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Muchos, muchos muerto.

Sangre por todos lados, Omegas llorando y alfas heridos... Hijos muertos.

Esto es el final, el final de todo y el comienzo de nada, todo acaba, todo muere y está vez no renace.

Muchas familias muertas, demasiadas...

¿Que paso con lo de ser; una mafia sólida?.

Ya no hay paz, en realidad nunca la hubo, solo habían hipócritas esperando que alguien se tropezara para caerle encima, esperando pacientemente por muchos años, segundo tras segundo, esperando justo el puto momento exacto de un pequeño error... Y Zas!!.

Los Min...
Los Jeon...
Los Kim...

Solo apellidos, apellidos que habían perdurado por muchos años, apellidos que tenían suma importancia dentro y fuera de la mafia, apellidos respetados y venerados por muchos, como también odiados, pero al fin y al cabo apellidos pura sangre.

Y cada quien tenía que defenderlo a sangre y fuego, pero.

Si, siempre hay un pero.

El hecho de llevar un apellido respetado, no te hacía alguien importante, eso te lo tienes que ganar tú.

A pulso y voluntad, así que, si.

Se llegó el momento para que todos demuestren de que están hechos, demuestren la sangre de asesinos y hijos de puta que les corre por las venas, así como sus ante pasados.

•••••••••••

Park JiMin quien se convirtió en Min JiMin, y entro en la mafia por matrimonio, era el primero en probar de que estaba hecho, y claro estaba que no decepciona.

El Omega que había sido capturado por los Jay y que habían amarrado a una silla de pies y manos, ahora mismo estaba armando la masacre de su vida.

Con los ojos oscuros, perdido entre la lujuria y el sadismo, disparaba con sangre fría contra todo lo que se moviera.

Se había zafado de el amarre, y lo primero que hizo fue clavar la cuchilla que tenía entre las manos y con la cual se había desatado en el cuello de Jay WooSeo, hiriendolo, y luego corrió hacia una mesa que estaba llena armas y empezó a disparar hacia todos lados, tal cual le había enseñado su esposo.

Los Jay no tuvieron tiempo de reaccionar, nadie tuvo tiempo, JiMin era un Omega muy ágil, rápido y eficaz, WooSeo cayó a el piso herido, sus guardaespaldas respondieron las balas de JiMin, mientras Jay Park corría hacia su Omega encinta, que estaba a varios metros detrás de él.

El cuerpo de JiMin era dominado por su lobo, su esposo le había enseñando que en situaciónes de peligro dejara que su lobo tomara el control y eso hacia JiMin, disparaba con la mirada oscura, sin importa le nada, a sangre fría.

Los guardaespaldas habían muerto, Jay Park habían logrado llegar a su Omega y resguardarse de las balas, WooSeo estaba en el piso... Y muy pronto muerto.

— ¡Jay Park, ven a ayudar a tu papi!.— grito JiMin burlón, mientras se acercaba lentamente a su enemigo, con una preciosa cuchilla filosa, larga y gruesa, y en su otra mano una 9 milímetros con todo el proveedor cargado.

— Omega hijo de perra!! Todos me la van a pagar!!.— grito WooSeo agonizante.

— veremos...— dijo JiMin agachándose y acariciado el cuello de WooSeo con la cuchilla.

— ¡¡mi hijo les va a hacer pagar todo!!.— dijo WooSeo sabiendo cual sería su destino.

JiMin sintió como una presencia se acerca a él por atrás, sabía exactamente quién era.

Hijo de la mafia M.Y'G  P.J'MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora