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Una última mirada














Algunas escenas de este capítulo pueden llegar a ser demasiado explícitas o no de el agrado del lector.

Se recomienda discreción.




































11 horas antes de la tragedia

Martes 23 de mayo
🌐 3: 20 PM

El camino fue largo pero finalmente llegamos a unas cabañas algo viejas. La camioneta se detuvo frente a una de estas y volteé a ver a Jeno.

— ¿Donde estamos Jeno? -pregunta Jaemin mirándolo aún en el auto-

—Es la casa donde crecí. -sonríe Jeno viendo la casa-

—¿E-Eras pobre? -dice Jaemin bastante sorprendido-

— Lo era. Nadie nace rico. -susurra Jeno para bajarse tranquilamente-

Me baje del auto y lo seguí.

— Supuse que tus padres te heredaron toda la fortuna. Jamás pensé que tú... habías sido pobre. -susurra Jaemin siguiéndolo-

— Nunca fui pobre. Crecí en un hogar sano y muy tranquilo. -susurra Jeno sonriendo- Tuve la mejor infancia de mi vida en esta casa.

Me sorprendí al ver la sonrisa de Jeno y tomé su mano para aferrarme a su brazo soñoliento y hambriento por el camino.

— Vamos a entrar. -dice Jeno tomando su mano tranquilamente-

Entramos a la casa y vi muchas fotos de su familia sorprendiéndose.

— ¿Tienes un hermano? -dice Jaemin sorprendiéndose-

— Tenía. Lo asesiné. -dice Jeno quitándose su saco y la gorra-

Mis manos no tardaron en temblar al oír sus palabras. Sabía que mi plan iba a fallar y el iba a terminar matándome. El miedo no tardo en recorrer mi cuerpo pensando en mi hijo.

— S-Si... Jungwon llegará a crecer sin su padre por todas las cosas desagradables que haz hecho nunca te lo perdonaría. -dice Jaemin mirándolo-

Jeno sonrió y se detuvo a mi lado.

— Es niño tiene a una madre que dará todo por el. Su padre... es una mierda como persona y no merece la familia que tiene. -dice Jeno mirándolo fijamente a los ojos- Mi hijo no será como su padre.

Sus palabras me dejaron en shock.

— Jeno yo-

— Vamos a comer. Seguro tienes hambre ¿No? -dice Jeno caminando a la cocina- Debe haber algo aquí que se pueda comer.

Lo miré dándome la espalda. Y me senté en el suelo pensando. Si jamás hubiera aceptado tomar esa beca en Columbia me hubiera graduado y tenido una familia con Junie. Jamás hubiera conocido a Jeno y vida hubiera sido mejor... y mi hijo no estaría sufriendo en estos momentos. Si llegó a morir intentando mi plan, nunca más volvería a ver a mi pequeño. Mis lágrimas no tardaron en salir pensando en las suaves y cálidas manos de mi bebé, su piel pálida, sus hermosos ojos oscuros, los deditos de sus lindos pies. Lloré silenciosamente pensando en mi vida con RenJun. Si salía con vida iba a pedirle a RenJun que nos casáramos.

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