One Shots ;; Harry Potter world

16. Hermione Granger

Si le preguntabas a un romántico incomprendido sobre el famoso " amor a primera vista " ,te diría que era el sentimiento mas hermoso que podrías llegar a experimentar, que era lo mas puro en las ramas del amor y que era fácil de disfrutar, pero si le preguntabas a un realista, como Hermione Granger, te diría que es un sentimiento falso y fácil de superar, que era algo sin sentido y muy pasajero, aunque su perspectiva de eso pareció cambiar aquel frió diciembre.

Se encontraba caminando en silencio acompaña de sus dos amigas Ginny y Luna, las cuales hablaban animadamente del atractivo chico que vieron en la biblioteca, pero como a Hermione no le pareció para nada atractivo no participo en la conversación para no bajar los ánimos de sus amigas con su opinión.

El grupo de amigas iba en dirección hacia las tres escobas queriendo degustar algunas cervezas de mantequilla acompañadas de unos cuantos bocadillos, debido a que después de una ajetreada semana de exámenes lo único que les apetecía era relajarse un poco.

Al estar frente la puerta de entrada, Ginny sin mucho cuidado empujo la puerta con fuerza y escucho un quejido desde el otro lado haciéndola regresar a la realidad.  Alarmada por lo que vería del otro lado se asomo con lentitud y vio a un joven con su cabeza gacha mirando su saco, el cual ahora tenía una mancha en el, la pelirroja miro hacia el suelo y observo un vaso tirado derramando la bebida que había en el.

-Lo siento tanto- se disculpo apenada la pelirroja mientras recogía el vaso.

Hermione quien seguía del otro lado de la puerta entro para ayudar en la situación, y cuando estaba por hablar se quedo helada mirando al joven castaño frente a ellas, y recordando la conversación anterior de sus amigas, pensó que para ella el si era atractivo y aparentemente físicamente era totalmente su tipo.

El joven vestía un saco color beige completamente liso, combinándolo con unos pantalones de cuadros muy pequeños de color café y unos Converse café igualmente, su atuendo parecía combinar a la perfección con su castaño cabello y su piel pálida.

-No te preocupes, fue solo un accidente- le respondió el joven con una pequeña sonrisa, la cual hizo sentir a Hermione mil mariposas en su estomago. -En unos instantes se arregla- dijo sacando su varita de su bolsillo, para acto seguido agitarla y hacer la mancha de su saco desaparecer.

-¿Esta permitido hacer magia fuera del castillo?- pregunto Luna muy curiosa.

-Para ustedes creo que no, yo tengo la mayoría de edad para hacerlo- respondió pensativo. Luna asintió con la cabeza y cuando parecía que iba a hablar Hermione la interrumpió.

-Deberíamos reponer tu bebida- dijo intentando participar en la conversación.

-No es necesario, de verdad- respondió apenado el joven mirando a Hermione, quien lo miraba sonrojada por tal atención hacia ella.

-Insisto- dijo poniendo un mechón de su rebelde cabello tras su oreja y sin apartar la mirada de los ojos del chico.

-De acuerdo, pero a la próxima salida yo les invito algo a las tres- aseguro mientras caminaba con ellas hacia la barra.

"Para la próxima", pensó Hermione entusiasmada, y por un momento comprendió a los románticos incomprendidos que creían en el amor a primera vista, sintió aquellas mariposas de las que tanto presumían que llegarías a sentir, y sintió aquella conexión sin conocerlo del todo y eso le agrado un poco, solo un poco.

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