La felicidad
es un final de tarde
mirando al mar.xx.
***
El verano es una de esas épocas dónde puedes hacer de todo. LITERALMENTE de todo.
Puedes ir en bikini desde que despiertas hasta que te acuestas, porque o estás en la playa o en la piscina, puedes levantarte tarde e irte a dormir tarde, puedes leer un libro, escribirlo quizás también, puedes escuchar tu álbum favorito o bailar en las mejores fiestas que algún amigo que esté algo mal de la cabeza monte hasta las tantas.
También puedes divertirte con tu mejor amiga.
O conocer gente.
Bueno, ya que estamos... También puedes conocerle.
Sí, a ese amor de verano tan esperado para los adolescentes. Muy cliché, ¿no creéis?
A mi hay veces que los clichés me aburren, pero si este lleva gafas de sol, es rubio y tiene los ojos verdes... pues quizás podría hacer alguna excepción.
Y sumémosle que se llame Aaron Taylor, que le guste el surf y le encante One Direction.
Imagínate; puedes ir tranquilamente por la playa escuchando tu canción favorita de... eh, sí, bueno, Harry Styles, pero solo cómo ejemplo, ¿eh? No porque sea una fan increíble. Bueno, ¡lo que estaba diciendo!; vas paseando y un chico guapísimo a NIVELES INCREÍBLES te hable.
No fue algo así como le conocí, pero por ahí van los tiros.
Imagínate que pasas el verano en la calle hasta las tantas de la noche, yendo a fiestas, bailando, con tu mejor amiga y con el chico de sonrisa alegre que te roba el aliento. Sí, así es él.
Y pongámosle que tiene un mejor amigo que es el dios de las fiestas, eso por supuesto.
¡Y que tu mejor amiga también conozca a alguien!
Iba a ser el mejor verano de nuestra vida.
Y lo fue, en cierto modo.
Pero dicen que todo lo bueno acaba, ¿no?
Bueno, quizás no, porque nosotros éramos para siempre.
***
—¡Vamos, corre, Daphne! –me gritaba mi chico.
—¡No puedo correr más, Aaron!
Él vino hacía mí y me alzó en brazos, corriendo conmigo.
Yo gritaba de euforia, de felicidad, de sentirme completa.
Sonaba Clouds de One Direction de fondo en el altavoz.
Íbamos corriendo por la playa vacía cuando el sol ya se estaba poniendo.
El verano se acababa pero nosotros seguíamos corriendo junto a él.
Seguíamos siendo la curva de la ola.
Seguíamos surfeando cada mañana en cuanto el sol salía y yendo a las fiestas de Dylan, su mejor amigo.
Seguíamos siendo él, yo y el olor a mar que tanto me encantaba.
Al parar en el pico de la playa nos acercamos a la orilla, mojándonos los pies un poco.
—¡Estás preciosa! –me grita Aaron.
Yo me río.
—¡¿Por qué me gritas si estoy al lado?! –le pregunto, también gritando.
—¡Porque quiero que se entere toda Grace Bay! –me alzó de la cintura —. ¡Eres preciosa, Daphne Gray!
Yo me reía entre sus brazos.
—¡Aaron! ¡Bájame, dios!
No me hizo caso y me besa conmigo todavía en alto.
Parece de película. Todo esto parece ser una.
—Te quiero, Aaron –le dije al separarnos.
—¡Te quiero, Daphne! –grita de nuevo, arrancándose una carcajada ronca que me ponía los pelos de punta —. Eres mi mar.
—¿Tu mar?
—Sí, ese sitio al que voy cuando me siento perdido, mi hogar, mi mar.
Y entonces, yo solo pude decir;
—Seamos verano, Aaron.
—Seamoslo todo, Daphne, todo.
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ESTRENO:
ღ 5/6/2022 ღ
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Amor Bonus [1]
RomanceAmor bonus: topico literario que define el amor bueno como aquel que se vive principalmente de manera espiritual. Amor eterno. Amor puro. *** Daphne Gray y su mejor amiga, Jules White, se van un verano de vacaciones a Grace Bay, una isla con aguas c...