez lo vio. —hablo Maggie.

—Larga historia. —explicó Ramé cuando sintió la mirada de los Grimes sobre ella.

Con ayuda de Maggie, Lori se puso de pie, lista para pujar. Ramé se puso detrás de la mujer, un poco asqueada por la situación, pero era lo correcto.

—¿Lista? —preguntó Maggie y Lori asintió.

—Tranquila, Lori. Tu cuerpo sabe qué hacer. Solo deja que lo haga... —dijo la menor.

Comenzaron los gritos y Ramé se preparó para recibir al bebe. Lori gritaba, Maggie la alentaba mientras sostenía su mano y Ramé tenía las manos listas para agarrar a la bendición. Pero, sintió que algo estaba mal.

—¡Lori, espera! ¡Algo anda mal! —grito Ramé, sacando sus manos debajo de Lori. Al ver sus manos, supo que no iba a estar todo bien. —Tenemos un problema... —le mostró sus manos a Maggie.

Las manos de la chica estaban cubiertas de sangre.

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𝗿𝗮𝗺𝗲́, 𝖼𝖺𝗋𝗅 𝗀𝗋𝗂𝗆𝖾𝗌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora