Kim Taehyung es un omega que viene de Daegu; se muda a Seúl por el hecho de que su padre consigue un nuevo trabajo en tal lugar. En los planes de este omega no estaba enamorarse ni enlazarse.
Estos planes son arruinados cuando un Alfa peliplata acer...
Dos semanas habían pasado rápidamente. Era la hora del recreo cuando ambos amigos omegas estaban en el baño del colegio, el rubio soltaba arcadas mientras expulsaba lo que había sido su desayuno.
— Creo que debería llamar a Jungkook hyung... — menciona TaeHyung.
— N-No, estoy bien — el mayor trato de sonreír.
El pelirojo ve con algo de desconfianza a su amigo, pero termina por asentir. Ambos omegas salen de los baños minutos después cuando JiMin se sintió mejor.
Ambos llegaron a la cafetería, donde la gente se apartaba y los dejaba pasar, sin tocarles o siquiera rozarles, como si fueran la cosa más valiosa del mundo.
Tras haber comprado cada uno su comida, tomaron diferentes caminos. Esta vez TaeHyung comería en un salón de clase con su amigo. El castaño le había explicado que había sido obligado a quedarse por no haber pasado la materia a lo que le quitaron su descanso, encerrándolo en un salón de clase mientras se ponía a hacer trabajos que le subirían puntos a su promedio.
Cuando el omega entro, vio como el alfa estaba acabando de contestar una hoja, la cual dejo de lado cuando la termino. Yoongi sonrío cuando vio al pelirojo entrar al aula con la comida.
— Hola, bonito
— Hola, JungWoo
El castaño mordió su labio inferior al haber sido llamado así. Quería decirle la verdad al mayor, pero el miedo y la inseguridad era mayor.
El alfa agarro su pequeña bolsita con comida la cual había ido a buscar antes de que el omega llegara con el.
— ¿Ya casi acabas tu trabajo? — cuestiona el omega dandole un mordisco a su sándwich.
— Es algo pesado, ya quiero salir de aquí — reclama el menor.
Yoongi sentía un dolor punzante en su cabeza, sentía un poco de estrés. El trabajo de la escuela y ademas el hecho de que el verdadero padre de su hermano estaba por Seul era algo que lo tenía preocupado.
— ¿Tienes algo que hacer hoy? — cuestiona el alfa.
— Uhm... de hecho... esta noche un familiar mío llega a Seul para visitarnos — dice el pelirrosa.
— ¿Un familiar tuyo? — cuestiona interesado.
— Uh... si. La verdad no lo conozco, pero creo que es un primo de mi padre — el omega hace una mueca — Vive en Busan, cuando tenía creo que 4 años deje de verlo. Pero a pesar de haber pasado muchos años aun lo recuerdo
— ¿Por qué dejaste de verlo? — cuestiona.
— Mamá y papá jamás quisieron decirme. Siempre que iban a visitarlo me dejaban con mi abuela, nunca me dejaban acompañarlos
— Que extraño... — susurra el castaño — De todos modos, te preguntaba por que quería pedirte si querías ir al parque de diversiones conmigo
TaeHyung inmediatamente sonrío, quería aceptar pero no sabía si sus padres le dejarían. En la tarde el omega estaba libre, era por la noche que debía estar en casa para recibir a su familiar.
— Creo que si puedo ir — sonríe el omega.
— ¡Genial ¿Paso por ti?!
— Si quieres... te mandare mi dirección en la tarde
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TaeHyung y yoongi estaban caminando tranquilamente por el parque, ya se habían subido a varias atracciones. El alfa había ganado un osito de peluche blanco para el omega, quien estaba más que feliz con la presencia del castaño junto a el.
— ¿Podemos subir a la rueda de la fortuna? — cuestiona el pelirojo apuntando al lugar.
El menor sonríe y asiente. Entrelazo sus manos con las del omega, quien se sonrojo un poco debido al contacto. Hicieron la fila para poder subir a la rueda de la fortuna y muy pronto ya se encontraban ellos dos solos, encerrados en ese cubo con ventanas que dejaba ver todo el exterior.
Estaban en los más alto del juego cuando, emocionado, TaeHyung punto a las calles de Seul. El sol estaba empezando a esconderse y la vista era muy hermosa.
— Mira, JungWoo. Se ve muy bonito — comento el pelirojo.
— Si... — susurra, pero el alfa tenía su mirada posada sobre el omega.
TaeHyung volteo a verlo, pero frunció un poco el ceño cuando noto como su amigo solo lo veía a el. Yoongi observaba el rostro del mayor, los rayos del solo daban justo en su rostro, la hermosa vista del atardecer estaba justo detrás del omega, haciendo suspirar al alfa.
— Es hermoso... — susurro el castaño.
El pelirojo sonrojo cuando nota que la mirada del alfa aun estaba sobre el. Y en cuanto menos se dieron cuenta, el alfa ya estaba empezando a acercarse al rostro del mayor, quien no daba indicios de querer alejarse.
Sus narices rosaban y sus respiraciones chocaban con el rostro del contrario. El omega entreabrió sus labios y aquello fue lo único que necesito el menor para poder finalmente juntar sus labios con los del contrario.
Era un beso suave, pero que deleitaba al contrario. TaeHyung tenía sus ojos cerrados, su corazón latiendo con rapidez. Yoongi por otro lado, degustaba los labios del contrario sobre los suyos.
Ambos se separaron cuando sintieron como empezaban a descender, TaeHyung volvió su mirada hacian el paisaje, con una sonrisa y un sonrojo en su rostro. El alfa no estaba muy diferente al omega, tenía una gran sonrisa en sus labios, pero al mismo tiempo tenía miedo, por que sabía que en algún momento tendría que decirle al omega toda la verdad.
Y era mejor hacerlo en cuanto antes, por que de aquella manera no dolería tanto.
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TaeHyung regresaba a su casa con la compañía de yoongi. Ambos ya estaban frente al hogar del mayor, mientras se miraban tímidamente.
— Espero que podamos repetir esta salida — comento el alfa.
— Si, la verdad me divertí muchísimo — responde con una sonrisa el omega.
— Yo regresare a casa. Nos vemos mañana en el instituto
El más alto empezó a alejarse mientras se despedía agitando su mano. TaeHyung le corresponde el gesto hasta que pierde de vista al menor.
El pelirojo voltea y abre la puerta de su casa. En el interior, sus padres estaban en la sala de estar platicando a susurros, hasta que estos se dan cuenta de la presencia del menor.
— Hijo, llegas justo a tiempo. Tu tío esta por llegar — sonríe la omega.
El omega asiente y se dirige rápidamente a su habitación para poder dejar el osito de peluche que había ganado su amigo para el.
El timbre de la casa resuena por el lugar y el adolescente baja casi corriendo las escaleras hasta llegar al piso de abajo. En el interior ya se encontraba la visita que tanto habían estado esperando.
— ¡TaeHyung, pero mira que grande estas! — aquel hombre se acerca a el.
— Ho-Hola tío... — el menor había olvidado por completo el nombre del mayor.
— Oh... parece que no me recuerda
— Pasaron 12 largos años — responde su padre.
— Llámame tío JungWoo. Kim JungWoo
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