Hogar dulce hogar

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-Este vuelo se me está haciendo eterno-me comentó Gaby suspirando.

-Nos quedan 2 horas y llegamos, paciencia.

Gaby es principiante, es su segundo vuelo. Me nombraron guía para ella y lo acepté. Tengo que enseñarle a manejar la paciencia...

Una media hora más tarde, tenía mi descanso. Vi a Gaby muy aburrida, así que decidí divertirla.

-Gaby, tienes descanso ahora ¿no?

-Si...

-Acompáñame- dije mientras me dirigía hacia la zona business.

Una vez llegamos nos sentamos en unos sillones vacíos al fondo y comenzamos a hablar.

-¿Qué hacemos aquí Ella?-me preguntó ella.

-No se han llenado estos asientos así que son para nosotras-dije entusiasmada-¿Te apetece ver una película?

-¡Si!- me respondió alegre.

Una hora más tarde la tuve que despertar porque el avión estaba llegando a su destino. Paré la película y me preparé para aterrizar.

-Gracias por confiar en nosotros-me despedí de los pasajeros y salí del avión junto a ellos.

Llamé a Daniel, mi chófer, para llevarme a casa. 10 minutos más tarde estaba sentada en el coche camino a mi hogar.

Cuando llegué a casa me tumbé en el sofá y me quedé dormida.

-Ella.

-¿Si?-dije medio dormida.

Era Tom, mi hermano, había quedado a cenar con él y con Kat (su prometida). Y me había quedado dormida...Había estado durmiendo desde las 12 hasta las 20...

-Te has quedado dormida.

-¡No me digas!-le dije bromeando.

-5 minutos y salgo.

Me puse uno de mis vestidos favoritos era azul oscuro hasta el tobillo. Me dejé mi pelo castaño suelto y me maquillé muy suave.

-¡Estoy!-chillé mientras bajaba las escaleras de mi piso.

Unos 20 minutos más tarde llegamos al restaurante. 

-¿Cómo te ha ido en París?- me preguntó Tom.

-Bien, no pude hacer mucho turismo pero estuvo bien.

-¿Por qué no pudiste?

-Tuve algunos contratiempos con un chico...-dicho esto los dos se quedaron en silencio.

-¡Está todo arreglado!-les aclaré.

Después de cenar nos fuimos a dar una vuelta por central park. Estaba oscuro así que nos sentamos en un banco debajo de una farola y charlamos hasta altas horas de la madrugada. Hasta que decidimos irnos a dormir. Cogí el metro y en 10 minutos estuve en mi casa. Me desmaquillé, me puse el pijama y me metí en la cama.

Me levanté a las 9 y bajé a desayunar. Mi cocina es en tonos blanco y madera. Tiene una isla en el centro con unos taburetes negros en un lado.

Me preparé un bol con frutas y yogurt. Me senté en los taburetes y revisé las notificaciones del móvil.

-Trabajo, trabajo y...¿Lucas?-dije mientras borraba las notificaciones.

Al meterme en el chat encontré varios mensajes.

 Lucas: Holaaa.

Lucas: ¿Cómo estás?

Lucas: Solo quería pedirte el nombre de la tienda donde compraste mi cámara. Necesito comprar unos accesorios para la instax.

Lucas: Gracias.

Le pasé la ubicación y empezamos a hablar. A pesar de la diferencia horaria, pudimos chatear bastante tiempo.

Tras una media hora hablando sobre temas banales me hizo esta pregunta.

Lucas: ¿Te gustaría volver a París? 

Lucas: Te haría una visita por la ciudad como te mereces.

A esto le respondí:

Ella: Vuelvo en breve. Pasaré allí 1 semana, después me voy a México.

Lucas: Te prepararé la mejor semana de tu vida, estate segura.

Dicho esto se desconectó. Yo me fui a elegir mi ropa para un día con mis mejores amigas, Bea e Isabelle.

Me vestí con unos pantalones largos ajustados y un top no demasiado corto. Estaba casi lista para salir. Me dirigí al tocador y me maquillé, esta vez un poco más fuerte. A las 11 ya estaban abajo. 

-¡Buenos días!-me chillaron las dos. 

-¡Qué ganas de veros tenía!-dije abrazándolas.

Nos subimos en el coche de Bea y nos dirigimos a almorzar a una cafetería. Una vez nos sentamos en la terraza nos pusimos al día sobre nuestras vidas.

-¿Cómo te va con Drew?-le pregunté a Bea.

La vi derramar una lágrima y supe que ya no estaban juntos. Le di un cálido abrazo y cuando me separé, Isa propuso la mejor de las ideas en estos momentos.

-Esta noche te vas a olvidar de Drew para siempre, Bea. ¡Nos vamos de fiesta!

Bea cambió la cara por completo, sería su mejor noche y lo sabía.

Pagamos el almuerzo y fuimos al centro comercial a comprar ropa para esta noche.

-¿Qué tal este?-dijo Bea señalando un vestido negro.

-Horrible-dijo Isa, con su característica sinceridad.

Busqué entre otros vestidos y encontré EL VESTIDO. 

-Chicas, lo tengo.

-Vamos al probador.-dijo Bea.

Al ver a Bea salir supe que había acertado. Era un vestido corto verde botella de tirantes pegado al cuerpo.

-Me encanta-dijo Bea sonriendo de oreja a oreja.

Nos llevamos el vestido y nos dirigimos al restaurante más cercano. Estábamos hambrientas.

Después de comer cada una se fue a su casa. Cuando llegué aproveché para hablar con Lucas.

Ella: Hola

Ella: ¿Cómo vas?

Lucas: Bien, la verdad que muy cansado. Hoy ha sido un día largo.

Ella: Bueno, allí son las 22 así que puedes acostarte ya.

Ella: Por cierto, igual te parece raro pero esta noche salgo de fiesta con mis amigas y como hace mucho que no salgo necesito que me digas qué me pongo.

+3 FOTOS

Él eligió un vestido corto de lentejuelas plateadas con la espalda descubierta. Lucas se desconectó enseguida, supuse que se habría ido a dormir.

Un tiempo después, cuando me estaba empezando a arreglar, alguien llamó a mi puerta.

Atrapada en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora