Narra la narradora:
El castaño no podía ni quería quedarse atrás, se acercó mucho más al pelinegro y metió su lengua, cosa que le gustó a Takato y continuó con el juego de lenguas.
Si seguían así terminarían haciendo cosas que no deberían hacerse.
-F-fuah - Junta separó sus labios del otro - H-hey lo mejor será que me digas quien eres.
-E-eh? Pero si eso no importa.
Agarró a su compañero de la mano.
-Azumaya kun eso no tiene importancia - salieron del baño - Ahora solo vayámonos de aquí.
Junta asintió mientras Takato les decía a sus compañeros que tenía un asunto pendiente con su amigo nuevo.
-Vaya con que un asunto - dijo la pelinegra mientras miraba sus bebida.
Vio como ambos se iban rápidamente y desaparecían entre la gente.
-Yo digo que ha vuelto a caer.
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Ambos llegaron a un hotel, al frente de ellos había una cama y ambos eran jóvenes algo calientes, era fácil saber que iba a pasar.
-Sabes Azumaya kun - se sentó en la cama y lo miró con una sonrisa - Si no quieres hacer esto esta bien.
-En serio? - preguntó algo avergonzado - Pagaste mucho por esta habitación.
-¿Quieres dejar de ser tan tontito? - le dio un golpecito en la cabeza - No quiero que te sientas incómodo.
-E-está bien - suspiró - Hagámoslo.
-Yo comenzaré con esto - dijo Takato algo emocionado.
Tiró a Junta en la cama y empezó a desabrocharse el pantalón, el castaño había hecho esto antes con otras chicas pero ahora ¿Él sería la chica? Tenía dudas sobre lo que haría pero todas ellas se esfumaron cuando el azabache se había quitado el pantalón y empezaba a frotarse con la erección del castaño.
La satisfacción que sintió en ese momento era inexplicable, no lo había sentida jamás antes ¿Por qué era solo por esta persona?
Juntaron sus labios otra vez y cuando se separaron Takato le quitó el bóxer a su compañero quien botaba fuertes gemidos y gruñidos de placer, gracias a eso el pelinegro supo que estaba haciendo un buen trabajo.
-Hey Azumaya - empezó a jugar un poco rozando su entrada con el gran trozo de carne - E-esto se siente bien ¿V-verdad?
Las aventuras de una sola noche no era algo que le gustara al castaño pero tampoco conocía bien al sujeto que estaba en frente de él para empezar una relación.
Los roces y el contacto que tenía era agradable, era la primera vez que sentía algo así, su miembro incluso le dolía ... quería estar dentro ya.
-O-oye por favor d-deja de jugar conmigo - le pidió con una cara cansada.
-E-está bien.
Sin más previo aviso Takato se sentó metiendo todo el miembro de su compañero en si mismo, volviendo a llenarse otra vez.
Junta sentía que tocaba el cielo, Takato lo apretaba de una manera que sentía que se iba a correr en ese mismo instante ... pero aguantó.
Lentamente empezó a embestir al pelinegro quien soltaba solo unos gemidos, la verdad era algo sorprendente para el castaño él se sentía algo desesperado e inquieto pero Takato simplemente estaba relajado y disfrutaba del placer.
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Probablemente tuyo
RomansaUna noche oscura en un bar, fue cuando te encontré y mi vida cambio completamente.