Simplemente pasan. ✔️

X | Al infinito y más allá.

SANTIAGO.

Estos días he visto lo desgarrador que ha sido para Ashely la muerte de su madre. Cómo esto le ha afectado más de lo que tal vez imagino.

Desde que llega del trabajo entra a su habitación y no sale a nada, Estarling tiene que llevarle la cena a su habitación porque no hay nadie que la saqué de allí desde que llega del trabajo.

Estarling me ha comentado lo mucho que le ha costado hacer que hable y que no se quede con lo que siente dentro de sí, pero ella hace caso omiso y dice que está bien, que solo necesita dormir. Me cuenta que le preocupa cómo está ahora mismo y que no quiere que ella caiga en un estado peor a como ella afrontó la muerte de su padre.

Sé por lo poco que ella me contó, lo importante que él era para ella, lo genial padre que fue, lo especial y amada que ella se sentía por su padre. Sé que él era la luz de sus ojos.

Pero con su mamá, no sé. Sé que tienen historia y no muy buena. Pero, no sé el lugar que su mamá haya tenido en su corazón en todos estos años.

Me preocupa mucho que esté así, después de que su madre falleció y que fuimos al entierro ha pasado una semana y no he podido ir a verla, he tenido que trabajar fuera de la ciudad,
pero en mi mente ella siempre está.

Ella no se imagina lo mucho que me importa, después del día que nos vimos por primera vez, — sí cuando ella se tropezó— después de ese momento he sentido una muy linda conexión con ella, es como si el destino después de tanto tiempo nos permitió encontrarnos y soy sincero conmigo cuando digo que estoy muy feliz de que eso haya pasado.

«Siento que me pongo muy romántico solo al pensar en ella».

Estoy solo en casa mirando la televisión y veo como mi teléfono en la mesa de centro comienza a brillar, me dirijo hacia allá y lo tomo, es Estarling, me mandó una nota de voz por WhatsApp.

— Hola, señor que viaja mucho. Espero que hayas llegado bien de tu viaje, no sé lo cansado que has llegado y si no puedes lo entiendo, pero no tengo a quien recurrir ahora mismo. Ashely, no sé que puedo hacer para sacarla de la habitación, hoy intente hacerlo a la fuerza, pero terminamos discutiendo, sé que las cosas que me dijo no eran reales, pero la ira y la tristeza la están consumiendo, estoy preocupado, en serio. ¿Podrías venir por un rato a hablar con ella? Creo que le serviría escucharte, tal vez así ya por fin se motiva a salir de la cama.

Al terminar de escucharlo decir esto no dude en responderle que sí.

Apagué la televisión y tomé de encima de la nevera la llave para así salir de casa y dejar todo cerrado.

Cerré la puerta y me dirigí a donde estaba mi auto estacionado, entre al asiento del piloto y maneje en dirección al apartamento donde ellos viven, solo me tomo algunos 3 minutos para llegar ya que vivimos a dos calles de distancia, rápidamente estacione el auto y camine con demasía a la entrada y en menos de lo que pude percibir ya estaba tocando la puerta, Estarling abrió.

—En serio, gracias por venir. —chocamos los puños y se apartó para que entrara al condominio.

—¿Ella aún sigue en la habitación? —Estarling asintió y me dirigí a la habitación de Ashely.

Toqué la puerta, escuché como ella se quejaba y a la vez escuchaba pasos.

—Estarling, de veras estoy bien. —dijo y entonces abrió la puerta. Me quede mirándola por un momento, estaba con pijama, su rostro parecía muy cansado y sus ojos, sus ojos se ven como si estuviera llorando, están muy rojos y a la vez apagados.

—Hola Ashely. —salude mirándola fijamente— ¿Podemos hablar? —señale su habitación— No tiene que ser afuera, no hay necesidad.

—Sí, claro. Pasa. —se apartó de la entrada de su habitación y me dejó entrar, luego ella cerró la puerta y se sentó en la cama. Yo decidí sentarme en una silla cerca de su cama.