Capítulo Único

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Todos los personajes son de la serie Spy x Family del mangaka Tatsuya Endo. Esta historia sólo utiliza los nombres de los personajes para entretenimiento sin fines de lucro.

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Yor no odiaba el gimnasio, pero tampoco era que lo amara mucho. Simplemente iba porque ya se había hecho una rutina, al inicio era para tener fuerza por su algún brabucón molestaba a su hermano Yuri, pero después descubrió otros beneficios: fuerza, salud, vanidad, liberar estrés. En fin, todos esos eran los motivos suficientes para que designase una cantidad de su sueldo de recién egresada para pagar la mensualidad.

Y tal vez por esa indiferencia no convivía mucho con sus compañeros más allá del saludo de cortesía. En los gimnasios siempre habla grupitos; los músculos, las influencers, los amigos que sólo iban a platicar y los pervertidos. Sin embargo, nunca se sintió cómoda con ninguno de ellos, ya que sentía que, si bien podía entablar una conversación básica, no tendría mucho tema para platicar después de gastarse los temas deportivos y la verdad no tenía mucho ánimo de platicar su historia sobre como quedó huérfana ella y su hermano a una edad temprana.

En fin, era por eso que siempre buscaba horarios a los que ir donde no estuviera mucha gente, así se sentía más cómoda, no se sentía observada y lo mejor, los coach podían poner más atención a su rutina.

Después de varios intentos descubrió que el mejor horario era por la tarde después de la oficina, no por la mañana donde sentía que si se desmayaría si iba en ayuno, y tampoco por la noche donde todos los asalariados tenían más tiempo libre. Además, en el gimnasio al que iba, por las tardes daban clases de gimnasia olímpica para niños y niñas, así que mucha gente tampoco iba porque la atención iba dirigida hacia los infantes y no hacia ellos.

A la chica no le importaba mucho, siempre había dos instructores, por lo que se daban el espacio para poder atenderla como debía.

Con el paso de los días ya acomodada en su nuevo horario, comenzó a permitirse ver a las niñas gimnastas. Todas rondabas entr años, y a pesar de ser pequeñas, hacían piruetas que Yor sabía, necesitaría bastante fuerza para poder recrearlas si es que se le ocurría hacerlas. Aun así, le divertía como jugaban entre ellas y se peleaban por la atención de su entrenador cada vez que les cedían el descanso.

Un día, vio como Loid, el instructor más atractivo y el que era el encargado de la clase de ellas, se quejaba que le dolían las piernas y se sentó. Lo que ocasionó que una niña inmediatamente fuese a su lado y lo abrazase para consolarlo mientras intentaba darle un masaje en la espalda.
Se rio, esa infanta, que si mal no recordaba se llamaba Becky y era la mayor de todas, era la que más lo seguía.

"Le gusta" Dijo para sus adentros llena de ternura por ver como desde pequeña, esa niña ya se sentía atraída por alguien del sexo opuesto.

Por su parte, Yor prefería evitar a Loid lo más que pudiese. No le caía mal, de hecho, lo conocía de antes sólo de vista por parte de un amigo en común, Frankie, y parecía buena persona. Sin embargo nunca entablaron conversación en ningún momento, y Loid en el gimnasio tenía fama de ser quien ponían los ejercicios más pesados de todos.

"No gracias" Concluyó la chica cuando intentó hacer una de sus rutinas, ella era fuerte y resistente, sin embargo, cuando él notó su gran habilidad con las máquinas le aumentó la dificultad de los ejercicios y terminó tan adolorida que tuvo que tomar medicamento desinflamatorio para poder estar de buen humor y caminar bien.

En fin, Loid Foger, o Twilight como le decían sus amigos, al igual que la gimnasia olímpica era algo que ella disfrutaba sólo observándolo a lo lejos. Aunque a veces él la captaba mirándolos y se acercaba para ponerle una nueva serie de ejercicios para que no estuviese holgazaneando.

Novios de Travesuras [LoidxYor] One-Shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora